Bien sea por casualidad, en pleno viaje familiar o de forma intencionada, como parte de un plan de vida elaborado a conciencia. De diferentes formas, 40 mujeres de procedencias distintas a lo largo de todo el planeta dirigieron sus pasos, sus inquietudes, sus proyectos y su solidaridad al continente africano. Sus historias se recogen en el libro “Todos los caminos llevan a África”

“Son mujeres felices con lo que hacen y con el cambio de vida que han dado”. Este es el denominador común de las cuarenta historias de “Todos los caminos llevan a África” (Ed. Casiopea), según la coordinadora de este proyecto, Pilar Tejera.

Dirigido a un amplio público, desde el que busca libros de autoayuda y motivación hasta los amantes de los viajes, pasando por aquellos que les atrae la cooperación y el voluntariado, Tejera explica que puede ser un tirón para los que, viviendo en Occidente, se plantean cambiar algo.
Durante año y medio, Pilar Tejera colaboró con la periodista Loreto Hernández para buscar cada una de las historias que se narran en el libro. Además, este incluye un prólogo de la ex vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega, una reconocida activista por África.
EFEsalud ha hablado con dos de sus protagonistas: Mercedes Barceló, fundadora de África Digna, y Estrella Giménez, su homónima en Kiara. Ambas han encontrado la felicidad desarrollando su faceta más solidaria y revelan cómo cada una recibió la llamada del continente africano.
Mercedes Barceló: un impulso de la salud y la educación
No solo se heredan el pelo rubio, los ojos marrones o el color de la piel. África y su pasión por ella también se pueden heredar. Es lo que le sucedió a Mercedes Barceló, doctora y fundadora de África Digna. Su padre le contagió el gusanillo por este continente y ella se ha encargado de transmitírselo a sus hijas. Tres generaciones con el punto de mira más abajo del Mediterráneo.

“En vacaciones viajaba mucho a África y sentí la necesidad de ayudar un poco, no todos son safaris de lujo”, relata para EFEsalud Mercedes Barceló. Durante años compaginó su trabajo en el Instituto Dexeus con África Digna, ONG que montó en 2004. Pero al final tuvo que decantarse por uno de los dos trabajos, ¿adivinan cual? “Esto de África engancha”, revela esta médico.
La doctora Barceló reconoce que, aunque le costó dar el paso, para ella cambiar su vida por África ha sido una gran transformación muy positiva: “Relativizas los problemas muchísimo, es un trabajo muy egoísta, recibes mucho más de lo que das”.
Como su propio nombre indica, con el objetivo de que los africanos vivieran con dignidad, nació África Digna y dos pilares fueron la base de sus primeros proyectos: la salud y la educación. Barceló aconseja, al emprender una labor humanitaria, “respetar la cultura, no imponer tus ideas y escuchar a los beneficiarios y sus necesidades”.
Desde la fundación, Mercedes ha visto crearse una sala pediátrica, imprescindible porque los niños compartían cama con los adultos y llegaban a morir con una simple diarrea; proyectos de agua potable y el próximo octubre se estrenará un ala para mujeres en el hospital, para atender sus necesidades específicas.
En cuanto a la educación, África Digna está inmersa en un proyecto de becas que impulse la educación secundaria y universitaria en Kenia, donde es bastante cara. Mercedes cree fervientemente que “la educación puede ser un gran cambio a la larga”, y apoya que chicas de lugares rurales accedan a este derecho para ganarse la vida y el respeto de sus maridos.
Estrella Giménez: contagio del ‘no’ rotundo a la ablación
Kirira, en uno de los idiomas africanos, significa ‘apoyo y consuelo’. Y eso es precisamente lo que brinda Estrella Giménez a las mujeres a las que intenta ayudar con su fundación, Kirira, para exterminar la mutilación genital femenina, la ablación.
En 2001, Estrella viajó a Kenia a visitar a un niño que tenía apadrinado allí a través de Ayuda en Acción. La curiosidad la llevó a visitar los proyectos de esta organización, y acabó en la casa de una familia con dos hijas a las que les iba a practicar la ablación. Al final, consiguieron evitarlo.
Su acción no quedó ahí, y desde entonces creó su propia ONG, Kirira, y comenzaron a actuar en Tharaka, una región keniata. Allí acudían a las escuelas a informar sobre la mutilación genital femenina y crearon los grupos antiablación. “Queríamos que tuviesen información los padres, los profesores y las alumnas”, recuerda Giménez.

En Tharaka, el mismo año que llegó Estrella, la ablación se practicaba al 100% de las chicas a partir de agosto. Hoy en día, está prácticamente erradicada en esa zona, salvo algún caso fuera de lo normal que se produce en secreto. “Cuando vimos que funcionaba, te enganchas y te involucras más”, confiesa la voluntaria.
Esta profesora de ingles jamás se imaginó que acabaría dedicando su vida a África. A pesar del esfuerzo que le requiere, Estrella reconoce que tiene la suerte de que su familia la entiende y está involucrada con ella en la ONG. “Al final esto es como otro hijo más, involucras a la gente”, añade.
Estos son dos ejemplos de los 40 que incluye “Todos los caminos llevan a África”. Cuarenta mujeres que comparten el mismo denominador común: África y su instinto por sacar adelante este continente.
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