Muchos de los tratamientos que reciben los pacientes con cáncer triplican el riesgo de que sufran enfermedades cardiovasculares, según han informado hoy diversos expertos en la presentación de un Simposio Internacional de Cardio-Oncología. La cardiología y la oncología deben ir más de la mano en la lucha contra las enfermedades

Los expertos han señalado que la prevención es esencial para que los supervivientes de cáncer no fallezcan por problemas de corazón.
Estos argumentos se han puesto de manifiesto en este encuentro, organizado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la Fundación Española del Corazón (FEC) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), conjuntamente con la Fundación Ramón Areces.
El simposio ha sido presentado por los doctores Miguel Ángel García, cardiólogo del Hospital Clínico San Carlos; Juan Carlos Plana, cardiólogo del Colegio de Medicina de Houston; la cardióloga Teresa López y la oncóloga Pilar Zamora, ambas del hospital La Paz.
La doctora Pilar Zamora ha explicado que prácticamente el 100 % de las pacientes que trata reciben antraciclinas (medicamentos utilizados en la quimioterapia y radioterapia) y suponen un riesgo potencial de producir cardiotoxicidad.
Teresa López ha subrayado que el porcentaje de complicaciones cardíacas varían en función de la edad y del tratamiento pero se ha constatado que “entre un 9 y un 30 % de los pacientes que reciben antraciclinas tienen disfunciones cardíacas”.
En este sentido, el cardiólogo Juan Carlos Plana ha argumentado que el principal objetivo es detectar cuanto antes esa toxicidad con el fin de que los pacientes tengan que dejar el tratamiento oncológico.

Según este doctor, en EEUU alrededor de un 17 % de las mujeres con cáncer de mama tienen que frenar su tratamiento, lo que genera complicaciones graves en su eficacia.
Plana ha subrayado que la detección temprana se puede conseguir a través de imágenes con ecografías y de biomarcadores como el de la troponina, que se puede hacer en cualquier hospital y permiten ver si en la sangre hay proteínas que usualmente están dentro de las células cardíacas: “si están de manera elevada en sangre eso nos indica que hay toxicidad”.
Teresa López ha afirmado que los datos muestran que hay más referencias de este problema en mujeres (casos de cáncer de mama), aunque “es verdad que la enfermedad cardiovascular suele tener peor pronóstico en mujeres mayores”.
Esta doctora recomienda que los pacientes con cáncer no descuiden el control de su tensión arterial y sigan tomando su medicación, aunque a veces tenga que ser modificada porque “el cáncer no es una excusa para dejar de tener un estilo de vida saludable, de hecho, favorece a evitar los riesgos cardiovasculares”.
En EEUU casi todos los centros de oncología ya cuentan con unidades específicas de cardio-oncología, mientras que en España sólo disponen de esta unidad en el hospital de la Paz.
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