Esta historia comienza, como os contamos en el primer capítulo, con un cáncer previo, del que nuestra protagonista está curada tras una mastectomía. Un estudio genético posterior descubrió una mutación que podía provocarle otro cáncer de mama o de ovario. Beatriz entra en un quirófano del Hospital de La Paz para operarse.

Beatriz, la operación de mastectomía preventiva

Beatriz, la operación de mastectomía preventiva

  • 14 de octubre, 2013
  • Redacción EFESALUD

Madrid ha amanecido de Otoño, es lo que toca aunque todavía no tengamos cuerpo de lluvia y frío. Beatriz llega con Oscar, su marido; está un poco nerviosa. No ha hecho falta que ingrese el día anterior. Tiene que inscribirse en recepción; no le ha dado tiempo a secarse el pelo.

Trae bajo el brazo el libro de Elsa Punset, “Inocencia Radical”, la vida en busca de pasión y sentido, reza el subtítulo. Beatriz se atreve a parafrasear a la filósofa con un juego de palabras sobre una de sus frases fetiche: “No es magia, es Inteligencia... “Profesional”. Y lo hace pensando en el equipo multidisciplinar que desde hace meses trabaja en su caso.

El madrileño Hospital de La Paz ofrece un trabajo global, coordinado por especialistas de todas las ramas que afectan a una operación de este tipo.

Tras pasar por una primera mastectomía y curarse de un cáncer, Beatriz se sometió a un estudio genético. El Instituto de Genética Médica y Molecular (INGEMM) de La Paz de Madrid se encarga de tratar, diagnosticar e investigar enfermedades de base genética. Los resultados del estudio realizado a nuestra protagonista confirmaron un alto riesgo de volver a padecer cáncer. Beatriz es portadora del gen BRCA2; existe peligro de que tenga un cáncer contralateral e incluso cáncer de ovario.

Ese es el camino que ha llevado de nuevo a nuestra protagonista al quirófano. La operación preventiva reduce en un altísimo porcentaje esta posibilidad; la decisión era suya y con toda la información en el bolsillo Beatriz no tuvo duda.

En el quirófano

Cuando nos volvemos a ver ya estamos todos vestidos con pijama del quirófano. Beatriz esta en la cama, “aparcada” en un pasillo antes de entrar. El doctor José Ignacio Sánchez Méndez, ginecólogo de la Unidad de Mama, la tranquiliza cogiéndola de la mano; todo son ánimos de enfermeras y del equipo que tan bien conoce a Beatriz. Ella no se cansa de decirlo, ahora con los ojos humedecidos: “Todos se han portado genial conmigo, desde la gente de administración hasta el último médico”.

Beatriz, la operación de mastectomía preventiva
Las cirujanas plásticas, Marta García y Shirin Zarbakhsh, pintan a Beatriz antes del comienzo de la operación. EFE / G.R.B.

El quirófano es grande pero no tan frío como parecen desde fuera; todos se mueven con seguridad, esa es la sensación que se percibe. El primer paso corresponde a las cirujanas plásticas de la Unidad de Mama, Marta García y Shirin Zarbakhsh; ellas serán las que intervengan en último lugar sobre las mesa de operaciones pero ahora deben pintar las marcas que guiarán su bisturí cuando Beatriz esté tumbada.

“Pintamos las líneas medias del tórax y de la mama para centrar bien la prótesis y elegir la adecuada con el diámetro apropiado... Nos ayuda mucho hacer las marcas de pie porque cuando ella esté tumbada las mamas cambian completamente” nos aclara la doctora Zarbakhsh.

El anestesiólogo de la Unidad de Mama, Eduardo Alonso, comienza a cogerle las vías a Beatriz; una en la mano, por donde la dormirán en unos minutos y otra epidural. “Esta última es sobre todo para analgesia tanto introperatoria como postoperatoria. Ahora le ponemos medicaciones para profilaxis antibiótica, para prevenir nauseas y vómitos”.

Antes de cerrar los ojos y haciendo gala de su ánimo y buen humor Beatriz recuerda a mi compañero: “Goyo, no me saques gorda”.

La primera fase de la operación

Quedan unas horas de quirófano por delante. El doctor Sánchez Méndez comienza por la laparoscopia con la que eliminarán los ovarios y las trompas. A través de cuatro pequeñas incisiones introducen las herramientas quirúrgicas y la cámara. Para poder tener espacio y ángulo de visión hinchan el vientre de Beatriz de CO2 y la inclinan hacia atrás para que la gravedad ayude a que los intestinos no estorben en el proceso.

