Un total de 48 sociedades científicas, médicas y asociaciones de pacientes han elaborado y consensuado una guía dirigida a los profesionales sanitarios para el manejo de las personas que padecen covid persistente, un 10% después de doce semanas desde el inicio de los síntomas, porcentaje que se incrementaría si se considera esta persistencia a partir de las cuatro semanas

Así se explica en la “Guía clínica para la atención al paciente covid persistente o long covid”, un proyecto colaborativo coordinado por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y los colectivos de pacientes Long Covid Acts.
Hay entidades que consideran covid persistente cuando los síntomas permanecen más de allá de las 12 semanas del inicio de síntomas, el 10% de los contagiados, pero otras ponen el límite de la persistencia en las 4-6 semanas tras el contagio.
“Más allá de este límite convencional, debemos reconocer que tendremos que enfrentarnos en los próximos meses con una gran avalancha de afectados” por covid persistente, según los autores del documento.
Durante los primeros meses, esta situación pasó desapercibida en la comunidad científica hasta que varios estamentos de prestigio han ido aceptando, de forma progresiva, su existencia, exponen en el documento.
“A medida que ha evolucionado la pandemia de la covid-19 la comunidad científica empieza a tomar conciencia de que esta infección es como un gran iceberg, en cuyo vértice podemos encontrarnos con los pacientes que en su fase aguda de la enfermedad sufren graves complicaciones que incluso ponen en peligro su vida y que, junto con el gran número de contagios que se van produciendo día a día, constituyen la parte visible de este iceberg”, señala la guía.
“Pero en su base -añade- se van acumulando aquellos que más allá de la afectación aguda no consiguen recuperar su estado vital previo”, lo que se denomina covid persistente.

Una guía de covid persistente para los sanitarios
Desde la SEMG y LONG COVID ACTS, junto al resto de entidades participantes, solicitan la valoración e integración de esta Guía Clínica para la Atención al paciente COVID persistente / Long COVID en los protocolos de asistencia del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Y por eso la han presentado oficialmente y remitido a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, a las diferentes consejerías de salud, así como al Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España y otros colegios profesionales. También se ha enviado al Departamento de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “para que tenga conocimiento del trabajo colaborativo realizado en España”.
El objetivo es que los profesionales sanitarios la tengan como documento de base a la hora de atender en sus consultas a pacientes afectados por sintomatología covid-19 de larga duración y éstos no se sientan ‘huérfanos’ de asistencia, como ha ocurrido desde que comenzó la pandemia, apuntan.
“Se trata de una respuesta sanitaria más adecuada a las necesidades en materia de salud de un grupo poblacional que crece de forma paralela al aumento de los contagiados” por el coronavirus, señalan en un comunicado.
Los autores consideran “fundamental realizar una asistencia compartida entre los diferentes niveles asistenciales y especialistas que intervienen en su atención, en cuyo centro se sitúe siempre al paciente, al lado de los profesionales de Atención Primaria, que serán sus referentes”.
Un documento dinámico
Esta guía nace como un documento dinámico, que se actualizará según las evidencias disponibles.
En ella se describe la enfermedad y, entre otras cosas, se enumeran las posibles dianas terapéuticas y evidencias científicas, los tratamientos o la vacunación frente al coronavirus.
El SARS-CoV-2 causa distintas manifestaciones clínicas agrupadas bajo el término covid-19, siendo la presentación clínica más frecuente la infección respiratoria aguda (IRA) que incluye distintos cuadros respiratorios, y varía desde un resfriado común hasta cuadros de neumonía grave con síndrome de distrés respiratorio, shock séptico y fallo multiorgánico.
Los síntomas más frecuentes son: fiebre (38.1-39º) en un 88.7 %; tos seca en el 67.8 %; disnea en el 18.7 %; mialgias en el 14.9 %; cefalea en el 13.6 % o diarrea en el 3.8 %.
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