El desarrollo físico, cognitivo, emocional y social de los bebés está relacionado intrínsecamente con algo tan simple como gatear. ¿Conoces todos sus beneficios?

Gatear, clave para el desarrollo del bebé
Imagen cedida por Colexio de Podólogos de Galicia

¿Sabías que suprimir el gateo puede tener graves consecuencias psicomotoras y psicológicas en los más pequeños? Para garantizar su correcto desarrollo los expertos insisten en la importancia de gatear antes de andar. Eso sí, pasar por esta fase dependerá de cada cual.

Así lo indican desde el Colexio de Podólogos de Galicia (COPOGA) que señalan los beneficios que reporta esta actividad y su influencia en el aprendizaje de habilidades básicas para el crecimiento. Porque pasar o intentar fomentar el bipedismo tiene sus peligros.

Beneficios del gateo

El gateo normalmente se inicia entre los 8 y los 11 meses de vida.

Los expertos distinguen sus principales beneficios:

  • Autonomía. El beneficio más importante es la autonomía que ganan en el proceso. Desplazarse con libertad y seguridad en el espacio dota de confianza a los más pequeños.
  • Habilidades físicas y cognitivas. El desplazamiento sobre las cuatro extremidades también fomenta la mejora de numerosas habilidades físicas y cognitivas.
    • El descubrimiento autónomo de nuevos espacios fomenta el sentido de la vista y el tacto.
    • La alternancia de manos y piernas en coordinación desarrolla la función neurológica y el desplazamiento estable, equilibrado y organizado.
    • Estos movimientos le permiten al pequeño:
      • Tonificar la musculatura
      • Mejorar la coordinación visual con la motora de los miembros superiores e inferiores
      • Desarrollar su columna vertebral, ayudándolo a mantenerse erguido.
bebé-gatear-postura
Imagen cedida por el COPOGA

Accesorios no recomendados

En el momento de su nacimiento, la columna vertebral del bebé presenta forma de “C”. Es precisamente por el gateo que el bebé desarrolla la curva inferior de su espalda, así como los músculos que le permitirán ponerse de pie y caminar erguido.

En este sentido es de vital importancia prestar atención al uso de ciertos accesorios que, aunque puedan parecer que potencian el desarrollo y el crecimiento del bebé, pueden debilitar su columna y sus articulaciones.

¿Andadores para los más pequeños?

Es el caso de los andadores. Desde el COPOGA se insiste en el peligro que pueden llegar a entrañar:

  • Alta probabilidad de sufrir accidentes. La probabilidad de sufrir accidentes que deriven en fracturas, como puede ser la caída por las escaleras, es muy alta.
  • Ralentización del inicio de la marcha. Al ser una ayuda, despoja a los niños de esa autonomía y libertad que le da el gateo.
  • No reporta ningún beneficio. Por si fuera poco, el uso de este accesorio no reporta ningún beneficio, por lo que los expertos aconsejan evitarlo.

Gatear con total libertad

El gateo es una etapa fundamental en el desarrollo del bebé. Así lo determinan los podólogos, que inciden en la libertad que se le ha de proporcionar al pequeño en este sentido.

“Es importante permitir que el bebe gatee, se siente o camine cuando se sienta preparado. El papel de los padres consiste en estimular a su hijo sin presionarlo, ya que la aceleración forzada de estos procesos podría interferir negativamente en su desarrollo”, aseguran los podólogos.

¿Y si el pequeño no gatea?

Sin embargo, si el bebé no gatea y comienza a dar sus primeros pasos erguido, no es preocupante, ya que no todos los bebés tienen que atravesar esta etapa. Aunque los beneficios del gateo son múltiples, la ausencia de esta fase no implica la existencia de problemas en el desarrollo de los niños.

Si realmente le preocupa que no gatee, existen algunas técnicas para animar al menor a gatear, que pueden comenzar, por ejemplo por colocarlo boca abajo mientras juega.

NO al calzado “preandante”

Calzarse es una rutina más en el día a día, un hábito que se ha extendido a los más pequeños de la casa, aunque esto no signifique que sea la manera correcta de proceder. Y es que calzar a los más pequeños a edades muy tempranas, antes de gatear o caminar, impide que los bebés reciban multitud de sensaciones a través de los pies y, por si fuera poco, les añade un peso excesivo. Así, el conocido como calzado preandante no es una opción.

Desde el COPOGA recomiendan encarecidamente dejar descalzos a los bebés, evitando incluso calcetines o similares.

Es más, hasta los 18 meses de vida, el pequeño aún no ha empezado a andar y su pie sirve para explorar el entorno. Por ello, el calzado solo deberá estar destinado a proteger el pie del frío y de los golpes. Así, el zapato deberá ser muy blando, prácticamente calcetines. Y, si el tiempo lo permite, dejarlo descalzo siempre será la mejor opción.

Más allá de las recomendaciones, los profesionales indican que la podología infantil no se limita únicamente a la corrección de deformidades o alteraciones en los pies de los niños. Por ello, recomiendan encarecidamente las revisiones periódicas para prevenir y tratar a tiempo posibles afecciones que puedan desarrollar durante el crecimiento.