La Sociedad Española de Diabetes ha celebrado, de forma virtual, la edición XXXI de su Congreso Nacional. En él, varios expertos han aportado las últimas evidencias y avances en la investigación de la enfermedad y en el manejo clínico diario de las personas que la padecen. Además, han dedicado un espacio a la relación de la COVID-19 con esta patología crónica, ya que el pronóstico se agrava

COVID-19 y hábitos saludables, protagonistas del Congreso Nacional de diabetes
Hay pacientes con diabetes que no saben que tienen la enfermedad/EFE/Luong Thai Linh

La situación provocada por la pandemia de COVID-19 y las limitaciones para la celebración de congresos médicos ha motivado que la Sociedad Española de Diabetes (SED) haya celebrado su cita anual en un evento virtual.

El encuentro, celebrado del 21 al 23 de junio, ha contado con más de un centenar de sesiones científicas y conferencias en las que se han abordado los aspectos más novedosos en el ámbito de la investigación y clínica de esta patología.

El riesgo genómico en diabetes, el papel de la grasa ectópica, la regresión de la diabetes con modificaciones del estilo de vida, el páncreas artificial, los nuevos antidiabéticos con efectos cardio y nefroprotectores, el riesgo residual en DM2 o la vinculación del deterioro cognitivo y la diabetes son algunos de los temas que se han abordado en esta cita científica.

Y, como no, un análisis de la actual pandemia por COVID-19 y el uso de la telemedicina en la atención de la diabetes, que ha adquirido un gran protagonismo en los últimos meses.

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Cartel del XXXI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes

Diabetes, la epidemia invisible

Inmersos en la pandemia causada por el nuevo coronavirus, los expertos recuerdan que estamos asistiendo también en los últimos años a una ‘invisible’ pero imparable epidemia de enfermedades cardiometabólicas, con la diabetes y la obesidad al frente.

En España, los resultados del estudio di@bet.es mostraron que el 13,8 % de los españoles mayores de 18 años tiene diabetes tipo 2, lo que equivale a casi 6 millones de personas. De ellos, casi 2,5 millones desconocían que padecían la enfermedad.

“La diabetes es una de las enfermedades no contagiosas más frecuentes y la situación es preocupante. Es un problema al alza atribuible en gran medida al envejecimiento de la población, el aumento de la obesidad desde edades cada vez más tempranas y el estilo de vida sedentario y los malos hábitos alimentarios”, recalca el doctor Antonio Pérez, presidente de la SED

COVID-19 y diabetes

“La COVID-19 se asocia con un peor pronóstico cuando afecta a personas con diabetes, especialmente si hay obesidad. Esto nos obliga a ser más insistentes si cabe en los aspectos preventivos y a potenciar hábitos que faciliten el normopeso, el aumento de actividad física y la dieta saludable”, advierte el doctor Juan Francisco Merino Torres, presidente del Comité Científico.

Y es que la diabetes es una de las comorbilidades más frecuentes en personas con COVID19.

“Una vez adquirida la COVID-19, la diabetes aumenta la gravedad y mortalidad de la enfermedad de forma que los pacientes con diabetes y/o hiperglucemia no controlada tienen más del doble de probabilidades de ser ingresados en unidades de cuidados intensivos y la mortalidad es hasta tres veces mayor”, apunta el presidente de la SED.

Con respecto a la escasa atención presencial de estos pacientes durante los últimos meses, el doctor Alfonso Luis Calle Pascual, presidente del Comité Organizador del Congreso, denuncia que “va a ser muy difícil retomar la actividad clínica habitual para personas con diabetes dentro de esta nueva normalidad, con unos servicios diezmados de personal”.

Así, por ejemplo,  la aplicación de los nuevos dispositivos de monitorización continua de glucosa, aprobados por el BOE para su financiación pública, van a sufrir un retraso estructural por falta recursos humanos, fundamentalmente enfermeras educadoras.

Depresión y periodontitis, amigos no deseados de la diabetes

La diabetes es una enfermedad compleja y multifactorial con importantes consecuencias cardiovasculares, pero que está frecuentemente asociada con algunos ‘amigos no deseados’.

Así pasa con la depresión o algunos trastornos bucodentales, que presentan interrelaciones de carácter bidireccional con la diabetes.

