Para un cirujano especialista en microtrasplante capilar como el Dr. Eduardo López Bran, cada unidad folicular que se extrae de la nuca o zona donante de la cabeza se convierte, por su propia naturaleza, en un superviviente al que hay que “mimar con maestría clínica” antes de que se implante de nuevo en la zona frontoparietal, donde sufrimos la calvicie

La supervivencia magistral de cada pelo de tu cabeza

La supervivencia magistral de cada pelo de tu cabeza

“Cuando estas unidades foliculares se encuentran fuera del cuero cabelludo necesitan, durante varias horas, cuantas menos mejor, una hidratación constante, una temperatura idónea y estable, un medio de conservación hipotérmico optimizado y un plus de innovación IMEMA que refuerza su viabilidad celular”, subraya.

La cabeza humana dispone de 100.000 a 150.000 unidades foliculares de media, a lo que habría que añadir una densidad capilar de 260 pelos/cm2 en mujeres y de 235 pelos/cm2 en hombres, ambos casos en el grupo étnico caucásico.

Pero la alopecia androgenética (AGA), un trastorno dinámico de la pérdida de cabello que afecta a los dos géneros biológicos, reduce estas cantidades de forma progresiva.

La alopecia común se ceba en el 30% de los varones que han cumplido los treinta años de edad, y a partir de ahí esta cifra aumenta en un 10% en cada década. A los cincuenta años, por tanto, padecerán calvicie un 50% de ellos.

Las mujeres van a otro ritmo: sufren calvicie entre un 5% y un 10% a esas mismas edades.

“Ellas están muy preocupadas especialmente a nivel estético y psicológico”, señala el dermatólogo, también jefe de esta especialidad en el madrileño Hospital Clínico Universitario San Carlos.

El periodista Gregorio del Rosario entrevista al Dr. Eduardo López Bran-efe

¡Salvad cada pelo, especialmente de la nuca!

Nuestro experto en microcirugía capilar resume la operación en pocas palabras: “Desde la zona dadora de la nuca se extraen centenares de unidades foliculares, compuestas de hasta cuatro pelos, y se implantan en la zona calva con el fin de rejuvenecer la imagen del paciente y fortalecer su autoestima”.

Cabe recordar que la pérdida de pelo se inicia en los hombres con el retroceso de la línea de implantación frontoparietal, las clásicas entradas o golfos; luego continúa en la zona media superior y en la coronilla hasta que estas dos zonas calvas se juntan.

Con el paso del tiempo, el pelo desaparece de toda la cabeza salvo en la zona de la nuca y las orejas.

En las mujeres, comienza a clarear la zona de la raya media y aumenta poco a poco hasta abarcar toda la zona superior de la cabeza. Aún así, suelen conservar la porción de pelo más frontal. Una buena maniobra de peluquería disimula su calvicie en la mayor parte de las situaciones comprometedoras.

“En la actualidad, existen distintos tratamientos disponibles contra la calvicie común y otras que incluyen tanto procedimientos farmacológicos como técnicas basadas en el trasplante de las unidades foliculares, aunque ambas terapéuticas no estén exentas de limitaciones”, destaca el galeno lucense.

“Como me sucede a mí, que no puedo trasplantarme el pelo de la nuca, hay que recalcar que una parte de la población afectada por la calvicie no dispone de zona donante capacitada biológicamente para conseguir un trasplante capilar exitoso”.

Dr. Eduardo López Bran

El diagnóstico anticalvicie solo puede llevarlo a cabo un especialista en trasplante capilar y debe ayudarse de un dermatoscopio digital de última generación: se obtiene información detallada sobre las posibilidades reales del paciente para disfrutar de un futuro trasplante capilar.

“El dermatólogo observa el cuero cabelludo y la parte externa de los folículos pilosos. Con un peine abre el pelo de la nuca y el dermatoscopio, que incorpora una minicámara digital, aumenta hasta 30 veces el área seleccionada”, explica.

