La Organización Mundial de la Salud ha pedido a los gobiernos que establezcan nuevos impuestos para las bebidas azucaradas, a las que responsabilizó del aumento de la diabetes, las caries y la obesidad, una patología con dimensiones epidémicas en algunos países. La patronal de refrescos no está de acuerdo con la OMS

Según un estudio presentado hoy, 11 de octubre, con ocasión del Día Mundial contra la Obesidad, aplicar políticas fiscales que generen un aumento del 20 % en el precio final de las bebidas azucaradas supondría una reducción equivalente en el consumo de estos productos.
Los datos aportados por la organización son alarmantes e indican que una de cada tres personas tiene sobrepeso y que 42 millones de niños menores de cinco años entran en esta categoría (once millones más que en el año 2000).
El 11 % de los hombres y el 15 % de las mujeres de la población mundial son considerados obesos.
Paralelamente, la diabetes de tipo 2 se ha multiplicado por cuatro en los últimos treinta años, con 400 millones de adultos con esta enfermedad.
Frenar esta tendencia pasa por reducir el consumo de alimentos con azúcar añadida, pero sobre todo de bebidas azucaradas, en las que el contenido de dulce es mayor y que son más populares entre los niños y jóvenes, señala la OMS.
Una lata de refresco contiene 40 gramos de azúcar libre (monosacáridos, como fructuosa o glucosa), lo que equivale a 10 cucharas de té.
Esto significa que con una sola de estas bebidas un adulto ya consume el máximo recomendado de la ingesta diaria de azúcar y el doble de los 20 gramos diarios que la OMS considera realmente saludable.
“Las bebidas azucaradas son muy fáciles de consumir y se han convertido en un producto muy accesible”, ha explicado el doctor Francesco Branca, jefe del Departamento de Nutrición y Salud en la OMS.
Pese a la gran cantidad de información disponible sobre los efectos perniciosos del consumo excesivo de azúcar, “su consumo no se está reduciendo y en algunas partes del mundo incluso está aumentando”, agrega.
El experto ha revelado que el mayor consumo de ese tipo de bebidas ha pasado de Estados Unidos a Latinoamérica, con Chile y México como los mayores consumidores del mundo, éste último prácticamente al mismo nivel que EEUU.

“Mientras en Estados Unidos vemos cierta reducción en la ingesta de calorías, en los últimos cinco años observamos el movimiento inverso en Latinoamérica”, afirma este especialista.
A las dietas insanas se atribuyen once millones de muertes al año en el mundo y más de cuatro millones por obesidad.
“Sabemos que aplicar impuestos a las bebidas azucaradas es una medida muy efectiva para reducir su consumo, lo que contribuye a la reducción de la obesidad y a prevenir la diabetes”, ha declarado por su parte el doctor Temo Waqanivalu, principal responsable del estudio.
Aunque el contenido de azúcar es mayor en los refrescos o bebidas gaseosas, la OMS considera que las medidas fiscales deben aplicarse de manera proporcional a todas las bebidas con contenido de azúcar, incluyendo los zumos de frutas, bebidas energéticas, bebidas para desayunos y a la leche con sabores.
Waqanivalu ha puesto a México como ejemplo de un país donde el Gobierno ha tomado medidas para frenar el aumento acelerado de consumo de bebidas azucaradas.
Ello mediante el establecimiento, en enero de 2014, de una tasa especial que causó un incremento del 10 % en el precio final del producto.
El impacto ya podía medirse a finales de ese mismo año, con una reducción del 6 % del consumo general y de hasta un 17 % en los sectores de menores recursos, detalla Waqanivalu.
La patronal de refrescos discrepa de la OMS
La patronal de las empresas de refrescos Anfabra ha reaccionado a este informe y ha defendido que gravar con más impuestos las bebidas azucaradas sería una medida equivocada y no implicaría por sí sola una dieta más saludable.
En un comunicado, la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra, que agrupa a empresas como Coca-Cola, Pepsico, Red Bull o Schweppes, entre otras) ha considerado que “los impuestos no solucionan problemas de salud pública” y ha recordado que los hábitos de consumo en España también son diferentes a los de otros países.
“La evidencia indica que los impuestos sobre determinados alimentos y bebidas son por lo general ineficaces y no contribuyen a promover dietas saludables”, han recalcado desde Anfabra.
A su juicio, este tipo de tasas son “injustas y regresivas”, ya que “castigarían de forma especial a la población con menos recursos”.
La patronal ha remarcado que en la categoría de refrescos también existen bebidas sin azúcar y hace hincapié en que la propia OMS reconoce en su informe que medidas como la de aprobar más impuestos “deben estar adaptadas a la situación de cada país, sus hábitos de consumo y estilos de vida”.
Los refrescos aportan de media el 2,1 % de todas las calorías diarias ingeridas por cada español, según un estudio de la Federación de Nutrición, y su consumo “está muy vinculado a la hostelería y con los momentos de ocio”, de acuerdo con Anfabra.
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