El investigador José María Ordovás propone diseñar dietas que beneficien a un conjunto de personas con la misma disposición genética, “tribus”, frente a un programa individual de alimentación, algo que permitiría prevenir enfermedades desde la infancia.

Dietas para nuevas tríbus genéticas
El director del Laboratorio de Nutrición y Genómica del Centro de Investigación Nutricional de Boston, José María Ordovás, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. EFE/Esteban Cobo
  • 19 de julio, 2012
  • Santander/EFE

Ordovás, quien dirige el Laboratorio de Nutrición y Genómica del Centro de Investigación Nutricional de Boston, ha explicado los detalles de esta propuesta, que puede convertirse en una “bola de cristal” de nuestro historial médico.

El experto en nutrición e investigador en este campo ha planteado esta posibilidad con motivo del curso magistral sobre nutrigenómica, que imparte esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Tras el “hito” que supuso el Proyecto Genoma Humano (PGH), para identificar la composición de la secuencia de ADN, este investigador ha afirmado que el siguiente paso es agrupar los elementos comunes en la composición biológica de determinados grupos de personas, las “tribus genéticas”.

Definir estos colectivos proporcionaría a la ciencia, según ha explicado, los “instrumentos” para actuar contra enfermedades “desde mucho antes del nacimiento”, a través un plan médico concreto para cada historial en el tratamiento de la obesidad, diabetes o, incluso, el cáncer.

“Podemos encauzar al individuo desde los primeros años de su vida”, ha planteado, lo que en la práctica se traduce como una dieta que “explote la capacidad” de cada individuo potenciando sus capacidades y minimizando las amenazas.

El “somos lo que comemos” pone en este modelo su atención, no sólo en el qué comer o cuánto comer, sino también en qué momento hacerlo, introduciendo así la cronobiología, que estudia cómo afecta a los individuos la ingesta de alimentos en cada hora del día.

Ordovás ha subrayado que es un “ajuste del tratamiento” extra que responde a la diversidad de polimorfismos (variaciones de una determinada parte de la secuencia de ADN que comparten individuos de una población), que influyen en aspectos como tener más actividad de día o de noche, algo que hace del hombre “alondras o búhos”.

En su exposición, ha negado que estas nuevas dietas busquen aumentar la esperanza de vida, ya que, de aplicarse correctamente, no eliminaría aquellas enfermedades para las que el individuo tiene mayor predisposición, pero podría retrasar su aparición hasta veinte años.

Sobre la llegada de este modelo, ha dicho que no “se atreve” a poner una fecha, ya que, por el momento, su estudio se encuentra en fase de ensayo.