Cuando las células cancerígenas invaden nuestro cuerpo necesitamos de un aliado exterior que acabe con ellas. Por eso recurrimos, especialmente, a la quimioterapia, para que luche contra el invasor. Pero no siempre su ayuda es todo lo efectiva que esperamos

Pero algo empieza a cambiar. Los investigadores están centrados en conseguir que nuestro propio sistema inmunitario sea el que lance el ataque contra el intruso.
Es la inmunoterapia farmacológica. Uno de los principales asuntos tratados en el 49 congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), que hoy se clausura, y donde se han presentado estudios para casos de melanoma y de pulmón, fundamentalmente.
Uno de los que más eco ha tenido ha sido una investigación en fase I que emplea dos inmunoterapias combinadas para combatir el melanoma de piel avanzado, uno de los cánceres más agresivos. El nuevo compuesto, labrolizumab, ha conseguido una reducción del tumor en el 52 por ciento de los pacientes que recibieron las dosis más altas.
También la farmacéutica Roche ha presentado su primera inmunoterapia. Se trata del anticuerpo aPDL1 MPDL3280A (también conocido como RG7446), un fármaco en investigación diseñado para hacer más vulnerables a las células tumorales en su lucha contra el sistema inmunitario.
El fármaco consigue debilitar las células tumorales actuando sobre una proteína denominada PD-L1, presente en la superficie de las células cancerígenas. Se cree que esta proteína actúa como una “señal de stop” que impide al sistema inmunitario destruir las células tumorales.
En Chicago se han presentado cinco presentaciones orales y un póster sobre la actividad de MPDL3280A en distintos tumores y en pacientes con la enfermedad localmente avanzada o metastásica.
Se investigan asimismo biomarcadores asociados a la actividad clínica de esta inmunoterapia. Los tumores analizados son, entre otros, cáncer de pulmón no microcítico, de riñón, colorrectal, gástrico y melanoma.
A partir de los resultados obtenidos, Roche ya tiene previsto iniciar estudios de registro para MPDL3280A en cáncer de pulmón no microcítico. En estos ensayos clínicos se incluirá una prueba diagnóstica. Asimismo evalúan la posibilidad de investigar el uso de esta terapia experimental frente a otros tumores bien en solitario, bien en combinación con otros medicamentos como el antiangiogénico Avastin (Bevacizumab) y Zelboraf (Vemurafenib).
Los ensayos clínicos con MPDL3280A tratan de comprobar si bloqueando la proteína PD-L1 (“acabar con la señal de stop”) ayudará al sistema inmunitario a responder al cáncer con eficacia. Estos estudios investigan la actividad del fármaco en solitario y en combinación con otras terapias que actúan directamente sobre los mecanismos que permiten al cáncer crecer y diseminarse.
El futuro de la lucha contra el cáncer está en nuestro propio cuerpo. El prestigioso oncólogo español José Baselga, director médico del Hospital Memorial Sloan-Kettering de Nueva York, lo ha dicho en Chicago: “La inmunoterapia supondrá un cambio profundo” en los tratamientos contra los tumores.