Se estima que las personas con diabetes presentan de 2 a 3 veces mayor prevalencia de depresión, y también se ha demostrado que la depresión puede llegar a incrementar en un 60 % el riesgo de diabetes.

salud bucodental
La diabetes triplica el riesgo de sufrir periodontitis, una enfermedad de las encías que causa sangrado, mal aliento, retracción de las encías, movilidad dentaria y pérdida de dientes. EFE/ Antonio Dasiparu

El doctor Miguel Ángel Salinero Fort, subdirector general de Investigación Sanitaria de la Consejería de Sanidad (Madrid), asegura que “detectar precozmente la depresión en los pacientes con diabetes, especialmente en el anciano, hace que se le trate en fases más tempranas, lo que facilita el objetivo de lograr un buen control glucémico”.

En cuanto a la relación con la salud bucodental, la diabetes triplica el riesgo de sufrir periodontitis y, por otra parte, la presencia de esta enfermedad de las encías triplica el riesgo de descompensación de la diabetes.

La periodontitis, como explica la doctora Cristina Serrano Sánchez-Rey, periodoncista y miembro del grupo de trabajo SED-SEPA de Diabetes y Enfermedades Periodontales, causa sangrado, mal aliento, retracción de las encías, movilidad dentaria y pérdida de dientes, además de alteraciones estéticas o funcionales, como mala masticación.

“Todo ello reduce significativamente la calidad de vida del paciente”, advierte.

Las claves para tener controlada la diabetes

“La clave para mejorar el control glucémico de personas con diabetes tipo 2 está en el diagnóstico precoz, la frecuente realización de controles periódicos de hemoglobina glicosilada y la intensificación del tratamiento cuando no se consiguen los objetivos fijados inicialmente”, explica el doctor Manel Mata Cases, médico de Familia del Centro de Atención Primaria La Mina en Barcelona.

Siguiendo estas pautas, a juicio del experto, se combate uno de los principales déficits que se advierten actualmente en el manejo de la diabetes, que es la inercia terapéutica.

“La gran asignatura pendiente, especialmente en Atención Primaria, es superar la inercia terapéutica y el consiguiente mal control glucémico que conlleva durante periodos de tiempo prolongados”, indica el doctor.

Subraya que esto supone el retraso en la intensificación del tratamiento en pacientes mal controlados, lo que se traduce en una carga glucémica negativa y en la aparición de complicaciones crónicas.

Dieta mediterránea, fundamental en el manejo y prevención de la diabetes

La diabetes tiene un fuerte componente genético (se han identificado más de cien genes asociados con el riesgo de desarrollar la enfermedad). Sin embargo, hay ciertas medidas de prevención que se pueden tomar para evitar o mitigar esta patología, todas ellas vinculadas al estilo de vida saludable.

En ello se centró la mesa redonda que cerró el XXXI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes.

El doctor  José María Ordovás explicó, desde su centro de investigación en Boston (Estados Unidos), que “incluso si el riesgo genético es alto, es posible evitar la aparición de diabetes mediante una dieta apropiada, un control cuidadoso del peso y un plan de actividad física personalizado que contribuya a mantener o recuperar un peso saludable”.

Unos hábitos saludables que se deben intensificar ahora más que nunca debido a la especial vulnerabilidad de las personas con diabetes cuando se contagian de COVID-19.

Es aquí cuando entra en juego la dieta mediterránea, uno de los factores ambientales más relevantes en las interacciones gen-ambiente.

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El informe refleja una tendencia hacia la dieta mediterránea durante el confinamiento por la COVID-19. EFE/Kai Försterling

“Estamos viendo cómo personas con la misma susceptibilidad genética desarrollan o no diabetes según tengan o no un mayor seguimiento de la dieta mediterránea”, apunta la doctora Dolores Corella, investigadora del CIBEROBN y catedrática de Medicina Preventiva en la Universidad de Valencia.

Explica que la adherencia a esta dieta consigue disminuir el riesgo genético de las personas con predisposición a la diabetes y neutralizarlo o, por lo menos, retrasar unos años su aparición.

El doctor Ordovás añade que una buena nutrición debe ser personalizada, incluyendo no solamente lo que comemos sino cuándo lo hacemos.

Por último, añade que también “es muy importante la calidad y cantidad de sueño, ya que la falta de descanso (bien sea por pocas horas o por mala calidad) se asocia con un riesgo mayor de desarrollar enfermedades”.