La evolución de la pandemia en España hace necesario llegar a un pacto de estado para aunar esfuerzos en la lucha contra la COVID-19, ya que al virus “le da igual si la competencia es autonómica o estatal”, ha afirmado a Efe Ignacio López-Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra

López-Goñi: “Al virus le da igual si la competencia es autonómica o estatal”
Ignacio López-Goñi./ Imagen cedida por la Universidad de Navarra

Ignacio López-Goñi, junto a Juan Ignacio Pérez Iglesias, catedrático de Fisiología de la Universidad del País Vasco, es autor del artículo “COVID-19: diez razones para explicar cómo hemos llegado a esta situación”, en el que repasa, a modo de decálogo, lo que se ha “hecho mal” en España en la gestión de la pandemia.

En su artículo, López-Goñi y Pérez Iglesias presentan como los diez elementos del decálogo la ausencia de liderazgo, descoordinación, equívoco papel de la ciencia, falta de datos, controversia política, falta de pedagogía y transparencia, rápida desescalada, respuesta lenta y falta de contundencia ante los brotes, sistema sanitario debilitado tras los recortes y falta de rastreadores.

Los dos catedráticos no tienen una visión muy halagüeña de lo sucedido en España en los últimos meses, aunque López-Goñi ha asegurado en una entrevista con Efe que esa cadena de errores “es general en otros países”.

Falta liderazgo

Para este catedrático, esta pandemia “ha puesto de manifiesto la falta de liderazgo a nivel internacional, también en nuestro país, en el sentido de que un líder tiene que tender puentes, propiciar consensos, tiene sobre todo que rodearse de los mejores, independientemente de su ideología”.

comisión reconstrucción social
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante su comparecencia ante la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica este jueves en el Congreso. EFE/ Mariscal

“Aquí lo que ha habido es una falta de liderazgo y coordinación. Pasamos de una situación de todo muy centralizado en un estado de alarma a prácticamente un sálvese quien pueda en las comunidades autónomas”, ha lamentado el virólogo.

En ese sentido, asevera que la controversia política “realmente es lo mejor para el virus. Al virus le da igual si la competencia es autonómica o estatal y, aunque estamos en un país descentralizado, tiene que haber una coordinación” e incluso un pacto de estado sobre cuestiones como salud, investigación o economía.

Desescalada muy rápida

cifras coronavirus
Colas en un centro comercial de Huelva en el primer día de reapertura al entrar esta en la fase 2 de la desescalada. EFE/Julián Pérez

Otro de los aspectos que censuran los catedráticos es una desescalada demasiado rápida antes del verano: “Todos teníamos prisa. El confinamiento fue muy duro para todos y teníamos ganas de acabar con esto, no solo por la economía sino por la sociedad en general”.

“Pero quizá fuimos muy rápidos. Priorizamos las vacaciones, el ocio, el turismo y en aquel momento, en mayo o junio, era cuando había que haber pensado en cómo íbamos a comenzar el curso en los colegios, porque era fundamental”, ha declarado.

Además de recuperar un sistema sanitario que “venía ya agotado de la primera ola”, López-Goñi ha señalado que se debía haber instaurado inmediatamente un sistema eficaz de rastreo, ya que “sigue siendo fundamental para el control de una epidemia el rastreo, el diagnóstico, el detectar los casos, los contactos y el aislamiento”.

Rastreadores, rastreadores y rastreadores

En cuanto a los rastreadores, ha agregado, “es mejor tener rastreadores mano sobre mano que quedarte corto”.

Los autores utilizan la expresión “gran fracaso colectivo” para referirse a la gestión de la crisis de la COVID en España, aunque López-Goñi ha matizado que “las pandemias no tienen un culpable, el que ocurra una pandemia no es culpa de un partido político ni de nadie, las pandemias ocurren y son muy difíciles de controlar, por eso son pandemias”.

En su opinión, “no se trata de buscar culpables sino de ver qué hemos hecho mal, en qué hemos fallado, preparándonos para una posible pandemia o para estos meses en los que tenemos una segunda ola, y no podemos descartar que esto siga con ciertas oleadas a lo largo del año que viene”.

El virólogo, quien ha reconocido que es un decálogo “que prácticamente puede firmar cualquiera, porque es de sentido común”, ha comentado que le “chirrían” los datos, en general, que se manejan en España.

Datos caóticos

madrid incidencia acumulada
Ministerio de Sanidad

La gestión de los datos, ha explicado, “ha sido caótica, porque ha habido descoordinación entre comunidades, porque nos han faltado métricas, indicadores, umbrales claros y absolutamente públicos” y eso “es un problema, porque en una pandemia necesitas datos para gobernar”.

López-Goñi ha indicado que no le parece mal que se establezcan criterios concretos para el confinamiento de una ciudad, como los acordados en el Consejo Interterritorial de Salud, pero ha puntualizado que “las decisiones no pueden basarse solo en dos o tres datos, sino que hay que verlos en conjunto, porque también influye la densidad de población, cuánta gente pasa por la comunidad o cómo es la movilidad de la gente, y todo eso hay que tenerlo en cuenta”.

A pesar de todo, los catedráticos concluyen su decálogo con un mensaje de esperanza: “Estamos a tiempo de corregir el rumbo y volver a aplanar la curva sin incurrir en costes inasumibles en términos económicos y sociales”.