La muerte súbita asociada al deporte (MSAD) tiene un gran impacto social pero también una incidencia muy baja en España. Un estudio revela que el 96 % de esas muertes se producen en deportistas no profesionales. La muerte súbita asociada al deporte es generalmente secundaria a una enfermedad cardiovascular silente

La muerte súbita se define como la aparición repentina e inesperada de una parada cardiaca en una persona aparentemente sana.
Se considera que ha sido muerte súbita asociada con el deporte cuando se produce durante la práctica deportiva o en la hora siguiente a ella.
Un reciente estudio publicado en la Revista Española de Cardiología (REC), una de las cabeceras de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), revela que el 96 por ciento de las muertes súbitas asociadas al deporte ocurren en deportistas no profesionales.
“Mientras que los deportistas profesionales se someten a distintos controles médicos durante su vida deportiva, la mayoría de los deportistas recreacionales no realiza un examen médico previo”, explica el doctor Joaquín Lucena, uno de los autores del estudio.
Un gran impacto social, pero una incidencia baja
Los casos de muerte súbita de deportistas son un acontecimiento con gran impacto social por ocupar los titulares de la prensa deportiva y porque es difícil entender los motivos de que una persona joven y aparentemente sana pierda la vida de manera repentina.
Afortunadamente, la incidencia de este tipo de fallecimiento es baja.
La incidencia de la muerte súbita asociada a la actividad deportiva es de 0,38 casos por cada 100.000 habitantes al año en España.
Las datos del estudio apuntan a que al año se producen unas 167 muertes súbitas asociadas a la práctica deportiva en España.
El mismo estudio revela también que la frecuencia de muerte súbita asociada a la práctica deportiva es notablemente más alta en hombres que en mujeres.
En general, la muerte súbita de cualquier tipo es mucho más frecuente en hombres que en mujeres. En el caso de la muerte súbita asociada al deporte, esa diferencia es aún mayor: 0,76 casos por 100.000 habitantes en hombres frente a 0,01 casos en mujeres.
Además de la mayor predisposición de los hombres a sufrir una muerte súbita, de acuerdo con el doctor Lucena, también influye en esas cifras que haya más deportistas hombres que mujeres, y que los deportes en los que tradicionalmente intervienen los hombres sean de mayor intensidad.
El 99 % de las muertes fueron de origen cardiovascular
La patología cardiovascular, al igual que en la población que no practica deporte, es la causa más frecuente de muerte súbita. El 99 por ciento de las muertes se atribuyen a esta causa.
La muerte súbita asociada al deporte es generalmente secundaria a una enfermedad cardiovascular silente que solo se conocía en vida en el 10 % de los casos.
En otro 13 % había síntomas cardiovasculares (principalmente, palpitaciones/ arritmia y síncope) y en un 20 %, antecedentes familiares.
La mayoría de las muertes se debieron a cardiopatía isquémica (63 %), seguido de enfermedades de miocardio (21 %) y síndrome de muerte súbita arrítmica (6 %).

Ciclismo, running y fútbol: entre los deportes con mayor riesgo de muerte súbita
Tienen más riesgo de sufrir una muerte súbita asociada al deporte aquellos que practican ciclismo y running a partir de los 39 años y lo menores de 35 que practican fútbol.
“Estos resultados pueden estar relacionados con el alto componente dinámico del ciclismo y el fútbol. Otros factores que podrían justificar el mayor riesgo entre los ciclistas son su mayor edad, con mayor prevalencia de cardiopatía isquémica, y la obesidad”, reflexiona el doctor Lucena.
No se trata, sin embargo, de que el ciclismo, la carrera o el fútbol sean deportes más peligrosos que el resto: estos tres deportes son los que más se practican.
“En Francia o en Estados Unidos los resultados serían otros. Aquí en España el fútbol es el ‘rey’. En cuanto al ciclismo y la carrera, en España están muy extendidos por el clima que tenemos”, apunta el doctor.
El deporte es bueno y necesario para nuestra salud cardiovascular
La práctica deportiva tiene beneficios indiscutibles en la salud cardiovascular.
“El deporte es recomendable y necesario para luchar contra los factores de riesgo cardiovascular. Hay deportes para todas las personas en función de su edad y su condición física”, apunta el experto. “Lo que tenemos que hacer es adaptar el tipo de deporte y la intensidad a nuestra condición física y nuestro estado de salud”.
Antes de lanzarnos a practicar cualquier tipo de deporte, es importante conocer si nuestro estado de salud nos permite practicar o no ese deporte, y con qué intensidad podremos hacerlo.
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