Las infecciones de orina en la mujer, tan reales como la vida misma

Las infecciones de orina en la mujer, tan reales como la vida misma

"Cabe recordar que una de cada siete mujeres sufrirá una infección de orina cada año, y en un tercio de los casos este tipo de patología derivará en una cistitis de repetición, es decir, otras dos o tres infecciones más anuales", apunta.

"¿Y a qué especialista acuden para resolver estos problemas miccionales? -se pregunta la tocoginecóloga de la Clínica Gine-3 de Barcelona, experta en calidad de vida de la mujer-, pues, en principio, a su 'gine', que hace las veces de médica de cabecera", responde orgullosa.

"¡Me encanta que se acomoden en la silla de mi consulta, donde se habla de lo divino y de lo humano, con el único fin transformar su rictus avinagrado en una expresión placentera de alivio", comparte con tod@s nosotr@s.

¿Y esta enfermedad es un problema social? -se pregunta de nuevo como excepcional gineperiodista que es-, sí, es un problema en nuestro modelo de sociedad, ya que desde mi punto de vista no se le hace mucho caso a la salud de las mujeres", atiza las brasas.

"Por ejemplo, se generan una mayor cantidad de absentismos laborales, puesto que no se puede ir al trabajo si te encuentras mal física y mentalmente", destaca con la luz reflejada en sus ojos.

"Pero además, se ocasiona un mayor gasto farmacéutico, resistencia microbiana a los antibióticos, desorden en los medicamentos prescritos y, de paso, se añade la peligrosa automedicación de las madres, hermanas y amigas... "A mí me ha ido fenomenal", alumbra.

Los porqués de las infecciones de orina en las mujeres

Los síntomas que provocan las infecciones de orina en la mujer devienen de la afectación de la vejiga: presión en la pelvis, molestias en el bajo vientre, micciones frecuentes y dolorosas, incluso sangre en la orina. Y de la uretra: sensación de ardor al orinar y secreciones.

Frente a las infecciones de orina, primero hay que aclarar que la recaída y la reinfección no son lo mismo.

"A nivel general, recaída quiere decir que has tenido una infección de orina, la has tratado convenientemente y no se ha resuelto el problema. Reinfección implicaría curación y, posteriormente, volver a tener una infección", opina.

La reacción natural sería eliminar el problema por la vía más rápida, pero no cabe otra opción que pasar por la consulta médica.

"Hace unos años podías ir a la farmacia y pedir un antibiótico, que te dispensaban sin receta. Ahora ya no es posible... ¡Menos mal que ya está regulada esta cuestión! Pero todavía es necesario reducir el número de automedicaciones por consejo de familiares y amigas", recalca la Dra. Sala.

Un grupo numeroso de mujeres acudirá a ginecología porque su infección de orina si estará relacionada directamente con esta especialidad.

"Hablamos de la cistitis poscoital. Esta infección la estudié durante la carrera de Medicina y por aquel entonces se denominaba cistitis de la luna de miel: al parecer, todas las mujeres que se casaban y tenían relaciones sexuales por primera vez cogían una cistitis", rememora.

"La frecuencia y la intensidad en las relaciones íntimas de la pareja podrían ser la causa de estas infecciones maritales. En estos diagnósticos, l@s urólog@s suelen aconsejar monodosis de antibióticos específicos", resalta.

Otro grupo de mujeres, las posmenopáusicas, entran exclusivamente en el departamento de ginecología.

"Sabéis perfectamente que la atrofia urogenital por la edad condiciona el aumento de las infecciones: sequedad de las mucosas vaginales y de los órganos urinarios (vejiga y uretra), causantes de la incontinencia", menciona.

"A estas mujeres siempre, siempre, siempre -repite y repite en todos los videoblogs relacionados- es vital recetarles estrógenos locales, además del antibiótico pertinente para curar su infección urinaria".

Un grupo importantísimo de mujeres con infecciones de orina lo encontraremos en las embarazadas.

"La frecuencia se debe fundamentalmente al efecto compresivo de la placenta sobre el tracto urinario de la gestante (vejiga -no se vacía bien- y uretra -más corta que el varón-), y al aumento de la glucemia en sangre, que incluso podría conllevar diabetes", explica.

En este sentido, es radicalmente esencial tanto la prevención y la detección precoz de las infecciones de orina en las mujeres embarazadas, puesto que son un factor de riesgo que ocasionan partos prematuros, bajo peso al nacer en el bebé, infección y mortalidad perinatal.

En la propia mujer embarazada, anemia e hipertensión.

Para realizar un diagnóstico certero y acabar con la fuerza del microorganismo causante de la infección, es prioritario efectuar la prueba diagnóstica del urocultivo y, consecuentemente, establecer el antibiótico adecuado a través de un antibiograma.

"No cabe un simple análisis de orina", afirma.

¿Cómo podemos prevenir estas infecciones, por recaída y reinfección?

"Cuando preguntas a las mujeres te cuentan que antes de salir de casa por la mañana hacen un pipí y que no vuelven al cuarto de baño hasta el mediodía... No, no es lo aconsejable este hábito, aunque tu puesto trabajo te obligue a permanecer ocho horas en acción, como le sucede a una cajera de supermercado", dice.

"Una mujer tiene que ir al baño a orinar siempre que lo necesite y conviene, además, que vacíe totalmente su vejiga. Su salud es lo primero", subraya.

Y si hablamos del mito "beber mucha agua es bueno" sí que podemos sorprendernos.

"Beber más de dos litros de agua al día provoca la pérdida de los péptidos (moléculas) antibacterianos que contiene la orina. Es decir, chicas, no hace falta que os zampéis tres litros agua cada día", advierte la ginecóloga.

Pero sí funciona acidificar la orina con dos productos, la manosa (monosacárido natural) y los arándanos.

"Su posible beneficio radicaría en inhibir el crecimiento y la reproducción bacteriana (acción bacteriostática) e impedir que los microorganismos se adhieran a las paredes del tracto urinario inferior de la mujer (vejiga y uretra)", anota.

Por otro lado, las autovacunas (medicamento en fluido que se administra a nivel oral, debajo de la lengua) se posicionan como solución inmunoterápica a las infecciones urinarias recidivantes.

"Esta vacuna, elaborada a partir de bacterias muertas o atenuadas extraídas de la flora bacteriana de la paciente, consigue aumentar los anticuerpos en las mucosas genito-urinarias, reduciendo sustancialmente las recaídas y las reinfecciones", expone.

Bueno, amigas del mundo entero, os dejo ahora en manos de la especialista en urología de EFEsalud. Yo termino reiterando que sólo se pueden recetar antibióticos cuando la médica o el médico tengan encima de la mesa el antibiograma resultante del urocultivo.

Dra. Carmen Sala Salmerón, ginecóloga, obstetra, especialista en suelo pélvico y experta en calidad de vida de la mujer.