El portavoz de la Asociación Española de Pediatría (AEP), el doctor Quique Bassat, considera que la vuelta a las aulas debe ser presencial – si la situación epidemiológica no empeora -; defiende el uso de las mascarillas también en clase para niños mayores de 6 años; y apuesta por grupos burbuja de menos de 15 alumnos, un número mayor desvirtuaría el efecto protector de ese colectivo estable

Pediatras proponen una vuelta al colegio presencial, con mascarilla y grupos burbuja de menos de 15 niños
Entrada de niños en un colegio de Berlín (Alemania) el pasado 10 de agosto. EFE/EPA/HAYOUNG JEON

Estas son las propuestas de los pediatras, hoy por hoy y con una situación cambiante de la pandemia de coronavirus, ante la vuelta al colegio prevista para primeros de septiembre.

Pediatra e investigador del Instituto Global de Salud de Barcelona (ISGLOBAL), Quique Bassat formó parte del grupo de la Asociación Española de Pediatría que asesoró al Gobierno sobre el regreso a las aulas.

En una entrevista con EFEsalud, Bassat analiza la vuelta al colegio días ante de que Gobierno y comunidades autónomas se reúnan, el próximo jueves, para coordinar y consensuar directrices para reanudar las clases de forma segura.

  • Existen  diferentes posiciones ante el regreso presencial a las aulas ¿Cuál es la visión de la AEP?

Los salubristas y los educadores coincidimos en que la educación presencial es claramente mejor para los niños, estar en contacto con otros niños es parte de su crecimiento como personas.

Otra cosa es si será factible, creemos que en parte lo será. Venimos de una educación online en el confinamiento para la que nadie estaba preparado y que resultó subóptima, no convenció a nadie.

Por eso, partimos de la premisa de que siempre que fuera posible la vuelta al colegio fuera presencial. Pero ahora estamos en una situación epidemiológica compleja y desunida, la gente en todos los ámbitos está muy asustada y la escuela se ha escogido como el modelo de éxito o fracaso en el que inspirarse para otras actuaciones, es la actividad en un horizonte cercano más urgente a solucionar para así solucionar otras cosas parecidas en el futuro próximo.

Hay colegios que abren antes y que ya tienen que tener un plan. No ha ayudado que haya un plan diferente por cada autonomía y eso ha provocado confusión y ansiedad en los padres, aunque yo creo que las comunidades han hecho un buen trabajo de preparación, pero no tan bueno diseminando la información.

Y a esto se une a que la situación epidemiológica va cambiando y nos acercamos al abismo y a que las medidas que se están poniendo en marcha de forma tímida no están ayudando a dar la vuelta a la situación.

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El pediatra Quique Bassat, investigador del ISGLOBAL de Barcelona y portavoz de la Asociación Española de Pediatría. Foto cedidad
  • ¿Cómo ven los pediatras la vuelta al colegio ante la actual situación epidemiológica?

Cuando se hicieron las recomendaciones de la AEP, a principios de junio, la situación era parecida y con algunas escuelas que abrieron a final de curso, como una especie de prueba piloto.

Nosotros creemos que sí sigue siendo posible la vuelta al cole, otra cosa es que en las próximas semanas la situación empeore y volvamos a un estado de emergencia. Pero si las puertas tuvieran que abrir mañana, en una situación como la actual, creemos que sí que podrían abrir siguiendo de manera estricta una serie de recomendaciones de prevención.

  • ¿Y una de esas medidas sería crear grupos burbuja de niños?

Sí, se trata de grupos estables de convivencia o burbuja ya que los más pequeños no consiguen cumplir las medidas de distancia física y llevar bien las mascarillas y eso es de difícil solución.

Al ser grupos pequeños y manejables puedes asumir esos riesgos porque en el hipotético caso de que hubiera algún positivo se puede aislar de forma rápida a ese grupo entero sin perjuicio para el resto de la escuela.

Creemos que el riesgo en estos niños es muy bajo porque tienen poca o ninguna sintomatología clínica por lo que es asumir un riesgo aceptable en ese grupo de edad y proteger al resto de la escuela.

