Los cardiólogos ven factible que España logre reducir en un 25 % la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares para 2025, un objetivo global que persigue la Federación Mundial del Corazón que ha lanzado una campaña con el fin de prevenir los principales factores de riesgo de estas patologías

Los médicos ven factible que España reduzca un 25% la mortalidad coronaria en 2025
Semana del Corazón de 2010. Actos para prevenir la salud cardiovascular/EFE/Ayuntamiento de Madrid
  • 24 de septiembre, 2013
  • MADRID/EFE

Esta es la previsión de los especialistas de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y de la Fundación Española del Corazón (FEC) presentada en un acto en el hospital Clínico de Madrid.

En la semana del corazón, con motivo del Día Mundial que se celebra el próximo 29, Carlos Macaya, jefe del servicio de cardiología de este hospital; Jose Ramón González-Juanatey, presidente electo de la SEC, y Leandro Plaza, presidente de la FEC, han coincidido en su diagnóstico.

España puede conseguir para dentro de doce años que se reduzcan en un 25 % los fallecimientos que se deben a enfermedades cardiovasculares (más del 30 %).

La crisis no ha hecho mella, de momento, en España en la mortalidad del corazón, que sigue reduciendo sus cifras, cosa que no ocurre en otros países como Grecia, según los especialistas.

Y las cifras pueden seguir bajando con medidas que influyan sobre todo en las generaciones más jóvenes.

Medidas sobre la dieta para evitar así la epidemia de obesidad a la que, según el doctor González-Juanatey, estamos asistiendo en España, especialmente en personas las jóvenes.

Pero además, otras iniciativas dirigidas a los colectivos más desfavorecidos, porque las enfermedades cardiovasculares “se están concentrando en España en los niveles socioeconómicos más bajos”.

“Son los que tienen el estilo de vida más deteriorado, comen peor, consumen más sal, hace menos actividad física y fuman más”, según este especialista, que considera que en este colectivo es donde es más factible reducir la mortalidad.

La importancia de los factores de riesgo

Los expertos inciden en la importancia de conocer los factores de riesgo porque si se controlan se pueden evitar el 95 % la posiblidad de sufrir un infarto.

El 71,3 % de los pacientes atendidos en los servicios de cardiología españoles y el 40 % de los que lo hacen en atención primaria son hipertensos, y cuanto mayores son las cifras de presión arterial, mayor es el riesgo de presentar una enfermedad cardiovascular.

Además, uno de cada dos adultos españoles tiene las tasas de colesterol LDL elevadas, por encima de los 220 ml/dl, y los que tienen altos niveles de colesterol en sangre de 240 mg/md tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto que aquellos con menos de 200.

Más del 36,6 % de los adultos, además, sufre sobrepeso y más del 17 % obesidad, y existe una relación directa entre el índice de masa corporal (IMC) y la mortalidad, porque cuanto mayor es, más mortalidad, sobre todo por motivos cardiacos.

El sedentarismo también puede provocar un importante daño al sistema cardiovascular y acentúa los efectos de los otros factores de riesgo; en España el 35,86 % de los hombres y el 46,6 de las mujeres son sedentarios.

El alcohol juega un papel especial porque su abuso puede causar graves efectos y un impacto sobre la presión arterial alta, y en España el 4,54 % de los mayores de 15 años lo toma de forma intensiva al menos una vez al mes.

La diabetes está también muy ligada a las enfermedades cardiacas, ya que los diabéticos son de dos a cuatro veces más propensos a desarrollar estas patologías, y en España más de 4.500.000 personas padecen diabetes tipo 2.

El tabaco, lo peor de todo

No obstante, si hay algo determinante es el tabaco porque la incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población, un dato que debe tener en cuenta el 26,9 % de los españoles que fuma diaria u ocasionalmente.

La posibilidad de padecer una enfermedad del corazón es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este hábito nocivo.

Unos datos que no hay que menospreciar porque “si tienes una dieta adecuada, consumes fruta y verdura y pescado, no tienes sobrepeso, ni hipertensión, ni colesterol, ni eres diabético, haces ejercicio regular y consumes una cantidad pequeña de alcohol, el riesgo de tener un infarto prematuro es prácticamente inexistente”.