El suicidio en España es la tercera causa de muerte entre los más jóvenes, de 15 a 29 años. Con motivo del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, 10 de septiembre, organizaciones de salud nacionales e internacionales invitan a hablar de este problema, de sus mitos y sus realidades, darle visibilidad con el objetivo principal de prevenirlo mejor

En el marco de su campaña #HablaDelSuicido, la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA recuerda que en España alrededor de 3.500 personas se quitan la vida cada año.
La cifra supone que 10 personas al día fallecen por esta causa en España, el 75% hombres.
En el mundo cada año se suicidan casi un millón de personas.Se trata de una tasa de mortalidad “global” de 16 por 100.000.
Para esta Confederación, la magnitud del problema es aún mayor de lo que parece ya que, por cada una de estas personas, se estima que hay otras 20 que lo intentan.
“El suicidio es la primera causa de fallecimiento no natural en España desde hace 11 años, y el número de víctimas triplica al de accidentes de tráfico”.
“Es, en definitiva, el mayor problema de salud pública de Europa, según reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
Sin embargo, y a pesar de estas elevadas cifras, es una realidad históricamente silenciada que a día de hoy continúa siendo estigmatizante y tabú para la mayor parte de la sociedad”, apunta en una nota de prensa la citada Confederación.
Habla del Suicidio: Mitos y Realidades
Ante esta situación, SALUD MENTAL ESPAÑA ha elaborado una campaña de concienciación en redes sociales bajo el hashtag #HablaDelSuicidio, en la que insta a la sociedad a visibilizar este fenómeno que afecta a tantas personas.
Desde la Confederación se defiende que hablar es el primer paso para trabajar en la prevención.
Según explica su presidente, Nel A. González Zapico, en general, la conducta suicida “se puede predecir, y por tanto también prevenir”.
Pero para lograrlo considera que es es imprescindible “acabar con los mitos e ideas erróneas sobre el mismo para facilitar la desestigmatización y culpabilización de la conducta suicida y, con ello, facilitar que las personas con ideaciones suicidas pidan ayuda”.
Entre los mitos más arraigados, explican las mismas fuentes, se encuentra la idea de que no se puede prevenir.
Lo cierto es que es posible, si bien es fundamental la detección temprana y poder disponer de los recursos, profesionales y espacios adecuados.
Otra creencia errónea es que las personas que se suicidan son egoístas (o valientes), cuando la realidad es que la conducta suicida no está vinculada con estas cualidades, sino con un altísimo grado de sufrimiento de la persona.
La campaña incide también en que, al contrario de lo que habitualmente se piensa, los intentos no son una llamada de atención, sino la manifestación de la desesperación y dolor que siente la persona.
Tampoco es cierta la idea de que la persona que quiere acabar con su vida no avisa, ya que muchas personas revelan de alguna manera sus intenciones a su entorno.
Medios de comunicación, papel fundamental
Los medios pueden jugar un papel fundamental en la prevención del suicidio. Según la OMS, informar de manera responsable y adecuada es una de las medidas que pueden ayudar a prevenirlo.
En base a las directrices de este organismo internacional, SALUD MENTAL ESPAÑA ha elaborado una serie de propuestas o recomendaciones para los periodistas, entre las que se encuentra no descartar hablar sobre suicidio, siempre y cuando se sigan las recomendaciones de la OMS.
Además, es necesario evitar tratar la información de forma sensacionalista, especialmente en el caso de personas famosas que pueden tener más impacto mediático.
Se trata de un fenómeno complejo y multicausal, por lo que la Confederación recomienda no simplificar ni presentarlo como algo inexplicable, o como respuesta entendible ante un problema en concreto.
SALUD MENTAL ESPAÑA aconseja no describir explícitamente el método empleado por la persona y evitar los detalles o publicar fotografías o notas suicidas.
Otro aspecto muy relevante es mencionar siempre los recursos de ayuda disponibles, como líneas telefónicas o servicios de salud mental, al igual que ya se hace en las informaciones sobre violencia de género con el teléfono 016 de atención a estas víctimas.
Otra recomendación es cambiar el enfoque: no limitarse a hablar únicamente sobre los efectos nocivos del suicidio, sino dar cobertura también a las historias de superación y al afrontamiento positivo en circunstancias adversas.
Para SALUD MENTAL ESPAÑA es primordial que el Plan Nacional de Prevención del Suicidio anunciado por el Gobierno se ponga en marcha cuanto antes y aborde por un lado la prevención de la conducta suicida además de la atención tanto a supervivientes como a las familias afectadas.
Los más jóvenes
Según recoge un artículo publicada en la revista Clínica y Salud, editada por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, a medida que avanza la edad, también lo hacen las tasas de suicidio en casi todas las regiones del mundo, siendo este fenómeno raro antes de la pubertad.
Sin embargo, entre 1980 y 2000 la tasa de suicidio entre los más jóvenes se multiplicó por cuatro, estimándose que cada año se quitan la vida 600.000 adolescentes entre los 14 y 28 años en todo el mundo.
Los países europeos son los más afectados, con unos 200.000 suicidios por año.
En España, el suicidio es la tercera causa de muerte entre los 15 y los 29 años, superado sólo por las causas externas de mortalidad (accidentes) y tumores, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística.
En 2016 (último año recogido por el INE, se quitaron la vida 247 jóvenes entre 15 y 29 años.
Pese a lo alarmante de las cifras, el estigma social y el miedo al efecto imitación han provocado que hablar de suicidio se haya convertido en un tabú.
En el caso de los jóvenes y los adolescentes, los posibles factores de riesgo son sufrir una enfermedad crónica dolorosa, un trastorno psicológico, una tentativa previa de suicidio y variables concretas de personalidad, como un carácter impulsivo con falta de control de las emociones y la alta carga de estrés emocional que padecen.
Otra de las causas durante los últimos años son el acoso escolar y el ciberacoso.
Los factores estrechamente relacionados con las conductas suicidas, entre los adultos son, el desempleo, la vida rural, un estado civil distinto de matrimonio y un nivel educativo bajo, según un artículo publicado en The European Journal of Psychology.

Teléfono de la Esperanza
Para el Teléfono de la Esperanza, que inauguró el pasado año, una línea de teléfono móvil (717 003 717) para optimizar los servicios de prevención del suicidio que presta a la sociedad español, existe una escasa repercusión mediática de las muertes por suicidio.
Con el lema DA PALABRA AL DOLOR esta organización iniciará una campaña de sensibilización por toda la geografía española para concienciar sobre la necesidad de invitar a las administraciones a elaborar programas de atención y a la opinión pública a incorporar el discurso sobre la prevención del suicidio.
La organización ha hecho un llamamiento a cuantos se sienten perseguidos por el fantasma de suicidio a que rompan el silencio y compartan su dolor.
“La experiencia acumulada por nuestra ONG en 45 años de historia nos ha enseñado que el suicidio es una de la formas de morir más trágicas y dolorosas”, aseguran en nota de prensa.
El suicida muere solo “y el grado de sufrimiento que tiene que soportar antes de terminar con su vida es difícilmente comprensible para quienes no hemos vivido esa experiencia”.
“La experiencia nos permite afirmar con rotundidad que la conducta suicida se puede prevenir”.
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