La auxiliar de enfermería contagiada por ébola, Teresa Romero, se encuentra estable, y su carga viral se ha reducido, por lo que parece que la inmunidad de la paciente está siendo capaz de controlar la infección; además, los órganos que tiene afectados “parece que van mejorando”

Así lo ha informado en rueda de prensa el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, miembro del Comité especial para el seguimiento del ébola creado por el Gobierno el viernes pasado.
La jefa del equipo psiquiátrico que está atendiendo al personal sanitario y a las personas que están ingresadas en el Hospital Carlos III, María Fe Bravo, ha destacado que Teresa Romero ha tenido una resistencia “titánica” en la lucha contra el virus.
En declaraciones a los medios, Bravo ha comentado que, desde el primer momento, su labor ha consistido en apoyar a los profesionales que están trabajando con Teresa y con las personas que en observación “para que puedan realizar su trabajo de forma más efectiva y segura”.
“Esto crea una situación favorable para ellos y para la propia enferma porque les permite desarrollar su labor con menores riesgos”, ha añadido la especialista, al frente de un equipo formado por diez psiquiatras y psicólogos.
La psiquiatra ha explicado que el miedo al ébola aumenta en los sanitarios ante la exposición a un riego “tan grave” y que, aunque son profesionales entrenados, pueden necesitar ayuda para controlar la situación que están viviendo, ya que el factor emocional es “importante”.
Bravo ha manifestado que los psicólogos y psiquiatras han ofrecido su ayuda a todas las personas internadas y a los profesionales sanitarios e, incluso, han dado un servicio más individualizado a quien lo ha requerido.
Además, la psiquiatra ha sostenido que las declaraciones de los políticos son “factores del contexto” que “sin duda” tienen influencia en las personas en observación.
Por otra parte, ha pedido a los medios de comunicación que respeten la intimidad de los pacientes en observación para que puedan abrir libremente las persianas y, de este modo, “hacerles más fácil la estancia”.
Asimismo, ha afirmado que los periodistas deben jugar un papel importante y transmitir que una persona que ha estado en situación de aislamiento pero que no tiene síntomas no puede contagiar el virus, ya que esto es “un elemento de rechazo” que “está influyendo emocionalmente” en los aislados.
“Los medios de comunicación son fundamentales para facilitar la integración social de estas personas”, ha apuntado.