Un taller desarrollado en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Física y Rehabilitación (SERMEF), que tiene lugar en Sevilla hasta mañana, 18 de mayo, transmite en directo la infiltración ecoguiada de toxina botulínica a pacientes con espasticidad compleja

El Congreso de SERMEF reúne en Sevilla a más de 700 rehabilitadores de toda España y otros procedentes de Portugal. Su objetivo es la formación médica continuada, compartir e intercambiar ideas entre clínicos y promover iniciativas de trabajo para conseguir incrementar la funcionalidad y la calidad de vida de los pacientes.
Uno de los patrocinadores de este evento, el laboratorio farmacéutico Merz Pharma España, ha impulsado en la agenda del Congreso, la celebración de un taller en formato interactivo, celebrado en la tarde de ayer, bajo el título: “Transmisión en directo de infiltración ecoguiada de toxina botulínica. Superando retos en pacientes complejos”.
En el curso de este taller, para facilitar el acercamiento entre especialistas, se realizó una conexión en tiempo real desde el Laboratorio de Análisis el movimiento biomecánico del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, y la sala de prensa del Congreso para visualizar el abordaje de varios pacientes con espasticidad de miembro superior complejos mediante la infiltración de la toxina botulínica sin proteínas complejantes.
Durante 90 minutos, las doctoras María José Zarco, del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, moderadora y organizadora del taller; María Dolores Romero, del Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla; y los doctores Jacobo Formigo, del Complexo Hospitalario de A Coruña; y Carlos Cordero, del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, expusieron los diferentes casos y mostraron como infiltrar a cada paciente con guía ecográfica.
Mientras tanto, unos 200 participantes especialistas en medicina física y rehabilitación siguieron esta sesión en directo “vía streaming”, donde se apreciaron las maniobras para la evaluación de la movilidad del paciente, las imágenes ecográficas, la posición de la sonda durante la infiltración y otros pormenores de esta sesión médica rehabilitadora.

El programa se completó con la posibilidad de resolver dudas a lo largo del taller de forma online con el envío de preguntas a los ponentes a través de WhatsApp.
La espasticidad, ha explicado la doctora Zarco a EFEsalud, es un síntoma que refleja un trastorno del sistema nervioso central, en patologías como daño cerebral adquirido, ictus o traumatismo craneoencefálico, sin olvidar lesiones medulares y enfermedades neurodegenerativas, como esclerosis múltiple.
“En el caso de los ictus -señala esta doctora de la Unidad de Neurorehabilitación del hospital Virgen del Rocío- un 40 por ciento tienen espasticidad, que es una hiperactividad mantenida de la musculatura que altera las características del músculo provocando rigidez”.
Esto supone, prosigue Zarco, complicaciones como contractura de la articulación y problemas de movilidad en el paciente con dificultades para el cuidador para su aseo, cuidado personal, o vestirle.
La espasticidad afecta de forma significativa a la calidad de vida del paciente y de sus familiares y cuidadores.
“La toxina botulínica -expone la doctora- es un tratamiento muy efectivo contra la espasticidad cuando afecta a un miembro o zona del cuerpo”, los músculos de los brazos en el caso del taller desarrollado en el Congreso de SERMEF.
La infiltración de la toxina evita la contracción del músculo afectado. Se puede aplicar cada tres o cuatro meses y su infiltración corre a cargo de un médico rehabilitador, añade la doctora Zarco.
Las preguntas que se formularon en el taller se centraron en la práctica clínica habitual y con la técnica ecoguiada de infiltración, dosis máximas a utilizar con la toxina botulínica de Merz Pharma y el abordaje de los pacientes complejos.
A este respecto, el doctor Carlos Cordero señaló: “Realizar un tratamiento con toxina botulínica con dosis altas permite el abordaje de un mayor número de músculos y patrones de espasticidad de cualquier etiología, pudiendo así flexibilizar y adaptar el tratamiento a las necesidades individuales de cada paciente”.
La toxina botulínica sin proteínas complejantes, según se puso de relieve durante el taller, se ha convertido en uno de los tratamientos más eficaces para aliviar los síntomas de espasticidad y, actualmente se considera como una de las alternativas terapéuticas de elección; se administra por vía intramuscular con el objetivo de conseguir una relajación selectiva del músculo infiltrado.
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