“El Plan del Cáncer no solo debe introducir la innovación en la sanidad universal y pública con equidad en todas las Comunidades Autónomas, también hacen falta nuevos modelos organizativos, los hospitales, no pueden seguir trabajando de forma aislada”, propone el recién reelegido presidente de la Fundación ECO, el oncólogo Vicente Guillem

Presidente Fundación ECO: el Plan del Cáncer debe incluir nuevos modelos organizativos
El reelegido presidente de la Fundación ECO, el oncólogo Vicente Guillén. Foto cedida por la Fundación ECO
  • 1 de julio, 2019
  • MADRID/EFE/ANA SOTERAS

Un nuevo Plan del Cáncer es lo que la Fundación ECO (Excelencia y Calidad en la Oncología) junto a otras sociedades científicas como la de Oncología Médica (SEOM) o la de Hematología y Hemoterapia (SEHH) demandan al futuro Gobierno después de que la Estrategia Nacional contra el Cáncer no se ha renovado desde 2010 y “se está quedando obsoleta”.

Este Plan se ha presentado recientemente en el Senado, y en él, oncólogos, sociedades científicas e investigadores demandan una nueva hoja de ruta para la oncología española, y ponen el acento en mejorar la equidad, atender a los largos supervivientes e impulsar el acceso a técnicas diagnósticas innovadoras.

En el Senado, a mediados de junio, en la Jornada “Necesidades para un nuevo Plan de Cáncer en España”, organizada por la Fundación ECO y la Fundación de Ciencias del Medicamento y Productos Sanitarios (Fundamed), con el apoyo de Novartis, participaron los principales agentes relacionados con el cáncer en España: SEOM, SEOR, Aseica, SEHOP, SEFH, SEHH, así como uno de los impulsores del primer Plan del Cáncer en España, el doctor Eduardo Díaz Rubio, y el actual coordinador de la Estrategia Nacional contra el Cáncer, el doctor Josep Mª Borrás.

En la entrevista con EFEsalud, el doctor Guillén, que seguirá al frente de la Fundación ECO los dos próximos años, subraya que el cáncer es un problema sociosanitario de primer orden por lo que considera que la administración debe “preocuparse más” e “incrementar la financiación en oncología”, una enfermedad que causa 250.000 nuevos casos al año y 7.500 millones de euros de gasto.

Pero, además, en la última década se han producido grandes avances en el abordaje del cáncer que se deben reflejar en las políticas para evitar desigualdades en el acceso a la innovación entre las distintas comunidades autónomas.

“Estamos ya en la situación de que, en determinadas Comunidades Autónomas, podemos administrar determinados fármacos y en otras están restringidos y esto empieza a causar problemas importantes en la práctica clínica diaria”, asegura el también jefe del Servicio de Oncología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO).

Por eso pide que se “invierta más en oncología”, entre otras cosas, para hacer frente al elevado precio de los fármacos de última generación, las terapias dirigidas o la inmunoterapia que están cambiando el curso de algunos tumores mortales, además de afrontar una renovación tecnológica.

Pero también se ha dado un paso de gigante en el conocimiento de la genética tanto del paciente como del tumor para así personalizar los tratamientos y se ha avanzado en los métodos diagnósticos, como la biopsia líquida.

“La medicina de precisión o la inmunooncología tienen que estar contempladas en planes específicos y con inversiones específicas; de lo contrario se producen desigualdades entre Comunidades Autónomas, cada sistema de salud puede priorizar el gasto como considere más oportuno”, indica el doctor en referencia al Plan del Cáncer.

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Laboratorio de estudios genómicos. Foto cedida por la compañía OncoDNA.

Para Vicente Guillem, la falta de recursos es otro de los problemas que sufre la oncología, sobre todo desde los recortes derivados de la última crisis económica. “Pero la crisis ya ha pasado, el país ha mejorado en muchos aspectos, pero a nivel oncológico la financiación deja mucho que desear”, alerta.

Un Plan de Cáncer para trabajar en red y compartir

El futuro Plan del Cáncer también debe establecer, en opinión del presidente de la Fundación ECO, nuevos modelos organizativos tanto a nivel diagnóstico como terapéutico.

“No podemos seguir trabajando en los hospitales de forma aislada, tenemos compartir la tecnología y seguir trabajando en red”, apunta.

Muchos de los servicios de oncología de los hospitales “siguen funcionando como hace 20 años y se debería cambiar”.

“Hay que invertir en tecnología, trabajar en red tanto de forma asistencial como a nivel de laboratorio para que todos los pacientes tengan acceso a las mismas pruebas, pero no que todos los hospitales tengan de todo porque es un gasto superfluo. Hay que reordenar y organizar, optimizar los recursos disponibles”, insiste.

Reconoce que la asunción de las competencias sanitarias en cada una de las Comunidades Autónomas puede ser un “escollo” para esta reorganización pero “con buena voluntad podría hacerse”.

“La oncología cada vez debe ser más transversal y menos vertical, deben primar los equipos multidisciplinares”, reafirma.

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Máquina de radioterapia. EFE/David Aguilar

Radiografía de la oncología

Precisamente promover un cambio en la cultura organizativa de los servicios de oncología médica es una de las metas que el doctor Guillem se ha fijado en su nueva etapa al frente de la Fundación ECO, organización cuyo principal objetivo es promover la calidad de la oncología tanto a nivel asistencial como docente e investigador.

Pero también continuará en el empeño de impulsar iniciativas que favorezcan la “autoevaluación y la mejora continua” y por eso desde 2015 colaboran con la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO) para evaluar la calidad asistencial oncológica.

Hasta el momento ya han participado en más de una veintena de servicios de oncología de los hospitales españoles y cinco de ellos han sido certificados como “excelentes”.

España es el segundo país tras Estados Unidos con más centros hospitalarios certificados por su calidad en la asistencia a los pacientes oncológicos, según datos de la Fundación ECO.

“En España tenemos una sanidad pública y universal, todos tenemos acceso. Pero tenemos un defecto, nos autoevaluamos poco, no hay esa cultura que sí existe en Estados Unidos, y que nos permite mejorar día a día”, concluye el presidente de la Fundación ECO.