La obesidad en la infancia está poniendo en riesgo la vida de más 41 millones de menores en todo el mundo. En la lucha contra esta epidemia, el papel de los padres es esencial. No solo basta con educar en hábitos saludables, hay que predicar con el ejemplo…Te contamos cómo prevenir la obesidad infantil desde casa y desmontamos algunas ideas sobre la comida que perjudican a nuestros hijos

La obesidad en la infancia, una epidemia que se gesta en casa
Un bebé de tres meses pesa 8 kg/EFE/Ricardo Ferro
  • 28 de agosto, 2019
  • MADRID/EFE/CLAUDIA BÖESSER//HENAR FERNÁNDEZ

En España uno de cada cuatro niños de entre 2 y 17 años tiene sobrepeso y el 15 % sufre obesidad en la infancia, cifras que han aumentado de manera alarmante en los últimos veinticinco años.

El sobrepeso y la obesidad infantil aumentan el riesgo de desarrollar múltiples problemas de salud, que si no se tratan a tiempo pueden complicarse aún más en la edad adulta.

La doctora Raquel Jiménez, jefa de sección de Pediatría en el Hospital Niño Jesús de Madrid, explica en una entrevista para ‘El Bisturí’, el programa de radio de EFEsalud, cómo prevenir el sobrepeso y la obesidad en la infancia desde casa.

¿Por qué hay niños obesos?

Los centros hospitalarios infantiles están presenciando un aumento importante en los niveles de obesidad. Hasta tal punto, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya habla de la obesidad infantil como una nueva ‘epidemia’.  

La obesidad en la infancia es un problema mundial causado en gran medida por la dieta y el estilo de vida actual predominante. Esto, unido a las nuevas formas de entretenimiento que fomentan el sedentarismo, han provocado que miles de niños desarrollen esta enfermedad crónica. 

“Las comidas rápidas, los alimentos procesados, el aumento del tamaño de las raciones…Nuestros hijos cada vez pasan menos tiempo al aire libre y más tiempo sentados jugando a videojuegos”, apunta la pediatra.

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EFE/ Luis Tejido

Problemas médicos y emocionales 

“La obesidad en los niños y los adolescentes aumenta la probabilidad de que desarrollen bastantes problemas médicos. Si no tratamos esto a tiempo, en la edad adulta tendrán un mayor riesgo de padecer enfermedades del corazón, entre otras”, explica la doctora Jiménez

Principales riesgos

  • Diabetes. 
  • Hipertensión. 
  • Colesterol alto. 
  • Problemas de movilidad. 
  • Problemas en las articulaciones. 
  • Un mayor riesgo de tener asma y dificultades para mantener una respiración normal durante el sueño.

“Además, la obesidad y el sobrepeso infantil también pueden producir problemas emocionales en los niños. Por eso, es muy importante tratarlo a tiempo y, si podemos, prevenirlo”, recalca.

Prevenir la obesidad en la infancia desde casa 

Al igual que ocurre con otros trastornos alimenticios, como la anorexia, el papel de los padres es esencial para prevenir que los niños desarrollen este tipo de conductas alimentarias. 

La detección precoz es fundamental y debe comenzar en casa. Es muy importante que los padres inculquen a sus hijos hábitos alimentarios saludables desde edades muy tempranas y, “sobre todo, que prediquen con el ejemplo”, subraya la especialista. 

“Algo muy importante es implicar a toda la familia. Esto tiene que ser un estilo de vida saludable para todos y que implique a toda la familia, no solo al niño obeso”, añade.

Recomendaciones de la pediatra

  • Comer en familia, dialogando y con la televisión apagada. 
  • Enseñar a los niños a comer de manera sana. Que coman fruta y verdura al menos 5 veces al día 
  • Evitar que tengan una vida sedentaria. Los niños mayores y los adolescentes deberían hacer, al menos, una hora de ejercicio físico al día. 
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EFE/Víctor Lerena

Ideas sobre la comida que perjudican a nuestros hijos

Dejar el plato siempre limpio

“Tenemos que dejar de imponer esa norma. Forzar al niño a que se coma todo lo que hay en el plato, independientemente de si tiene hambre o no, no es bueno porque el niño no aprende a comer cuando tiene hambre y a decir basta cuando se siente lleno”, explica la pediatra.

Ser excesivamente estricto 

“Tampoco hay que ser muy estricto y prohibir por completo el consumo de algunos alimentos. Si somos muy estrictos, cuando nuestros hijos salgan de casa tendrán muchísima avidez por comer esos alimentos prohibidos. Tenemos que llevar una vida saludable, pero no pasa nada porque, de vez en cuando, el niño se tome algo dulce que le guste”.

Usar la comida como premio o castigo 

No debemos usar la comida como un castigo o como una recompensa. Tenemos que buscar otras formas de decirle lo que está bien y lo que está mal sin vincularlo a la comida”. 

“Cambiar estas pequeñas ideas alrededor de la comida, sí que nos pueden servir para educar a nuestros hijos sobre lo que es una alimentación sana. Y esto a largo plazo es beneficioso”, concluye la pediatra Raquel Jiménez.