Las enfermedades renales son una amenaza para la salud tanto como las cardiovasculares o las neurológicas. Con motivo del Día Mundial del Riñón, 10 de marzo, EFEsalud ha organizado un debate con cuatro especialistas. La prevención desde la infancia y el apoyo psicosocial, dos de las necesidades
Día Mundial del Riñón: prevención desde la infancia y apoyo psicosocial
No esperar a ser mayor para cuidar los riñones y el apoyo psicosocial a los pacientes, más allá de mantener y fortalecer la asistencia médica y sanitaria, son dos mensajes centrales de los especialistas ante el Día Mundial del Riñón, que se conmemora mañana, 10 de marzo.
El lema de este año ante esta jornada, que tiene como objetivo dar visibilidad a estas patologías, vuelca su mirada en la infancia: “Enfermedad Renal y Niños. Actúa pronto para prevenirla”.
En este contexto, la Agencia EFE y EFEsalud han impulsado una mesa redonda con especialistas para analizar la enfermedad renal desde diferentes ángulos: médico, enfermería, psicología e infancia.
A la cita y al debate han asistido el director médico de la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo, Roberto Martín, nefrólogo; el doctor Ángel Alonso Melgar, jefe de la sección de Nefrología Pediátrica del hospital de La Paz; la enfermera María Jesús Pascau, supervisora del servicio de Nefrología Infantil de La Paz; y Maite Marín, psicóloga del Grupo de Apoyo al paciente de la Fundación Renal.

Uno de los puntos de partida de la mesa redonda, moderada por el director de EFEsalud, Javier Tovar, fue el siguiente: el riñón no es un órgano menor en relación con otros, como por el ejemplo, el corazón o el cerebro.
Enfermedad renal, riesgo para otros órganos, como el corazón
“La mayoría de las enfermedades que afectan al riñón también afectan al corazón. La primera causa de insuficiencia renal es la diabetes; no existen enfermedades que puedan afectar solo a los riñones”, explica el doctor Martín.
“Quizá -completa el doctor Alonso Melgar- hemos tendido a menospreciar los riñones respecto a otros órganos, ya que desde hace tiempo contamos con la diálisis y los trasplantes”.
Unas 55.000 personas padecen insuficiencia renal en España, la más común de las enfermedades renales; con unos 6.200 enfermos nuevos al año.

La enfermedad renal es silente en adultos; muchas veces no da la cara, aunque síntomas de carácter general son el cansancio, la falta de apetito, hinchazón en los pies, vómitos o dolores óseos, relata Roberto Martín, quien remarca la importancia de la prevención: control de diabetes, hipertensión y obesidad; evitar el tabaco; y desarrollar una dieta equilibrada conjuntamente con la práctica de ejercicio.
Este especialista aporta algunos datos: más del 60 por ciento de las personas que empiezan diálisis al año superar los 65 años, y un 30 por ciento, los 75.
La incidencia de la insuficiencia renal -expresa el doctor Martín- no estaba creciendo en adultos, pero en los últimos años ha vuelto a repuntar. Aún no se sabe el motivo. Los diabéticos y los hipertensos tienen que cuidarse y llevar hábitos de vida saludables”.
Atención a niños y adolescentes
En la infancia, hay una prevalencia de 100 casos por cada millón de habitantes, con unos 400 niños menores de 18 años con tratamientos sustitutivos; en la mayoría de los casos de nefrología pediátrica, se opta por el trasplante, explica el doctor Alonso.
“Los niños -subraya la psicóloga Maite Marín- se adaptan mejor que los adultos, porque incorporan todo con normalidad. Los pacientes renales adultos no lo hacen así, para ellos entrar en diálisis supone un cambio en su vida bastante importante”.
María Jesús Pascau pone el acento en el trabajo con las familias cuando se diagnostica enfermedad renal a un niño: “La A del Abc es integrar a la familia en el tratamiento y en la dinámica de trabajo”.

Más complicado que tratar a los niños afectados es hacerlo con los adolescentes. “La adolescencia se caracteriza por el rechazo a las normas y las emociones son muy intensas, y ello explica que en parte se abandonen”, advierte la psicóloga.
“La adolescencia es un reto, porque no hay dos adolescentes iguales… es una etapa en la que quieren alejarse de la figura paterna y hay que lograr individualizar la relación para que no dejen los tratamientos”, completa la enfermera.
El lema de este Día Mundial del Riñón, vinculado a la infancia, resalta el doctor Alonso Melgar, es importante, no solo por el diagnóstico en los niños, sino desde el punto de vista de la prevención, y acentúa aspectos como una dieta sana y equilibrada, eludir los refrescos edulcorados, tomar agua como hidratante universal y hacer ejercicio con regularidad.
Más apoyo psicosocial, es fundamental
Los cuatro ponentes de esta mesa redonda en EFEsalud coinciden en que el apoyo psicosocial es fundamental, pero no tiene el respaldo suficiente por parte de las administraciones, con el que sí se cuenta desde el enfoque médico asistencial.
“La enfermedad produce vulnerabilidad tanto para el enfermo como para su entorno. Hay familias que miran para otro lado, mientras otras tienden a sobreproteger”, señala Maite Marín, mientras el doctor Alonso resalta que el exceso de protección se da más en los países mediterráneos que en los anglosajones.
La enfermera María Jesús Pascau enfatiza lo siguiente: “En nuestra relación con los afectados nos convertimos en expertas del apoyo emocional, pero nos falta el apoyo profesional de los psicólogos. Tenemos que manejar la sobreprotección. En adolescentes o personas que pierden un riñón, lo que se manifiesta es la frustración”.
“Pero creo -prosigue- que el auténtico estigma social es la pena. No se les rechaza, pero sí dan pena. Y a nadie le gusta generar este sentimiento; y manejar el enfado que esto conlleva es difícil. En el entorno hospitalario son personas normales, pero cuando salen a la calle, lo que ven en los ojos de la gente que les mira, no les gusta”.
Los cuatro expertos también apoyan que los pacientes deben hacerse responsables de su enfermedad y desarrollar un sentido activo y colaborador con el apoyo de médicos, enfermeros y psicólogos.
El reto de las enfermedades renales para estos cuatro especialistas pasa por consolidar un mensaje de esperanza y optimismo a pacientes y familiares, y de prevención desde la infancia con hábitos y estilos de vida saludables.

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