El tráfico, la familia, los niños, las playas abarrotadas…Estos son algunos factores que pueden sacarnos de quicio durante las vacaciones. Un recetario te ayudará a superar con éxito las siete situaciones más irritantes del veraneo

¿Cómo manejar las situaciones más irritantes de las vacaciones?
EFE/Jaume Sellart
  • 30 de julio, 2014
  • EFE/MADRID/ANA LÁZARO

Salir de la rutina en vacaciones puede llevarnos a estados emocionales muy poco saludables. Antonio Gutiérrez, coach de salud de TISOC, reflexiona sobre situaciones cotidianas en vacaciones y apunta a una serie de claves que nos servirán para aceptar nuestra ira y gestionarla sin que nos desborde y arruine nuestro tiempo de ocio.

Aprende a manejar las siete situaciones más irritantes

1. Atasco en la carretera. ¿Realmente puedes hacer tú algo para que el atasco monumental en el que estás metido desaparezca sin más? la respuesta es no. Procura reservar tu subidón de adrenalina para otro momento en el que sea más útil. Especular con lo que hubiera sucedido si hubieras llegado a tu destino en hora es un pensamiento estéril que solo servirá para enfurecerte. No te regodees en él.

Gracias a la práctica de dos sencillos ejercicios podremos reducir el nerviosismo:

♦ Durante diez segundos mantener una tensión máxima desde puños hacia brazos y hacia cuello de tal manera que todo se tense. Realizar este ejercicio varias veces,  nos ayudará a dirigir el estado de ira a un foco.

♦ No solo los padres se estresan en el coche, los viajes largos se pueden llegar a convertir en una tortura para los más pequeños por lo que el especialista recomienda realizar juegos con los niños en el propio coche. En el caso de que esto no sirva para paliar el estrés y el agobio, aconseja hacer algo tan llamativo como dar un grito todos juntos para liberar adrenalina.

2. De vacaciones con mi familia política. Evita que se acumulen los malos entendidos y no te vayas a la cama sin hablar las cosas. Lo mejor para que las gotas nunca llenen el vaso del todo es vaciarlo con cierta frecuencia. Y cuando hables con tu familia política, céntrate en lo sucedido recientemente. No vale remontarse al pasado. Lo que pasó, pasó, no le des más vueltas.

Enorme atasco en la carretera de acceso a la prisión de Soto del Real,debido al corte de tráfico producido en la misma por los funcionarios de prisiones que habían convocado una protesta por su situación laboral
EFE/Angel Diaz

3. 24 horas al día al lado de mi pareja. Antes de entrar en cólera por un comentario incisivo de tu pareja practica la “Técnica del Tres”, que consiste básicamente en formularse tres preguntas: ¿Quién es mi pareja? ¿Cómo está en este momento? ¿Cómo estoy yo ahora? Esta sencilla técnica nos ayudará a analizar la situación con algo de distancia y a no precipitarnos.

“No se recomienda pasar directamente a las vacaciones, lo aconsejable es dejar aproximadamente dos días para adaptarnos”, afirma Gutiérrez.

En el caso de vernos sumergidos en una discusión con nuestra pareja el experto afirma que “actitudes como pactar de antemano que, cuando uno se enfade, el otro no se tense y no sacar los trapos sucios” es fundamental para evitar roces.

4. Playas y restaurantes hasta la bandera. Seamos honestos, tú ya sabías que ibas a encontrarte con esto en agosto así que enfréntate a tu enfado. No justifiques tu ira e intenta disciplinar tu mente y hacerte a la idea de antemano de la situación en la que te vas a ver inmerso.

5. Niños desbocados. Las travesuras y salidas de tono de nuestros hijos pueden hacernos perder la paciencia cuando estamos junto a ellos durante todo el día. Antes del ataque de nervios recordemos que los niños se comportan como niños. Ni más, ni menos. Además, en muchos casos nuestras acciones iracundas se proyectan sobre personas que poco tienen que ver con nuestro ánimo, sobre los más débiles. Procuremos tomar conciencia de la ira desplazada para que nuestros niños no sean los perjudicados.

“Los niños que más se enfadan son los que se sienten más solos”, afirma Antonio Guitérrez, por lo que jugar con ellos y preparar actividades de entretenimiento es primordial para que se relajen.

6. Overbooking y errores en nuestras reservas. Sentirnos airados ante un imprevisto de estas características es una respuesta adaptativa y sana. Expresemos nuestros sentimientos para que la ira reprimida no se quede dentro. Gestionar la ira es un concepto muy distinto de reprimirla. Lo primero implica reconocer, aceptar la ira y buscar nuevos modos de expresarla. Lo segundo suponer almacenar material tóxico en nuestro interior, sin tenerlo identificado ni trabajarlo de ningún modo.

7. Precios inflados por temporada alta. Probablemente sueñes con cogerte vacaciones en octubre, cuando la playa está desierta y hay jugosas ofertas para viajar. Pero estás de vacaciones en agosto, en plena temporada alta, y pagando una pequeña fortuna por cada día de hotel. Probablemente las circunstancias personales y profesionales obligan a la hora de escoger fecha. Hazte un favor, deja de quejarte e incide en lo positivo. Las vacaciones son un auténtico lujo que no todo el mundo puede disfrutar.