El avance de las bacterias multirresistentes es un problema mundial que solo podrá solucionarse poniendo en marcha una batería combinada de medidas “rápidas y globales” que requerirán implicación y “esfuerzos coordinados” de muchos organismos e instituciones nacionales e internacionales

El jefe del Servicio de Microbiología del hospital Universitario de A Coruña, Germán Bou, ha advertido que hay que concienciar e informar, y tener claro que las bacterias multirresistentes matan a personas. “No es un problema marginal, al contrario, va en aumento”.
De hecho, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las bacterias multirresistentes provocan cada año la muerte de 700.000 personas en el mundo y se prevé que en 2050 estos microorganismos causarán diez millones de muertes.
Sin embargo, frente al constante crecimiento mundial de las bacterias multirresistentes a los antimicrobianos, en las últimas décadas sólo se han aprobado dos nuevos antibióticos debido al mal uso (tratamientos incompletos) y la automedicación, entre otros motivos.
“Actualmente España cuenta con un Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos, y leyes que prohíben el uso de estos fármacos en la alimentación del ganado como promotor del crecimiento pero “lo cierto es que se siguen usando, y mucho, especialmente en países como China que generan gran cantidad de bacterias resistentes que transmiten al resto del mundo”, ha dicho Bou.
Por eso, dado que se trata de un problema global, la solución también debe ser global, coordinada y multidisciplinar.
Coordinación contra las bacterias multirresistentes
“Hace falta inversión e investigación de fármacos y vacunas, pero también concienciación de la gente que consume antibióticos y de los médicos que los prescriben, pero también es necesario hacer diagnósticos más rápidos para tratar antes…son un conjunto de medidas multifactoriales que engloban a todo y que son complejas”.
Pensar en una solución única no arreglará nada, sino que harán falta esfuerzos coordinados entre departamentos e instituciones con temáticas distintas, ha subrayado.
Por ello, y dado que es una amenaza de salud global, organismos internacionales como la ONU o la OMS ya han comenzado a dar los primeros pasos y a “presionar” a los estados para que se den cuenta del problema que se avecina, ha valorado Bou.

Por su parte, el investigador del Centro Nacional de Microbiología José Enrique Yuste ha advertido que junto a la investigación y la búsqueda de nuevos antibióticos capaces de combatir a las bacterias multirresistentes, “es esencial pensar en la vacunación como herramienta en esta lucha”.
En el caso del neumococo, ha dicho, el impacto de la vacuna ha sido muy importante y los resultados obtenidos “podrían servir de base científica para que se desarrollen futuras vacunas frente a otras bacterias multirresistentes con el fin de lograr una disminución del impacto de la resistencia en otros microorganismos”.
Y es que, a su juicio, dedicar todo el desarrollo tecnológico y los esfuerzos de investigación en la búsqueda de nuevos antibióticos “no es la solución más idónea”.
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