Comer de forma equilibrada, mantenerse hidratado, protegerse del sol y descansar, son algunos de los consejos que desde MD Anderson Cancer Center Madrid hacen para que los pacientes oncológicos puedan disfrutar de sus vacaciones

Recomendaciones en verano para pacientes con cáncer
EFE/Andy Rain

Con la llegada del verano se modifican las rutinas y cuidados. En esta época todos debemos seguir una serie de recomendaciones médicas, siendo más amplias y concretas en aquellos en los que su salud tiene mayor peligro: los pacientes con cáncer.

La prevención es fundamental en estas personas. Por este motivo, desde MD Anderson Cancer Center Madrid, centro con más de 150 especialistas médicos formados en oncología, se trabaja a diario para que los pacientes mantengan un óptimo estado de salud durante sus vacaciones.

“El mayor peligro es la fotosensibilidad. El sol potencia los efectos y alteraciones en la piel en aquellos efectos secundarios producidos por la quimio o radioterapia”, explica Arantxa Ruiz, supervisora de Radioterapia y Hospitalización Oncológica de MD Anderson Cancer Center Madrid.

Pedro José Robledo, responsable de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética de MD Anderson Madrid, señala que con la llegada del verano se “incrementa las posibilidades de deshidratarse y la alteración de la alimentación”.

Por todo ello, los expertos hacen una serie de recomendaciones con la que cuidar a sus pacientes en esta época estival.

Cuidados de la piel

Los pacientes oncológicos sufren diversos efectos derivados de los tratamientos. Uno de los órganos que mas pueden sufrir estas consecuencias es la piel.

La supervisora de radioterapia alerta del riesgo de tomar el sol en el caso de estos pacientes, ya que su piel “suele estar mas seca, mas irritada, con alteraciones en su color”.

Sus recomendaciones se centran en la protección solar. Evitar las horas centrales del día y las actividades el aire libre en ese tiempo es fundamental para aquellos que tras el tratamiento han perdido las cejas y las pestañas.

“Deben usar gafas de buena calidad y taparse la cabeza ya que se pierde la protección natural del cuero cabelludo”, explica.

Una higiene adecuada

Gente duchándose después de un día caluroso en la playa. EFE/ Antonio Lacerda

Ruiz recomienda “lavar la piel con un jabón suave con pH neutro. Realizar duchas cortas y evitar los baños prolongados”. Esto también se debe trasladar a las prevenciones que se debe tener en la piscina y en el mar.

“La sal y el cloro irritan de forma fácil. La propia Quimioterapia produce toxicidad cutánea, por lo que hay que hidratar muy bien la piel”, aconseja.

Refrescarse en estos lugares no está contraindicado, pero si es mejor utilizar cremas hidratantes y calmantes “que sean emolientes y restauradoras de la barrera hidrolipídica, al menos dos veces al día”.

Evitar cambios bruscos de temperatura

La exposición a fuertes corrientes de aire pueden provocar en estos pacientes infecciones respiratorias que compliquen la administración de los tratamientos y el pronóstico. Los cambios bruscos de temperatura son un problema que se puede evitar con “un pañuelo o una chaquetilla”.

“Una persona saludable puede constiparse o sufrir dolor de garganta, pues una paciente oncológico puede suponer un retraso en el tratamiento”, recalca Arantxa Ruiz.

Sin embargo, el uso obligatorio de las mascarillas está ayudando a la reducción de las infecciones respiratorias.

“Normalmente no nos la poníamos a no ser que hubiera algo muy contagioso. Deberían utilizarla siempre aunque no sean obligatorias”.

Salud del sueño

La importancia de dormir adecuadamente para los pacientes con cáncer. EFE/RICARDO SEGURA

Los tratamientos y la salud emocional afecta al descanso correcto de los pacientes. El ritmo de este provoca una disminución del descanso, impidiendo que puedan dormir largos periodos de 8 horas.

“Se les recomienda dormir pequeñas siestas y combinarlas con ejercicio moderado”, aconseja la supervisora de Radioterapia y Hospitalización Oncológica.

Este actividad no debe suponer un sobre esfuerzo al paciente ya que normalmente están más cansados de lo habitual, sumando las altas temperaturas que aumentan la astenia.

Cómo evitar la desnutrición

El término desnutrición no debe ser entendido como una situación máxima de extrema gravedad, sino que en el caso de estos pacientes supone una bajada “del 5% de sus peso habitual o el no tener unos niveles de proteínas adecuado”, explica Pedro José Robledo.

Esas patologías suponen un déficit en el aporte de nutrientes que afecta a su vida cotidiana, por lo que el doctor recomienda que en esta época donde se altera la alimentación habitual “se controle las cantidades y el aporte excesivo de calorías”.

Una buena hidratación

Igual de importante es la hidratación. Los expertos cuentan con gran variedad de posibilidades de hidratar a una paciente oncológico:

“Podemos realizarla a través de diferentes componentes químicos, siendo el mas básico el agua, seguida de algunas mezclas de diferentes zumos que pueden favorecer la introducción de liquido”, recomienda Robledo.

La hidratación afecta también a la eficacia del tratamiento ya que ayuda a la función renal.

“También están las soluciones habituales y básicas de suero de rehidratación oral, suponiendo que puede haber situaciones donde el paciente puede sufrir mas la deshidratación, como por ejemplo los de mayor edad”, destaca.

El nutricionista alerta de la posibilidad de que el tratamiento afecte al tránsito intestinal con fases de colitis o estreñimiento y mala tolerancia a los alimentos. En esos casos, la hidratación suele ser más costosa por lo que recomienda “infusiones, zumos o cremas de verduras frías”.

Seguimiento y control

Desde MD Anderson Madrid, velan por disminuir los síntomas propios de los tratamientos para que permitan a estos pacientes disfrutar del verano como otra persona cualquiera.

En el centro, los pacientes reciben un seguimiento por fases. Una vez que el oncólogo analiza el cáncer se les remite al tratamiento, y en esta primera fase se hace una valoración nutricional en relación al peso, parámetros bioquímicos y el tratamiento que va a recibir.

“A lo largo del tratamiento, los protocolos que tenemos es un seguimiento semanal, mensual o quincenal, depende de la sistemática del tratamiento”, explica Robledo.

Ahora con los nuevos tratamientos, como la inmunoterapia , hay que tener en cuanto también sus posibles efectos tóxicos.