En verano más que nunca practicamos natación, con mayor o menor frecuencia, en el mar o en la piscina. La cuestión es… ¿Nadamos correctamente? ¿Qué estilo de natación nos beneficia más? ¿Cuáles son los principales errores y cómo solucionarlos?

La natación tiene dos ventajas muy interesantes para la salud: se trabaja la masa muscular y, al no ser deporte de impacto, las articulaciones no sufren. Aunque no seas nadador profesional, nunca está de más aprender algunas claves importantes que nos evitarán cometer errores en el entrenamiento, nos permitirán optimizar el esfuerzo, y, sobre todo, nos ayudarán a proteger nuestro bienestar.
Porque, aunque en la natación las lesiones son más leves que en otros ejercicios de impacto, pueden producirse por la repetición, una y otra vez, de un mal gesto. ¿Qué parte puede sufrir más? Los hombros.
Germán Díaz Ureña, licenciado en Ciencias del Deporte, profesor de natación de la Universidad Europea de Madrid y uno de los autores del libro “Cómo nadar bien” (Editec Red), apunta que el error más frecuente es que “en estilos asimétricos como el crol y la espalda, que el cuerpo vaya plano como una tabla de planchar”, cuando lo imprescindible es que el cuerpo gire formando una X, “porque sino corremos el riesgo de tener problemas en el hombro al forzar la articulación”, señala.
Sin embargo, en braza, el error es nadar con las piernas hundidas, “llevando una posición inclinada que va a frenar muchísimo, y en braza hay que intentar nadar lo más horizontal posible, como si fuéramos una tabla de planchar porque es un estilo simétrico”.
Qué estilo de natación elegir según el objetivo

• Para tonificar: El estilo de natación a crol es de los que mayor flexibilidad nos permite para poder mantener un buen tono físico. “Nos da mayor posibilidad porque podemos hacer distancias más largas e ir más rápido”, apunta el experto. El estilo mariposa, sin embargo, queda reservado a quienes tienen muy buena forma física debido a su complejidad.
• Para dolores de espalda: “Lo que va a interesar es que la zona esté relajada y haya cierta flexión de cadera”. El estilo de natación a crol podría interesarnos con las piernas ligeramente inclinadas hacia abajo, con el uso de un tubo de snorkel para no tener que girar la cabeza e incluso haciendo uso de un churro de goma en la cadera. También podemos optar por el estilo espalda, “bueno para la zona lumbar porque al no tener que girar la cabeza y levantarla no se fuerza la zona”, y donde también podemos utilizar un churro en las rodillas en forma de U.
Diez consejos para nadar a crol
El crol es el estilo de natación al que más recurrimos cuando nadamos. Por eso, Germán Díaz nos da algunas recomendaciones para proteger nuestra salud:
1. Nada en línea recta: tenemos

que dejar de ir de un lado a otro de la piscina. Puedes usar las líneas del suelo como referencia. Así evitarás chocarte con otros nadadores y realizar esfuerzos innecesarios.
2. Mejora tu posición en el agua: Debes intentar ir lo más horizontal posible. Todos las partes de cuerpo que se alejen de esa horizontal, te frenarán.
3. Controla la respiración: Cuantas menos veces respires, más rápido vas a nadar, pero menos vas a aguantar nadando. Acostúmbrate a soltar el aire dentro del agua y a tomar el aire cuando salga la boca. Intenta respirar por ambos lados y no sólo por uno.
4. Mueve siempre los brazos: Evita, en la medida de lo posible, el “punto muerto” del brazo extendido hacia delante.
5. Mueve las piernas: te va a ayudar a llevar una posición más horizontal y a ir en línea recta. Trabaja su propulsión tanto en posición horizontal como lateral.
6. Añade giro al cuerpo: El cuerpo debe girar a la vez que se mueven los brazos.
7. Estírate: Intenta alargar la brazada todo lo que puedas e ir lo más estirado posible dentro del agua.
8. Coordina tus movimientos: Los brazos deben ir en oposición. Es decir, cuando un brazo propulsa, el otro está preparándose para comenzar la propulsión.
9. Cuenta las brazadas: Conforme vayas mejorando tu técnica de nado, serás capaz de hacer el mismo espacio con menos brazadas y en el mismo tiempo, o incluso más rápido.
10. No te obsesiones con el tiempo: Lo primero que solemos plantearnos cuando queremos nadar bien es bajar nuestra marca, o nadar más rápido. No te obsesiones. Saldrá solo cuando mejores tu técnica de nado.
.-Efesalud
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