Todos hemos oído hablar del grave problema de salud que está ocasionando la proliferación de las bacterias multirresistentes a los antibióticos, con un agravante añadido: a día de hoy apenas hay nuevos fármacos que vengan a sustituir a los que dejan de funcionar

Bacterias multirresistentes: sin nuevos antibióticos para combatirlas
FOTO EPA/Stephan C. Schuster, Jurgen Berg
  • 18 de diciembre, 2018
  • MADRID/EFE/PILAR GONZÁLEZ MORENO

La causa principal de esta proliferación bacteriana reside en el uso abusivo de antibióticos en todo el mundo, y España se sitúa a la cabeza en el consumo desproporocionado de estos fármacos en humanos y animales sin razón epidemiológica que lo justifique.

Tanto es así que en España mueren 8 veces más personas por infecciones por bacterias multirresistentes que en accidentes de tráfico.

El problema es de tal magnitud que hace apenas un año la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó su primera lista de «patógenos prioritarios» resistentes a los antibióticos, para animar a la investigación a sacar nuevos fármacos que puedan combatirlos.

En la lista están las 12 familias de bacterias más peligrosas para la salud humana. Se pone de relieve especialmente la amenaza que suponen las bacterias gramnegativas.

Son bacterias que tienen la capacidad innata de encontrar nuevas formas de resistir a los tratamientos y pueden transmitir material genético que permite a otras bacterias hacerse farmacorresistentes.

Hay que tener en cuenta que la resistencia a antibióticos implica también poner en riesgo prácticas clínicas habituales como tratamientos de quimioterapia, una cesárea o incluso una prótesis de rodilla.

Al presentar la citada lista, la doctora Marie-Paule Kieny, subdirectora General de la OMS para Sistemas de Salud e Innovación, advirtió de que la resistencia a los antibióticos va en aumento y “estamos agotando muy deprisa las opciones terapéuticas”.

La organización de Naciones Unidas para la salud ha establecido tres categorías con arreglo a la urgencia en que se necesitan los nuevos antibióticos: prioridad crítica, alta o media.

El grupo de prioridad crítica incluye las bacterias multirresistentes que son especialmente peligrosas en hospitales, residencias de ancianos y entre los pacientes que necesitan ser atendidos con dispositivos como ventiladores y catéteres intravenosos.

Las mismas pueden provocar infecciones graves y a menudo letales, como infecciones de la corriente sanguínea y neumonías.

EFEsalud ha asistido a un seminario sobre este tema, organizado por bioMérieux, para conocer mejor el problema y saber cuál es la situación concreta  en España, donde las bacterias multirresitentes provocan más de 35.000 muertes al año, según datos de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

Secretario de la Junta Directiva de esta sociedad y microbiólogo del Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid, Jaime Esteban destacó en el seminario cómo las bacterias multirresistentes son cada vez “más abundantes”.

Este escenario “podría llevarnos a la era pre antibiótica cuando no existían estos fármacos y la gente moría por una simple herida infectada”.

Un mecanismo evolutivo

Su diseminación, explicó, obedece al mecanismo evolutivo: “todas las bacterias se están desarrollando y compitiendo por los nutrientes”

Al añadir un antibiótco se matan las bacterias que no son resistentes favoreciendo la expansión de las más resistentes “que empiezan a multiplicarse y se hacen mayoritarias” al disponer de más nutrientes sólo para ellas.

“Es por eso que el consumo indiscriminado de antibióticos favorece las bacterias resistentes”.

Además, cada vez que se introduce un antibiótico, “al poco tiempo tenemos la descripción del mecanismo de resistencia a ese antibiótico”.

“Cada vez es más frecuente encontrarnos pacientes con bacterias resistentes a todo los antibióticos y nos tenemos que estrujar la mente para ver qué podemos hacer. Hace cinco año esto era raro de ver”.

Bacterias multirresistentes: la regla del 30%

Durante el seminario, en el que participaron también Pedro Di Rocco, Director General de bioMérieux Iberia; y Bruno González-Zorn, Investigador de la Universidad Complutense de Madrid, se puso de manifiesto que existe una “regla del 30%” que ilustra la problemática que se vive actualmente en los hospitales en relación con este hecho:

.- Aproximadamente un 30% de los pacientes hospitalizados reciben antibióticos en algún momento de su estancia en el hospital.

.- Más de un 30% del total de las prescripciones de antibióticos son incorrectas.

.- Más del 30% de los métodos antibióticos preventivos en situaciones quirúrgicas no son apropiados.

. - Aproximadamente un 30% de los costes de farmacia hospitalaria se deben al uso de antimicrobianos .

bacterias
FOTO EFE/Manuel Bruque

La descendencia

En términos generales, las bacterias consiguen ser resistentes a los antimicrobianos (antibacterianos coloquialmente denominados antibióticos) de tres formas:

Cambiando la estructura del fármaco y neutralizándolo; desplazando el fármaco antes de que empiece a actuar y modificando su propia estructura para que el antibiótico no pueda unirse a ellas.

Una vez adquirida la resistencia, la bacteria transfiere esta nueva información a toda su descendencia.

Tanto las personas como los animales tienen en la piel, aparato digestivo, etc. microorganismos que son fundamentales para la salud, denominados comensales. Participan en la digestión de los alimentos, evitan que otros microorganismos patógenos colonicen la piel y mucosas, etc.

Cuando usamos antibióticos, las bacterias comensales con mecanismos de resistencia son seleccionadas, pudiendo intercambiar estos mecanismos de resistencia entre ellas y también con las bacterias patógenas.

El uso de antibióticos en un individuo selecciona sus bacterias resistentes, y estas bacterias pueden pasar a otros individuos, aunque ellos no hayan estado expuestos al tratamiento.

Esta posibilidad puede darse entre personas y animales, tanto por contacto directo como indirecto, como por ejemplo, a través del consumo de alimentos de origen animal.

De esta forma, no hace falta que una bacteria entre en contacto con un determinado antibiótico para que se vuelva resistente a él.

Los datos

Según las fuentes citadas,  se ha estimado que de seguir la tendencia del consumo abusivo la resistencia supondrá en 2050 la muerte de 10 millones de personas al año, un valor que supera la cifra de individuos que mueren en la actualidad por cáncer (8,2 millones) .

Estos datos, procedentes del informe de Jim O´Neill, supusieron un antes y un después en la evaluación del riesgo que suponen las resistencias a antibióticos para la salud pública.

No sólo se evaluaron las vidas en riesgo, sino también las pérdidas económicas, que fueron estimadas en más de 100 billones de dólares.

Entre el año 2000 y el año 2015 incluidos, el consumo a nivel mundial de antibióticos se ha disparado, tal y como se refleja en un estudio publicado en 2018 (Eili Y. Klein et al Global increase and geographic convergence in antibiotic consumption between 2000 and 2015).

El informe, citado durante el seminario, evalúa las tendencias de consumo de 76 países, destaca que la tasa de consumo de antibióticos a nivel mundial se ha incrementado en un 39% en estos años.

En él, y según las mismas fuentes, los autores estiman que, si no se modifican las políticas de consumo de antibióticos, para 2030 el consumo de antibióticos será un 200% mayor que lo calculado para 2015. Esta tendencia se ha observado también en pediatría.

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