El psiquiatra Luis Rojas Marcos considera que una actitud positiva ayuda a afrontar una enfermedad crónica, desterrando el sentimiento de culpa y teniendo claro que solo va a ocupar una parte de la vida, evitando que todo gire a su alrededor

Rojas Marcos: “El enfermo crónico debe apartar el sentimiento de culpa”
Imagen de noviembre de 2014 del psiquiatra Luis Rojas Marcos durante una entrevista con EFE. EFE/Hugo Ortuño
  • 26 de mayo, 2015
  • MADRID/EFE/ANA SOTERAS

Rojas Marcos, afincado en Nueva York desde 1968, ha hablado con EFEsalud sobre la actitud del enfermo crónico tras haber participado en Hemoforum 2015, un foto organizado en San Sebastián con la colaboración de la compañía biomédica Pfizer, donde se han revisado las últimas novedades sobre la hemofilia, una enfermedad congénita, crónica y poco frecuente que se caracteriza por hemorragias espontáneas debido a la falta de una proteína necesaria para la coagulación de la sangre.

El también profesor de psiquiatría de la Universidad de Nueva York subraya la incertidumbre y la preocupación que genera cualquier enfermedad crónica en el afectado y en sus familiares, pero si acaso más en las personas hemofílicas ya que se trata de una enfermedad hereditaria que transmite la mujer y que desarrolla, principalmente, el hombre.

“Es muy frecuente que la madre se sienta culpable y que se pregunte por qué. Las relaciones familiares pueden resentirse porque una enfermedad crónica es una de las adversidades que ponen a prueba a la persona”, señala Rojas Marcos.

Para poder sobrellevar este tipo de patología, el enfermo debe contar con una explicación de su dolencia y saber cómo interpretarla. “El paso siguiente es la alianza terapéutica: el médico aporta su saber y el paciente su forma de abordar la enfermedad. Es en esta relación dónde va a surgir la estrategia para abordar esta enfermedad y ahí aparece la actitud positiva”.

Cómo ser positivos ante una enfermedad presente día a día

Varias enfermeras realizan una prueba de hipertensión a un ciudadano en una carpa instalada en la Plaza de los Bandos de Salamanca. Efesalud.com
Varias enfermeras realizan una prueba de hipertensión a un ciudadano en una carpa instalada en la Plaza de los Bandos de Salamanca. EFE/J.M.García

El psiquiatra sevillano que ha desarrollado su carrera en Estados Unidos con diferentes cargos sanitarios en Nueva York indica que una actitud positiva ayuda mucho a convivir con una enfermedad incurable.

“Una vez que la idea de cura se ha eliminado, la estrategia es mantener una buena calidad de vida que haga pensar que vivir vale la pena”.

“Conseguir bienestar, sentirnos satisfechos, al final pasa por las relaciones con tenemos con los demás, promover las relaciones afectivas es una forma de positivismo frente a la enfermedad”, apunta.

“Aconsejo que se diversifique las parcelas de felicidad, no hay que poner todos los huevos en la misma cesta, hay que diversificar las fuentes de satisfacción de forma que si te va mal en una, haya otros de las que obtengas ilusión y ganas de vivir”.

Trabajar, mantenerse activo física, mental y socialmente es otro arma para convivir con la enfermedad, siempre y cuando no sea incapacitante. “Es fundamental para la autoestima -apunta- Tener una opinión positiva de uno mismo ayuda a sentirnos motivados para actuar, para vivir, para compartir con los demás”.

La batalla contra el miedo

El miedo es un compañero de viaje del enfermo. En el caso de las personas con hemofilia existe la espada de Damocles de una hemorragia inesperada en codos, rodillas o tobillos si no se aplica el tratamiento adecuado.

“Los padres deben minimizar el miedo del niño con hemofilia normalizando su vida y desarrollando la confianza en sí mismo. Sin embargo, el adolescente intenta superar ese miedo retando a la enfermedad, resistiéndose al tratamiento y complicándose la vida hasta que aprende”, manifiesta el psiquiatra.

El adulto mira al miedo de frente. “Sobre todo porque entiende la relación que tiene el tratamiento con una calidad de vida”.