La Organización Médica Colegial (OMC) ha expresado hoy su “más enérgica repulsa” al atentando contra el hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kunduz (Afganistán), que ha calificado de “grave violación” del derecho internacional humanitario

Tras recordar que el atentado ha costado la vida a personas que dan la suya para atender a la gente que más lo necesita, la OMC lo ha calificado de “vergonzoso”, más teniendo en cuenta que, unos días antes del mismo, MSF había proporcionado las coordenadas GPS del hospital a las fuerzas de la coalición internacional y a los funcionarios militares y civiles afganos.
Los médicos consideran “indecente estos comportamientos que utilizan las instalaciones médicas como objetivo de guerra” y se ha sumado a la petición de la ONG de exigir “explicaciones y responsabilidades” a la coalición internacional sobre el bombardeo.
Según datos de MSF, en el ataque murieron 12 miembros del personal sanitario y, al menos, 7 pacientes, y resultaron heridas 37 personas.
MSF critica la postura de las autoridades afganas

Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció hoy las declaraciones de autoridades afganas que justificaban el bombardeo estadounidense al hospital de la ONG en Kunduz porque en él había talibanes, lo que supone “reconocer un crimen de guerra”.
“Esas declaraciones (justificando el ataque) conllevan que las tropas afganas y estadounidenses decidieron arrasar por completo un hospital operativo porque aseguraban que había talibanes en su interior. Eso equivale a reconocer un crimen de guerra”, sentenció en un comunicado Christopher Stokes, director general de MSF.
Según Stokes, esa teoría “contradice los intentos iniciales del Gobierno de Estados Unidos de minimizar el ataque calificándolo de daño colateral” y remarcó que “no puede haber nada que justifique ese aberrante” acto en el que murieron al menos 22 personas.
El director general de MSF reiteró la necesidad de que haya una “investigación internacional independiente y transparente” sobre lo sucedido, en vez de una llevada a cabo por alguna de las partes involucradas.
En el momento del bombardeo de EE.UU. en la madrugada del sábado había en el interior del hospital, que quedó parcialmente destruido, unas 180 personas entre pacientes y trabajadores, lo que causó la muerte de 12 miembros de MSF y 10 personas que estaban ingresadas.
La “indignación” de Médicos Sin Fronteras se refiere a las declaraciones hechas, entre otros, por el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Seddiq Seddiqi, que justificó el bombardeo porque “entre 10 y 15 terroristas se ocultaban en el hospital”.
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