La mujer prioriza la salud de su entorno a la suya propia. Siete de cada diez mujeres así lo asegura, pero además tres de cada cuatro ha cambiado alguna vez una consulta médica por cuidar a su familia, una cifra que se eleva al 40 % en el caso de las mujeres de entre 36 y 55 años.

Son cifras que se extraen del Especial Informe Tendencias Cofares “La perspectiva de género en salud salva vidas”, con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, para el que se ha realizado una encuesta a más de 1.000 mujeres.
Los resultados arrojan también que siete de cada diez ven necesario incorporar la perspectiva de género en la investigación y atención sanitaria a gran nivel.
Perspectiva de género en las patologías
Y desde el Observatorio de Tendencia Cofares han analizado la literatura científica para saber cómo influye la perspectiva del género en las diferentes enfermedades.
Desde 2018 hasta 2023, se han publicado más de 5.000 documentos científicos en distintas áreas que principalmente evidencian las diferencias en los síntomas diagnósticos y tratamiento en enfermedades cardiovasculares, neurológicas, enfermedades autoinmunes, dolor crónico, enfermedades infecciosas y cáncer, entre otros, dependiendo del género/sexo.

Entre los factores que afectan a estas diferencias se encuentran los genéticos, hormonales y ambientales como la dieta, la actividad física, la educación, el estatus socioeconómico o la socialización.
Según la encuesta, el 42,7 % asegura desconocer síntomas propios de su género como pueden ser los de un infarto, que cambian en hombres o mujeres.
Así, los signos generales en este caso son presión o dolor en el centro del pecho y en uno o ambos brazos. Pero en las mujeres, en concreto, pueden experimentar otros como dificultad para respirar, nauseas o vómitos, además de dolor de espalda o mandíbula.
Por todo ello, desde el Observatorio se considera “esencial” incorporar este enfoque sexo/género en la práctica clínica “para garantizar una atención equitativa, adecuada, efectiva y de calidad a todos los pacientes”.
¿Cómo percibe la mujer su estado de salud?
El Observatorio ha preguntado también a las entrevistadas cómo perciben su propia salud, tanto la física como la mental, y si la pandemia ha influido en ello.
En general, las mujeres españolas encuestadas consideran que gozan de buena salud, además, el 60 % de las encuestadas dice hacer ejercicio con regularidad.
No obstante, es la mujer joven la que considera en un 53,8 % que sus madres y abuelas tenían mejor salud que ellas cuando tenían la misma edad.
El 60 % afirma que presta más atención a su salud desde la crisis sanitaria, sobre todo las jóvenes, que en un 71,8 % señalan que la crisis sanitaria ha supuesto “verdaderamente” un punto de inflexión en su autocuidado.

Más atención no significa más tiempo
Pero tal y como destaca el informe, prestar más atención a la salud propia no significa que los cuidados que necesitan los lleven a cabo, de forma que el 66 % indica que no tiene más tiempo que antes de la pandemia para cuidarse.

En este sentido, según la encuesta, el 73,4 % de las mujeres asegura estar más pendiente de la salud de las personas que tienen a su alrededor que de la suya propia.
Tres de cada diez mujeres españolas han cambiado alguna vez una consulta médica por cuidar a su familia, en el caso de las mujeres de 36 a 55 años, el porcentaje sube hasta el 40 %.
“Ellas, una vez más, asumen el papel de cuidadoras incluso frente a su propia salud”, subraya el informe del Observatorio.
“Generación sándwich”
Es precisamente en el rango de edad de entre 36 y 55 años donde la falta de tiempo para ellas mismas es más elevada.
El Observatorio explica que pertenecen a la llamada “generación sándwich”, en la que coincide “tener que cuidar a dos bandas: pequeños y mayores”.
Y es a ellas a las que les afecta, entre otros factores, que la edad para ser madre en España cada vez es más elevada (de 32,61 años), con lo que la población cada vez está más envejecida.
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