Las falsas informaciones y bulos sobre salud son extremadamente peligrosas. No solo afectan de manera directa al bienestar de la sociedad, sino también a las medidas de prevención y control de las enfermedades. La COVID-19 ha pasado de pandemia a infodemia por la sobreabundacia de información falsa que la rodea. Por ello, Salud sin Bulos y Doctoralia han presentado el “III Estudio de Bulos en Salud: COVID-19”

La pandemia ha abierto la puerta a la proliferación de falsas noticias y bulos.
Para conocer su alcance, Salud sin bulos y Doctoralia han elaborado el III Estudio sobre bulos en salud: COVID-19.
En él han participado más de 327 médicos españoles que han expresado sus experiencias durante la crisis sanitaria a través de una encuesta online.
Carlos Mateos, coordinador de Salud sin Bulos; Frederic Llordachs, cofundador y socio de Doctoralia, y Alicia Taobada, médica de familia y especialista en riesgo cardiovascular han presentado este documento en el II Congreso Bulos de salud.
El congreso, en esta edición virtual, reunió a sociedades científicas, colegios profesionales y asociaciones de pacientes y comunicadores para debatir la mejora de la comunicación clínica en torno a la información veraz, la humanización, la escucha activa y la comprensión.
La inauguración corrió a cargo de Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública, calidad e innovación del Ministerio de Sanidad.
“Los bulos son altamente perjudiciales para la salud. Lo sabíamos antes, pero ahora hablar y opinar de salud ha tomado mucho protagonismo”, declaró Aparicio, quien recordo que nos encontramos en una pandemia mundial y “no hay respuestas validadas y eficaces de carácter universal”.
Por ello, hizo referencia a la importancia de la coordinación y cooperación entre las Comunidades Autónomas para dar respuesta al virus.
La representante del ministerio señaló la enorme preocupación que existe acerca de los bulos sobre la vacunación que circulan en redes sociales. “Las vacunas son seguras y efectivas”, afirmó tajante.
Resultados del III Estudio sobre Bulos en Salud
Según se extrae del documento, dos de cada tres médicos (65 %) han atendido consultas acerca de tratamientos para la COVID sin evidencia científica.
“El coronavirus ha desplegado una infodemia sin precedentes. Los bulos se han compartido más y más rápido a través de todos los canales de comunicación digital”, apuntó Carlos Mateos.
El término infodemia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hace referencia a la sobreabundancia informativa falsa y su rápida propagación entre las personas y medios.
Según explicó el coordinador de Salud sin Bulos, las consultas sobre bulos en las primeras semanas del confinamiento se multiplicaron. Ahora, de nuevo, se está detectando un repunte.
“Los tratamientos milagrosos para la enfermedad han acaparado mucha desinformación y llegan a las consultas”, indicó Mateos.
Precisamente, el 92 % de los profesionales sanitarios encuestados cree que la crisis ha incrementado el número de bulos entre los pacientes.
Además, 3 de cada 4 aseguran haber atendido a pacientes preocupados por noticias falsas que tienen que ver con el coronavirus.

La COVID-19 ha causado una revolución sin precedentes en el sector sanitario.
El doctor Llordachs constató que “el coronavirus ha llenado los espacios informativos y los titulares de los medios”.
El impacto de las fake news (noticias falsas) ha llegado incluso a disminuir la tasa de vacunación de algunos países.
“Tememos el efecto que puedan tener los bulos sobre coronavirus en nuestro sistema sanitario”, lamentó el cofundador de Doctoralia.
¿Por dónde llegan los bulos?
WhatsApp y otras aplicaciones de mensajería se confirman como el canal principal de difusión de bulos, según el 44 % de los encuestados.
Las redes sociales son el segundo medio donde más circulan los bulos (35 %) seguidos de la televisión (8 %), Internet (7 %), el boca-oreja (5 %) y solo el 1 % a través de prensa escrita.
En cuanto a los formatos, los digitales han sido los preferidos a la hora de difundir bulos sobre la COVID-19 (79 %).
Según los encuestados, las noticias falsas circulan, principalmente, a través de artículos de Internet (33 %), vídeos (17 %), audios (17 %) y fotografías o fotomontajes (13%).
Un pequeño porcentaje de los médicos entrevistados consideran que los bulos también circulan por las tertulias de televisión, por el boca-oreja, informativos o artículos escritos en prensa (papel).
En cuanto a los temas, el origen natural o de laboratorio del virus se sitúa a la cabeza con el 55 por ciento, seguido de las vacunas (36 %) y el tratamiento de la enfermedad (35 %).
En menor medida, los especialistas detectaron bulos en la prevención de la COVID (27 %), la tasa de fallecidos (20 %) o en los contagios, síntomas y personas recuperadas.
La encuesta también revela que las búsquedas de información sobre salud en Internet son un recurso habitual en los pacientes.
De hecho, el 84 % de los especialistas indican que sus pacientes consultan información en la red antes de acudir a la consulta.
En ese sentido, los profesionales sanitarios no creen que Internet sea una fuente fiable de información de salud (76 %) y que el exceso de información en la red provoca que el paciente dude de su médico (74 %).

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