Pero esto funciona si los grupos son pequeños y manejables. Un grupo estable de 25 o 30 niños desvirtúa el efecto protector de la burbuja. Creemos que lo ideal es entre 10 y 15 niños, no más.

  • Pero las escuelas pueden tener problemas de espacio…

Sí, otra cosa es que se pueda hacer desde el punto de vista logístico. Habrá que ver cómo se puede poner en marcha.

  • ¿Está de acuerdo en utilizar la mascarilla dentro del colegio?

La AEP lo recomendó. Los niños mayores de 6 años deben llevarlas en el interior del colegio, en las aulas.

Pero muchas comunidades han dicho que no hace falta la mascarilla en grupos estables de 25-30 niños y ahí es donde está el fallo porque ese grupo ya tiene un tamaño considerable.

También hay comunidades que sugieren que en todas las actividades fuera del aula deben ir con mascarilla, pero eso no quita para que en el interior de las aulas también se utilice si tu grupo es mayor de 15-20 personas.

Para los menores de 6 años no se recomienda. Y por supuesto que sí en los profesores, los más vulnerables.

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Los colegios del estado federal alemán de Mecklemburgo-Pomerania Occidental reanudan sus clases en agosto. EFE/FELIPE TRUEBA
  • ¿Y otras medidas de seguridad como horarios, zonas comunes…?

El uso de las mascarillas es importante en la entrada y salida, así como escalonar horarios para que no se agrupe tanta gente en tan poco tiempo y lo mismo para los horarios de comedor, prolongarlos, porque es donde no puedes llevar mascarilla si estás comiendo.

  • ¿Cómo actuar si hay un caso positivo confirmado de coronavirus?

Estos grupos estables de convivencia se consideran contactos cercanos de un positiv0, por lo que habría que hacer PCR a todo el grupo. Si son diez es relativamente fácil gestionar la situación, si son 30 es más complicado.

  • Puede haber confusión entre síntomas de COVID o catarros, sobre todo en otoño. ¿Se deberían hacer PCR de control?

Hay países que lo han adoptado, pero es complicado. Es una prueba nasofaríngea que no deja de ser desagradable e invasiva y a un niño eso no le va a gustar, ni se le puede exigir. Hay términos intermedios, como hacer cribaje a todo el profesorado que son más de riesgo, por ejemplo, o métodos menos invasivos para tomar muestras como la de saliva.

Pero son métodos poco coste-efectivos, haces muchas PCR, que son caras, con poco rendimiento de positivos.

Las PCR son útiles cuando hay un brote, pero no de forma rutinaria como método de vigilancia.

  • ¿Debería existir una figura COVID en los colegios?

Sí, sería ideal. La figura de la enfermería escolar ha sido siempre muy importante, no solo con la pandemia. Pero se considera un lujo y suele estar presente en las escuelas privadas, no en las públicas.

Tener una figura sanitaria en los colegios permite centralizar el control de la infección en una misma persona.

Cuando se reanude el colegio se pone en marcha un engranaje que aumenta el riesgo de transmisión comunitaria

Los niños en los últimos dos meses no han estado encerrados, han hecho vida comunitaria, y tienen que seguir las normas básicas de prevención, como las mascarillas en los mayores de 6 años en espacios públicos y privados, distancia de seguridad, etc.

  • Hay estudios dispares sobre el papel de los niños como contagiadores

Al principio se pensaba que eran más contagiadores porque se tomó el modelo de otras enfermedades virales, como la gripe que son supercontagiadores.

Pero en el coronavirus hay evidencia de que pueden transmitir pero parece que los brotes, según la literatura en los últimos ocho meses, no parece que partan de los niños.

En general, el número de personas infectadas a partir de un niño es menor que si infecta un adulto, incluso a partir de cargas virales mayores. Se ha visto que niños asintomáticos pueden tener cargas virales mayores que adultos enfermos pero eso no quiere decir que haya más partículas virales con capacidad de infectar.

Entonces, según los últimos estudios, carga viral no es sinónimo de infectividad , aunque pueda parecer contradictorio.