La campaña #cambialahistoriadelcáncer insiste en la importancia de la investigación a través de la experiencia de tres pacientes oncológicos. Nuria (48 años), José David (27 años) y María (16 años)

Día Mundial contra el Cáncer: campaña #cambialahistoriadelcáncer

En vísperas del Día Mundial Contra el Cáncer, 4 de febrero, la Fundación CRIS contra el cáncer lanza la campaña #cambialahistoriadelcáncer, para concienciar de que la única solución para combatirlo no es otra sino investigar.

Porque el cáncer, como enfermedad pandémica, es cosa de todos: sociedad, instituciones y gobierno.

De esta forma lo ve Marta Cardona, directora de CRIS contra el cáncer que busca en estos actores una mayor implicación.

“El cáncer es cosa de todos. ¿Quién no tiene un ser cercano paciente oncológico? Un hermano, una madre, un hijo o una amiga”, indica la directora de la fundación.

1 de cada 3 personas vamos a desarrollar cáncer a lo largo de nuestra vida. Así lo señala Cardona, que define el cáncer como la principal causa de muerte en la sociedad occidental.

Además, añade, cada vez se diagnostican tumores en personas más jóvenes, por lo que se convierte en una necesidad mayor encontrar una solución.

De hecho, la pandemia del SARS-CoV-2 ha demostrado que el esfuerzo por encontrar una solución a corto plazo supone una gran diferencia. Por eso, en la fundación fijan en 2040 la meta. Para entonces pretenden contar con una cura contra el cáncer.

Una campaña, tres historias de pacientes con cáncer

A través del testimonio de pacientes oncológicos, la campaña pone en valor el papel de la investigación del cáncer y da voz a situaciones que de otra forma pasarían desapercibidas.

La idea sobre la que se incide es clara: Sin investigación no estarían donde están hoy.

Nuria Caldes, 48 años

“El cáncer nos afecta a todos y, por ello, todos somos parte implicada de la solución”

campaña CRIS contra el cáncer
Nuria Caldes. Imagen cedida por Fundación CRIS contra el cáncer

Recibió el diagnóstico de cáncer en la primera mamografía de control rutinario que se realizó. En ella le detectaron un cáncer de mama en estadio 2.

Nuria entró en quirófano una semana después. Ha sido tratada con quimioterapia y radioterapia. Posteriormente, le extirparon el útero y las trompas de Falopio.

Hoy está siendo tratada con terapia hormonal y continúa con revisiones médicas cada cinco meses.

Sus hijos, su familia y el deporte, que no ha dejado de practicar nunca, han sido sus grandes pilares durante todo su tratamiento.

José David Sotillo, 27 años

“La investigación es el único camino para ganar al cáncer. Gracias al acceso a los ensayos clínicos, y a la investigación, estoy vivo”

jose david, #cambialahistoriadelcáncer
José David Sotillo. Imagen cedida por Fundación CRIS contra el cáncer

Le detectaron cáncer en una revisión médica laboral y recién casado: leucemia linfoblástica.

Se le realizó un trasplante de médula, de su madre, hace 2 años.

Ha sufrido una recaída y actualmente está en un ensayo clínico.

María, 16 años

“Gracias al trabajo de la fundación CRIS contra el cáncer hay unidades especializadas en hospitales públicos. Yo soy paciente de la Unidad CRIS de cáncer Infantil”

maria, campaña #cambialahistoriadelcáncer
María, a la izquierda. Imagen cedida por Fundación CRIS contra el cáncer

Con 12 años fue diagnosticada de leucemia, cáncer infantil.

Se ha sometido a dos trasplantes de médula ósea, el primero de su hermana, 100 % compatible. Dos años después necesitó un segundo trasplante, esta vez de su madre.

Actualmente, María acude a sus revisiones y toma pastillas de quimioterapia.

La fundación de CRIS, otra historia de superación

Lola Manterola en 2007 fue diagnosticada de un mieloma múltiple, un tumor todavía incurable a día de hoy.

Las carencias que vislumbró desde dentro, como paciente, hicieron que junto con su marido, Diego Megía, se comprometieron activamente al desarrollo de la investigación contra el cáncer, fundando en 2010 la Fundación CRIS (Cancer Research Innovation Science) contra el cáncer.

En la actualidad la Fundación funciona en España, Gran Bretaña y Francia y, además de contar con más de 65.000 socios, ha puesto en marcha numerosos proyectos que suponen una gran diferencia.

De esta manera, la razón de ser de la fundación es brindar a todos una segunda oportunidad, aquella que la fundadora tuvo en su momento.