La Organización Nacional de Trasplante (ONT) tiene sus líneas abiertas las 24 horas de todos los días del año

El traslado de órganos para el trasplante constituye una actividad que se lleva a cabo siempre, bien sea por aire o por carretera, “in extremis”, y por lo tanto se trata de una tarea que nunca está exenta de riesgos.
Precisamente la pasada madrugada fallecieron dos pilotos que viajaban a bordo de una avioneta que partió de Oporto -donde recogió un corazón para trasplante- y que se estrelló cerca del aeropuerto de Santiago de Compostela tras haber dejado el órgano en el aeropuerto asturiano situado en las inmediaciones de Avilés.
Fuentes del Ministerio de Sanidad han explicado a Efe que el protocolo de actuación que se sigue en el caso de órganos válidos para el trasplante es siempre similar.
Procedimiento rápido y efectivo
El proceso comienza cuando hay un hospital con un posible donante, en cuyo caso se pone en contacto con la Organización Nacional de Trasplante, que tiene sus líneas abiertas las 24 horas de todos los días del año.
A continuación, la ONT localiza cuál es el receptor más adecuado y, una vez identificado, deciden cuál es el método de transporte para el órgano más adecuado.
Para distancias cortas se utiliza habitualmente la ambulancia, mientras que el avión se emplea para trayectos superiores a las dos horas.
Los aviones pertenecen a empresas que trabajan y colaboran habitualmente con la ONT, y una vez localizado el aparato más próximo, el personal de enfermería agiliza los permisos de aviación civil y otros trámites administrativos.
Hasta este momento, el proceso se ha prolongado durante unas dos horas, según las mimas fuentes.
El caso de tratarse de un órgano vital, un equipo médico procedente del hospital receptor suele trasladarse al lugar donde se encuentra el donante para participar en la extracción y recibir ese órgano.
Si no se trata de un órgano vital, ese equipo médico espera en el hospital en el que se va a practicar el trasplante.
Los protocolos de actuación implantados en España y en los países de su entorno prevén que si el órgano para donar no tiene un receptor adecuado en el país de origen, se ofrece a países del entorno.