El ejercicio físico es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema cardiovascular, metabólico, endocrino nervioso y el aparato locomotor. Es bien conocido su beneficio en la osteoporosis, hipertensión, diabetes mellitus o enfermedades respiratorias. Hoy, 23 de julio, se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Sjögren, una enfermedad reumática autoinmune que afecta mayoritariamente a mujeres. La marcha nórdica es un deporte de bajo impacto recomendable para estos pacientes

Ejercicio físico, aliado de los pacientes con Síndrome de Sjögren
Carmen López Valiente llega a la meta en una competición de marcha nórdica/ Foto: Jesús Picó
  • 23 de julio, 2019
  • MADRID/EFE/REDACCIÓN SALUD

La tasa de incidencia de este síndrome es de 5 casos por cada 100.00 habitantes, informa la Sociedad Española de Reumatología.

"Realizar alguna actividad física de forma regular y controlada es una excelente forma de cuidar el aparato locomotor y evitar la atrofia muscular y la anquilosis de las articulaciones. Por ello se debe considerar como una parte importante del tratamiento de los pacientes con Síndrome de Sjögren”, recuerda y resalta la doctora Mónica Fernández Castro, reumatóloga en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) y experta en esta patología.

Sobre la práctica de ejercicio físico, Carmen López Valiente, doctora en Biología y profesora de enseñanza secundaria, portavoz de la Asociación Española del Síndrome de Sjögren (AESS) y paciente diagnosticada desde hace seis años, subraya: "Además de mejorar la coordinación, aumentar el tono muscular y favorecer la disminución de los parámetros asociados al síndrome metabólico que puedan aparecer en estos pacientes, puede ser una forma de sociabilizar con otras personas, de manera que contribuye a reducir la depresión o ansiedad y a mejorar la autoestima”.

Y corrobora el beneficio de realizar ejercicio físico de forma habitual e insiste en la necesidad de que “esté supervisado por el médico y un profesional de la actividad física y el deporte”.

La marcha nórdica

El tipo de actividad debe adaptarse a cada paciente, aunque, “como norma general se recomienda un ejercicio diario, de intensidad leve, evitando los lugares secos y con una hidratación externa continuada”, apunta la reumatóloga.

La marcha nórdica es un deporte de bajo impacto que se adapta a dicha prescripción ya que moviliza el 90 por ciento de la musculatura del cuerpo ejercitando tanto el tren inferior como el superior, al tiempo que favorece la flexibilidad articular y mejora la coordinación.

Un estudio relaciona los beneficios de la marcha nórdica con la mejora de la calidad de vida de los pacientes con Síndrome de Sjögren. "Después de leerlo -indica Carmen López Valero- decidí probar y busqué un instructor titulado en la técnica que me enseñara. Ahora practico casi todas las semanas e incluso participo en competiciones con mi equipo Redolat Team”.

síndrome de Sjögren
Carmen López Valiente durante una competición de marcha nórdica/Foto: Leo Cañamares

Hábitos dietéticos

“El ácido graso Omega-3 es un nutriente con muchísimos beneficios para la salud en general y para cuidar la salud visual en particular. Su consumo mejora la calidad de la lágrima y evita que se evapore, por lo que es muy recomendable que esté presente en la dieta de los pacientes con Síndrome de Sjögren”, apunta la doctora Fernández Castro.

Los alimentos más ricos en ácidos grasos Omega-3 son el pescado azul, como salmón, sardina, boquerón, atún, caballa o trucha, junto con los mariscos como cangrejo, gambas, centollos, ostras o mejillones.

Las semillas también son conocidas por su aporte en este ácido, siendo las de lino y chía en las que tiene más presencia. Entre los frutos secos destacan las nueces. A esta lista de alimentos hay que añadir el aceite de oliva, el aguacate, las verduras de hoja verde, como la lechuga y las espinacas, y la avena.

Otro de los factores muy importantes para estos pacientes es mantener una adecuada ingesta hídrica, y en este sentido se recomienda tomar agua tanto en las comidas, para ayudar a pasar el alimento, como entre las mismas; y llevar una botella de agua para beber con frecuencia pequeños sorbos durante todo el día.

Otras recomendaciones de la especialista son la ingesta de leche, ya que es un potente hidratante y aporta calcio y fosfatos que contribuyen a la remineralización de los dientes”; y el consumo regular de frutas y verduras.

Conviene evitar el consumo de alimentos secos, ásperos, picantes, ácidos, salados o a temperaturas extremas, ya que tienden a irritar la mucosa bucal. Al igual que el café, el alcohol o el tabaco, esencial que se eviten.

Para evitar la sequedad bucal puede ser beneficioso masticar chicles o chupar caramelos libres de azúcar, puesto que estimulan las glándulas salivares.

Cuidado bucal

“Debido a la susceptibilidad de los pacientes con xerostomía a presentar caries, se les debe recomendar que limiten el consumo de alimentos y bebidas con azúcares refinados o ácidos”, aconseja la doctora Mónica Fernández.

Las personas que padecen boca seca poseen un riesgo mayor de desgaste dental, erosión y caries, por lo que se recomienda una higiene bucodental correcta, es decir, cepillarse los dientes cuidadosamente con un cepillo suave después de cada comida, utilizar hilo dental por lo menos una vez al día y usar enjuagues bucales específicos para la boca seca, ya que son eficaces para evitar infecciones.

Sobre el Síndrome de Sjögren

El Síndrome de Sjögren es una enfermedad reumática, autoinmune y crónica. Se puede presentar aislado, por lo que se denomina primario o asociado a otra enfermedad, la más frecuente la artritis reumatoide.

Los síntomas clínicos principales están relacionados con la destrucción de las glándulas exocrinas y son: la sequedad ocular (xeroftalmia) por disminución de la secreción lacrimal, la sequedad bucal (xerostomía) por disminución de la secreción de saliva y la sequedad nasal y vaginal.

También es muy frecuente el dolor articular, muscular y el agotamiento que puede llegar a ser extremo.

Esta patología afecta de manera predominante a mujeres, con una tasa de prevalencia del 0,33 % de la población adulta en España, según el estudio EPISER 2016, por lo que se trata de una enfermedad frecuente, a pesar de no ser muy conocida entre la población general.

En este sentido, Carmen López recomienda a los pacientes que hayan sido diagnosticados ponerse en contacto con asociaciones de pacientes, como la AESS (aesjogren.org), para que puedan resolver dudas y estar en contacto con otros pacientes, así como, “confiar en su médico reumatólogo, hacerle las consultas pertinentes sobre el tratamiento y pedirle consejos complementarios como los referidos al ejercicio físico, dieta, etc. o ayuda psicológica, en caso de precisarla”.

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