Los ojos del doctor están en la pantalla que ofrece las imágenes de la cámara: “Esta técnica requiere una serie de habilidades a las que las nuevas generaciones están acostumbradas; los móviles, los ordenadores... ellos vienen ya con habilidades innatas para manejarse en laparoscopia”, asegura el cirujano.

Si increíble es, para los profanos en la materia, ver al doctor manejarse cual Eduardo Manostijeras por una pantalla, más lo es descubrir el método por el que sacan los ovarios y las trompas de la cavidad abdominal: introducen una bolsa por el ombligo, los meten en ella guiándose por la cámara y la sacan por donde entró.

La primera fase de la operación concluye con éxito; el siguiente paso es la mastectomía preventiva de la mama izquierda con ahorro de piel, una traducción un poco extraña del término en inglés que no significa más que quitar el mínimo de piel para poder realizar con éxito la reconstrucción.

“En este caso lo hacemos a través de la areola porque le vamos a quitar el complejo areola-pezón; vamos a quitar a través de la incisión la mayor parte del tejido glandular mamario” nos aclara el doctor.

Beatriz, la operación de mastectomía preventiva
La doctora Steinberg ayuda al doctor Sánchez Méndez con un separador durante la mastectomía. EFE / G.R.B.

El trabajo es laborioso; dejan aproximadamente un grosor de la piel de 2 a 5 milímetros para asegurarse de que estará bien bañada por los vasos sanguíneos.

La doctora Giselle Steinberg ayuda en la cirugía al doctor con un separador, una estructura plástica rectangular que con un sistema de gomas, permite separar la piel de la mama con incisiones muy pequeñas: “Mi papel consiste es exponer el campo para que el cirujano pueda separar los tejidos y evitar que se pueda lesionar la piel que es lo que queremos dejar intacto”.

Para acortar el tiempo de anestesia, mientras el cirujano está realizando la mastectomía preventiva, las cirujanas plásticas comienzan a trabajar en la otra mama para cambiarle la prótesis que le pusieron en la anterior mastectomía. En la mama derecha van a cambiarle el implante y en la izquierda le van a hacer la reconstrucción, el pezón y la areola tendrán que esperar al menos seis meses.

Objetivo, la reconstrucción

La mastectomía concluye; todo ha salido bien y las cirujanas plásticas de la Unidad de Mama, Marta García y Shirin Zarbakhsh toman la mesa de operaciones.

Su objetivo es conseguir la máxima simetría en las mamas. Las doctoras tienen preparados seis posibles pares de tipos de prótesis para elegir las más adecuadas sobre la mesa. La curación es lo fundamental pero la buena reconstrucción es también crucial para la paciente como comenta la doctora García.

“Como vamos a hacer la reconstrucción con prótesis directa lo que queremos es que al ser bilateral las dos mamas queden prácticamente iguales, es imposible la igualdad pero nos interesa. Vamos a poner la misma prótesis en ambos lados”.

El hueco dejado por la glándula mamaria que se ha quitado está entre la piel y el músculo pectoral, pero ese no es el lugar donde se coloca la prótesis. Las cirujanas preparan un “bolsillo anatómico” bajo el músculo para que la prótesis esté protegida.

Beatriz, la operación de mastectomía preventiva
EFE / G.R.B.

Tras múltiples comprobaciones, casi milimétricas y desde todos los ángulos, sobre la colocación y simetría del resultado y una vez sustituídas las prótesis de simulación por las definitivas, las cirujanas dan el último punto de sutura y dan por concluida la operación.

Eduardo, el anestesiólogo, despierta con mimo a Beatriz: “Ya estás operada, todo ha salido bien”. La próxima parada, la sala de reanimación.

Han sido cinco horas de quirófano de perfecto trabajo en equipo y coordinación para una solución global en la que Beatriz ha reducido en un altísimo porcentaje sus probabilidades de padecer de nuevo un cáncer. Un objetivo que comenzó hace meses con el trabajo de ginecólogos, cirujanos plásticos, anatomopatólogos, radiólogos, oncólogos... Ahora tan sólo queda la recuperación y por supuesto, será la propia Beatriz quien os lo cuente cerrando esta serie de tres capítulos.

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