La imagen resultante se visiona a través de un monitor de vídeo, lo que permite al paciente, a su vez, comprobar in situ la densidad de su propio pelo”, añade.

Tratamiento de conservación de las unidades foliculares con hasta cuatro pelos que se extraen del cuero cabelludo para su implante autólogo en las zonas calvas del paciente

La supervivencia de las unidades foliculares fuera del cuero cabelludo

Una vez realizada la extracción de miles de unidades capilares en un paciente apropiado, normalmente con la ayuda eficaz y segura del robot humanoide Artas, entra en juego uno de los aspectos más críticos en el éxito de un trasplante.

“La supervivencia de las unidades foliculares extraídas del área donante para injertar en el área calva solo deben estar fuera del organismo entre dos y cuatro horas, aunque siempre intentamos que este tiempo se reduzca sustancialmente para alcanzar la extraordinaria tasa de 100% de éxito”, afirma por experiencia.

Y es el equipo de enfermería, expertas IMEMA en trasplante capilar, quien se encarga de todo el proceso de tratamiento y conservación de las unidades foliculares hasta que se implantan en la zona calva del paciente:

  • Se hidratan las unidades de forma continua y adecuada, ya que son muy sensibles a la pérdida de la humedad natural, una de las causas más frecuentes de “muerte celular”. La vigilancia será constante.
  • Se mantiene su temperatura a 4 ºC, ideal para el metabolismo folicular. Es muy importante evitar subidas o bajadas en los grados, como si fueran dientes de sierra; para lo que es preciso aplicar tecnología “que enfríe a cuatro grados sin perturbaciones a lo largo de todo el proceso”.
  • Todas las unidades se conservan sumergidas en “Hypo Thermosol FRS“, que es un medio líquido hipotérmico optimizado que permite una protección mejorada y prolongada de las células y tejidos, “como se hace en un trasplante de órganos sólidos, como un corazón”.

Certificado I+D+i - ACIE ENAC de Clínica IMEMA

Además, la Clínica IMEMA llevó a cabo estudios de I+D de viabilidad celular por el que obtuvo el certificado de Pyme innovadora por ENAC-ACIE.

“Enriquecemos el fluido de Hypothermosol con otros componentes, que forman parte de nuestro secreto industrial, logrando un plus de supervivencia de cada unidad folicular”, expone con orgullo científico el Dr. Eduardo López Bran.

La adecuada supervivencia de cada unidad folicular debe venir precedida de una extracción óptima y debe continuar con una implantación cuidadosa. En ambas etapas se extremará la delicadeza operativa para no doblar, estirar o aplastar los folículos pilosos.

“Las unidades foliculares se activan con adenosín trifosfato -molécula orgánica fundamental- para dotar a las unidades foliculares de la energía suficiente durante el tiempo que tardan en establecer el entramado biológico con el lecho dérmico receptor;  hecho que se producirá pocos días después de la intervención”, asegura el Dr. López Bran.

El injerto manual de los folículos pilosos, uno a uno, culmina la microcirugía, pero no el tratamiento:

La adecuada implantación del pelo extraído en el menor tiempo posible evita la traumatización de las unidades foliculares cuando se implantan en la zona calva, otra de las claves para su desarrollo sin sobresaltos en los meses siguientes.

Un tratamiento postoperatorio supervisado de forma periódica y presencial en la consulta médico-paciente permitirá lograr la mejor cosecha posible después de una siembra bien elaborada.

La prevención de infecciones, quemaduras y traumatismos en el área trasplantada contribuirá, sin duda, al éxito del trasplante capilar.

El Dr. Eduardo López Bran explica la supervivencia del folículo piloso en un trasplante capilar.“Las unidades foliculares trasplantadas desde la nuca a la zona frontoparietal van a vivir siempre con el paciente y no serán objeto de rechazo genético al ser autólogas (se obtienen del mismo individuo que las recibe). Estos pelos son definitivos y no se caerán, lo que sí les sucedió a los folículos originales de las zonas calvas”

Concluye el cirujano Eduardo López Bran, director médico de la Clínica IMEMA