Los antirretrovirales han logrado controlar la infección por VIH en el organismo pero todavía no existe un tratamiento que consiga erradicarlo. “Para curar la infección por completo harán falta alternativas concomitantes, como vacunas terapéuticas, fármacos con anticuerpos neutralizantes o el reestablecimiento de la microbiota intestinal, entre otras”, asegura el médico e investigador Bonaventura Clotet

Clotet preside la Fundación Lucha contra el Sida y dirige el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa que trabaja en diferentes líneas de investigación, como una vacuna terapéutica que comenzará el próximo año sus ensayos clínicos en humanos, “aunque no tendrá aplicabilidad hasta dentro de muchos años”, apunta.
Para el especialista, es importante conseguir ciudades libres de sida gracias a la identificación precoz de los infectados por VIH y su tratamiento con antirretrovirales y, en el caso de grupos de alto riesgo, prescribir terapias pre-exposición (antirretrovirales preventivos).
Los organismos internacionales han fijado el horizonte 2020 “para que en ese momento evaluemos si la investigación está bien encaminada y si estamos impactando en el reservorio del virus, si lo estamos reduciendo, y podamos ya vislumbrar si podemos curar la infección”, señala.
“Avanzar en ese conocimiento -añade- es lo que deseamos para el año 2020 para, quizá, en 2030 ó 2040 existan ya estrategias que permitan alcanzar el objetivo de curar a un porcentaje significativo de personas. Pero todavía queda mucho camino que recorrer”.
Vacunas terapéuticas y preventivas

Y en ese camino está el desarrollo de vacunas terapéuticas (que persiguen la curación funcional si se logra que al retirar el tratamiento antirretroviral el virus no rebrote) y el de vacunas preventivas, que eviten la infección y acaben con la enfermedad.
Las vacunas terapéuticas están más avanzadas y, entre ellas, figura la vacuna HTI, que desarrolla la empresa Aelix Therapeutics y el laboratorio IrsiCaixa, y que se basa en la respuesta inmunitaria necesaria para controlar la replicación del virus en ausencia de tratamiento antirretroviral.
“Es una vacuna prometedora, tenemos altas expectativas”, asegura Bonaventura Clotet.
Otro gran reto de la ciencia es desarrollar vacunas preventivas frente al VIH, pero el proceso va más lento.
“Mientras una vacuna terapéutica se puede probar y demostrar que funciona en un grupo pequeño de personas, para una vacuna preventiva necesitas miles de personas y, además, con la eficacia de la terapia de pre-exposición que por ética debes administrar a todos los participantes para que no se infecten”, explica el investigador.
“Demostrar eficacia -añade- por encima del 95%, que ya tienen las terapias de pre-exposición, requiere una cantidad inmensa de dinero y de población para obtener una significación estadística y poder sacar conclusiones, pero yo creo que del desarrollo de la vacuna terapéutica y de cómo la inmunidad celular va aprendiendo a reconocer las variantes virales, permitirá avanzar mucho en el desarrollo de la vacuna profiláctica”.
Uno de los modelos de vacuna es la que desarrolla el programa de investigación HIVACAT, en el Hospital Clínic de Barcelona, que permite una respuesta amplia de anticuerpos neutralizadores de las variantes virales.
“La combinación de esos anticuerpos, quizás con el inmunógeno de la vacuna terapéutica, permitiría conseguir una vacuna preventiva muy eficaz. Pero son muchos años y si se quiera acortar supone mucho dinero que creo que merece la pena invertir, mejor que hacerlo en obras inútiles o armamento innecesario. Está claro que se puede avanzar y para eso hace falta inversiones, pero la vacuna preventiva tardará mucho”, advierte Clotet.
Mientras tanto, la investigación continúa buscando vías de financiación y una de ellas es a través de la tradicional Gala del Sida que organiza la Fundación de Lucha contra el Sida y que este año se traslada por primera vez de Barcelona a Madrid, el 22 de noviembre.
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