Ramón Linaza tiene 61 años y VIH. Su caso es muy especial, tanto que se estudia fuera de nuestras fronteras. Ramón ha sido prácticamente un asintomático toda su vida y no ha desarrollado ninguna enfermedad grave, a pesar de que estuvo muchos años con una carga viral altísima, aunque sí reconoce ha tenido catarros y cuadros de herpes zoster
Síntomas VIH, un primer catarro que no asocias
Junto a Ramón, EFEsalud ha entrevistado también a la doctora Marisa Montes, de la Junta directiva GeSIDA, para hablar de las primeras señales o síntomas que te pueden avisar de que tienes el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Un virus al que está expuesta toda la población, ya sea ésta homosexual o heterosexual, y que se descubre con un simple análisis de sangre.
En 1993 a Ramón Linaza le diagnostican como paciente con VIH. Se hizo las pruebas porque había tenido prácticas sexuales “que ahora se consideran de riesgo”.
Calcula que se infectó en los años 80, pero se hizo las pruebas a principios de los 90 cuando le pidió a un hermano médico que se las hiciera al ser consciente de que tenía prácticas de riesgo, y salió que era positivo.
Prácticas de riesgo
“La razón fundamental de hacerme la prueba era que yo sabía que había tenido prácticas de riesgo, aunque apenas tenía síntomas, sólo un catarro crónico que no se me terminaba de quitar, que más o menos lo sigo teniendo, tengo cierta propensión…”.
Ramón explica que su caso es bastante particular: “Empecé a medicarme en el año que fui diagnosticado, con el retrovir que era la única medicación que había entonces y participé en muchos protocolos de investigación pero con la circunstancia de que siempre me tocaba el grupo del placebo”.
Un caso particular
“Mi caso es conocido a nivel mundial, porque soy una de las personas que más resistencias ha desarrollado a todos los fármacos al tener una carga viral completamente descontrolada”.
A consecuencia de ello contaba con unas defensas muy bajitas. Sus linfocitos CD4, que son los que combaten las infecciones, le llegaron a bajar a 40 por milímetro cúbico.
“Durante muchos años no conseguían controlar el virus, tenía una carga viral de millones de copias y a pesar de eso no desarrollé ninguna enfermedad”.
Hace unos cinco años le dieron un nuevo medicamento, combinado también con otro fármaco “que se usaba, creo, para la hepatitis pero habían visto que podía tener utilidad… vamos que me hicieron como un tratamiento de choque”.
A partir de ese momento se logró que su carga viral de VIH fuera indetectable y desde entonces afirma que se mantiene así y que las defensas le han subido mucho: “Ahora estoy en 400 CD4 más o menos”.
Calidad de vida
Considera que siempre ha tenido bastante calidad de vida a pesar de estar con las defensas bajas.
Pero recuerda que hace años era muy normal que todos los inviernos se cogiera alguna gripe y estuviera dos o tres días en cama. “Ahora paso el invierno sin mayor problema”.
“Nunca -concluye- hay que perder la esperanza y también hay que decir que siempre hay que cumplir con la medicación pautada; hay dos elementos muy importantes: la alimentación y llevar una vida sana, descansar lo suficiente….. hay que cuidarse y yo siempre lo he hecho”.
Síntomas VIH: los primeros muy inespecíficos
Explica la doctora Marisa Montes que cuando la infección por VIH es reciente lo que el paciente suele sentir es un cuadro gripal, cuadro de fiebre, ganglios aumentados, cansancio…
“Y claro en un principio los síntomas de VIH son muy inespecíficos”.
Hay veces, explica la especialista de GeSIDA, que si la persona en cuestión tiene una sospecha y un mínimo conocimiento de que el VIH produce catarro nada más contagiarse, se hace las pruebas.
“Pero si uno no sospecha nada, piensa que tiene una gripe. De hecho el 99% de los pacientes se recuperan en una semana y quedan asintomáticos”.
El problema es que la enfermedad se cronifica y el virus empieza a hacer su daño que suele ser “lento y progresivo”.

Los síntomas de las infecciones
Advierte la especialista que cuando el virus deteriora tu sistema inmune de una manera suficiente, empiezas a tener los síntomas relacionados con las infecciones que coges.
Lo más frecuente, señala, es que a partir de un momento empiece a tener otros síntomas.
“Pero ese momento, ese tiempo, depende de cada persona, hay muchos factores, y depende de la cantidad de virus que se le queda en la sangre de su sistema inmune, de su edad, de que tenga otras enfermedades….
“El tiempo es variable pero hay un momento en que el virus va matando una parte de las defensas que son los linfocitos CD4, es un virus que específicamente daña un tipo de defensas del organismo”.
Neumonía, meningitis, tuberculosis, candiadiasis..
Y cuando estas defensas bajan por debajo de un cierto nivel empiezan los problemas de infecciones, y los pacientes tienen síntomas relacionados con esas infecciones “y lo más frecuente son neumonías, con fiebre, tos y dificultades para respirar”.
También se dan tipos de meningitis graves, con fiebre, dolor de cabeza, cuadros de comportamiento.
Apunta también la doctora a la tuberculosis.
“Es una enfermedad que es mucho más frecuente en personas que tienen infección por VIH. En general estas son las dolencias más frecuentes que vemos asociadas”.
Y luego es “relativamente frecuente que los pacientes tengan candidiasis”, un hongo que a veces se encuentra en la boca e incluso en el esófago “y que debe ser también un dato de sospecha”.
Herpes zoster, tumores…
Algunas veces también el herpes zoster puede indicar infección de VIH. “En este caso aparecen herpes muy llamativos, herpes grandes”.
Cuando el sistema inmune está muy deteriorado, pueden aparecer también tumores “sobre todo linfomas, hay algunos tipos que pueden ser muy graves, de hecho mortales y algunas infecciones graves del cerebro, también”.
SIDA
Las personas pueden estar solo infectadas por el VIH y no llegar al SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida).
El SIDA significa que tus defensas han bajado por debajo de 200 CD4 por microlitro y “además de esa bajada han aparecido algunos de estos síntomas guías o alguna enfermedad asociada a las defensas bajas, y ahí es cuando la enfermedad se ha desarrollado”.
Explica la especialista que la enfermedad no se desarrolla hasta que el virus del VIH no mata una cantidad suficiente de linfocitos CD4.
“En ese periodo la gente puede estar asintomática”.
Pérdida de peso, apetito, fiebre
También la perdida de peso, de apetito, fiebre, sudoración, aparece, y en general, lo hace cuando ya hay alguna de las infecciones citadas o cuando ya la enfermedad está muy avanzada.
“El propio virus del VIH te puede producir fiebre, cansancio, pérdida de peso, luego hay cuadros de diarrea, eso ya son en estadíos de enfermedad muy avanzada”.
Momento asintomático:alto riesgo
El periodo asintomático es de alto riesgo, y lo es porque al desconocer la persona que tiene VIH puede transmitirlo a otros al tiempo que su sistema inmune se va deteriorando sin que se de cuenta.
“Antiguamente decíamos que al SIDA se llegaba en un tiempo medio de 10 años, pero a partir del cuarto o quinto año empiezan a aparecer señales: herpes, cándidas….”
Para Marisa Montes es fundamental insistir en que hacerse el diagnostico es básico y que es una dolencia que afecta a todos, homosexuales y heterosexuales.
“Tener una prueba de VIH es super importante y diagnosticarte antes de cualquier síntoma hace que te cambie la vida por completo”.
“Con medicación pasa a ser algo controlable y no te va a dar problemas ni ninguna dolencia que con 30 años te puede matar”.
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