Dar visibilidad y generar cambios en los modelos sexuales de los españoles son los principales objetivos que persiguen los médicos y psicólogos que acaban de crear el Observatorio de Salud Sexual (ONSEX) en un escenario de manadas, abuso sexual, copia de modelos pornográficos y aumento de enfermedades de transmisión sexual entre los más jóvenes

Educación sexual, clave en un escenario de manadas y pornografía

Educación sexual, clave en un escenario de manadas y pornografía

  • 15 de marzo, 2019
  • Pilar González Moreno

Así lo ha explicado a EFEsalud su director, el doctor en medicina, sexólogo y psicoterapeuta, Carlos San Martín Blanco, para quien la ausencia de una educación sexual seria y transversal en España, tiene mucho que ver con la realidad que se vive hoy.

“La educación sexual es algo anecdótico y puntual en  España, no es transversal y al final las cosas ocurren por algo”.

Estamos viendo situaciones de abuso, manadas, sexualización de los menores a través de la pornografía que genera estilos de relación basados “en la cosificación de la mujer y expectativas irracionales”.

En su opinión todo este conjunto deriva en conductas que cuando nos son delictivas son muy perjudiciales para la salud sexual de la población.

Con ONSEX se quiere formar una plataforma que aglutine profesionales de la salud y otras áreas de la población para actuar “desde la investigación y la experiencia”, uniformar estrategias y lograr patrones racionales y positivos de sexualidad.

Para la coordinadora general de este observatorio, la doctora y también sexóloga Ana Rosa Jurado es además muy importante implicar al sector sanitario en la educación sexual de sus pacientes porque, a su juicio, “no están cumpliendo esta función por falta de formación” .

La Fundación Española para el Estudio de la Menopausia (FEEM), la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual, la Asociación Española de Sexología Clínica (AESC) o el Círculo Español para el Estudio de la Salud (CLEIS) son algunas entidades colaboradoras de este Observatorio.

Observar la realidad

El ONSEX se propone en definitiva observar la realidad actual de la salud sexual (datos y estadísticas, modas y tendencias); detectar carencias (educacionales, de recursos humanos y económicos), y promover iniciativas que palien las carencias detectadas.

Otras metas se centran en dar visibilidad y recabar recursos para conseguir una educación sexual integral, basada en la evidencia científica y el consenso multidisciplinar de los profesionales e instituciones.

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Carlos San Martín y Ana Rosa Jurado, sexólogos de ONSEX

También crear y fomentar campañas específicas que permitan la sensibilización y prevención de las patologías producidas por modas y tendencias que impiden la promoción de la salud sexual.

Enfermedades de transmisión sexual

Sobre la mesa también se puso de manifiesto, en la presentación de este proyecto, el “preocupante” aumento de las enfermedades de transmisión sexual entre los adolescentes y los más jóvenes, como la sífilis o la gonorrea.

Tanto es así que ya hay casos registrados de diversas Infecciones de Transmisión Sexual en menores de 15 años, mientras que el segmento de edad de 15-19 supera en varias de ellas a los mayores de 35 años.

Son datos del informe Vigilancia Epidemiológica de Infecciones de Transmisión Sexual 1995-2015, último disponible y publicado en 2017 por la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad.

Panorama sombrío

Otros datos que dibujan un panorama sombrío son los casos de sífilis en España, que han pasado de 700 a unos 4.000 en solo 15 años, lo que representa casi seis veces más.

La infección gonocócica (gonorrea) se ha multiplicado por cinco en el mismo periodo (2000-2015).

Ambas tienen ahora registros notablemente peores que en 1995, cuando podría pensarse que había menos acceso a la información y educación sexual que veinte años después.

Otras infecciones de transmisión sexual como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el virus del papiloma humano (VPH), la clamidia o el herpes genital también presentan registros ascendentes, especialmente entre menores de 25 años, donde se concentra el 50 % de los casos de infecciones.

En sus conclusiones se afirma que se mantiene la tendencia creciente en  estas infecciones sometidas a vigilancia epidemiológica, observada a partir del inicio de la primera década de 2000.

La información procedente de la notificación individualizada muestra mayor afectación en hombres que en mujeres a excepción de la infección por C. trachomatis.

Adultos jóvenes

La mayoría de los casos se produjeron en adultos jóvenes aunque se observan algunas diferencias según la enfermedad.

El porcentaje de casos notificados en menores de 25 años fue máximo en los casos de gonococia (26,2 por ciento).

Salud sexual: los mayores

También la salud sexual de los más mayores tiene cabida en este observatorio.

En su recién creada web se pueden leer artículos como el firmado por José Luis García, psicólogo clínico del servicio de salud del gobierno de Navarra.

En su introducción ya aclara que uno de los mitos más extendidos en nuestra cultura , en lo que se refiere a la dimensión afectivo-sexual de las personas mayores, es que la capacidad de amar y disfrutar de los afectos y la sexualidad tiene unos límites más o menos arbitrarios.

Bien sea por la edad, cambios fisiológicos específicos u otras razones más socioculturales, limites que podrían situarse en torno a la menopausia femenina y la andropausia masculina.

Es sabido que la sexualidad, entendida ahora como una dimensión humana importante en el desarrollo evolutivo, en las relaciones interpersonales o en la salud de las personas, ha sido escasamente valorada en la cultura occidental, circunstancia que ha afectado más a ciertos grupos de población.

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Sexualidad estigmatizada

Por ejemplo, la sexualidad ha sido más estigmatizada en la infancia, en la tercera edad y en otros sectores como la población con discapacidad intelectual.

En este artículo cita diversos autores para señalar también que en los ancianos se ha creído no solo que no tenían necesidades de esta naturaleza sino que se ha llegado a pensar que su expresión era inadecuada, de mal gusto o incluso evidenciaba una sintomatología patológica.

Explica además el autor que la sexualidad “es una parte de la necesidad de establecer relaciones que tenemos todos los seres humanos”.

“También es un componente de la necesidad de amor y afecto. Unos la viven de un modo y otros de otro. Unas personas la desarrollan de manera más gratificante y otros menos. Para algunas personas es una fuente de armonía y satisfacción y para otras es un elemento de conflicto y tensión, y cada cual tiene su propia manera de llevarla a cabo”, señala el psicólogo clínico.