David de Gonzalo, doctor en Bioquímica por la Universidad de Oviedo, está centrado en investigar una nueva terapia que impida que el colesterol en sangre se acumule en las células de la pared arterial y forme una placa de lípidos que la obstruya, lo que se conoce por aterosclerosis, con riesgo de infarto, ictus u otras enfermedades cardiovasculares que en España son la principal causa de muerte

David de Gonzalo, un bioquímico contra la aterosclerosis
El investigador David de Gonzalo en el laboratorio del IIB Sant Pau ubicado en el Hospital Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. EFE
  • 14 de julio, 2014
  • MADRID/EFE/ANA SOTERAS

Este científico, nacido hace 30 años en Avilés, forma parte de un grupo de trabajo del Centro de Investigación Cardiovascular, CSIC-Institut Català de Ciències Cardiovascularse-IIB Sant Pau ubicado en el Hospital Santa Creu i Sant Pau de Barcelona.

  • El proyecto de investigación en el que trabaja persigue tanto tratar como controlar la aterosclerosis.

Sí, hasta ahora la mayoría de los tratamientos se basan en el control de los factores de riesgo: hipercolesterolemia, obesidad, diabetes, hipertensión etc. Pero no existe ninguno que directamente inhiba la acumulación del colesterol de la sangre en la arteria.

Mi grupo de investigación lleva muchos años trabajando en un receptor, el LRP1. La idea es determinar cómo se regula la expresión de este receptor que media en la acumulación de lípidos en la célula muscular lisa y por tanto en la pared de la arteria.

  • ¿Se trata entonces de un tratamiento diana?

La diana en sí es el receptor LRP1, una proteína implicada en la acumulación de colesterol en las células musculares lisas de la pared arterial. La idea es atacar a este receptor para así regular su expresión con el objetivo de que el colesterol no se acumule en el vaso sanguíneo.

Con esto queremos impedir que se inicie la aterosclerosis y, si la placa de ateroma ya está formada, evitar que progrese. Pretendemos mitigar o reducir el inicio y el desarrollo de la aterosclerosis con esta nueva terapia.

  • ¿Qué diferencia hay entre la terapia que está investigando y los tratamientos en uso?

Hasta ahora el tratamiento más extendido es el que reduce los niveles en sangre de colesterol LDL, el llamado colesterol malo, a través de los fármacos denominados estatinas. Lo que no hacen estas estatinas es impedir que el LDL que está en circulación se acumule en las células de la pared arterial, solo actúa reduciendo sus niveles.

Imagen de un corazón
EFE/ Juan Carlos Cárdenas
  • ¿En qué fase está la investigación?

Estamos en las primeras fases, en la identificación de microRNAs que puedan regular la expresión de LRP1. ¿Y qué son las microRNAs? Son secuencias de nucleótideos de pequeño tamaño que regulan la expresión de los genes, inhiben la expresión de los genes que tienen como diana.

Cada gen tiene un determinado número de microRNAs que van a regular su expresión en función de su complementariedad de bases. A través de programas informáticos identificamos aquellos microRNAs que más probablemente regularán la expresión del LPR1 en la célula vascular.

Estamos empezando ya con los experimentos de cultivo primario de células vasculares, que nosotros hemos extraído de arterias coronarias procedentes de corazones trasplantados.

Tenemos que hacer todo el experimental in vitro, que calculamos dos años. En este periodo esperamos corroborar en cultivo que aquellos microRNAs que hemos identificado a través de programas informáticos efectivamente regulan la expresión del LRP1. Una vez que tengamos desarrollado todo el experimental en cultivos, pasaríamos a experimentar desarrollar trabajos con animales y luego en humanos, a muy largo plazo.

  • La aterosclerosis es una enfermedad bastante frecuente que incide más en personas con hábitos de vida poco saludables.

La aterosclerosis es un proceso inherente a la vida. Ya desde las primeras décadas de vida se puede observar acumulación de lípidos en la pared vascular. Ya hay trabajos con niños en los que se ha visto este proceso. Pero que sea inherente a la vida no quiere decir que sea patológico, es algo que ocurre de forma normal, vivimos más tiempo para el que estábamos preparados y esto tiene consecuencias a largo plazo, en las últimas décadas de vida.

Para reducir la incidencia de aterosclerosis sin ninguna duda hay que controlar los factores de riesgo modificables (la hipertensión, la obesidad, la diabetes y los niveles de colesterol en sangre) mediante una alimentación equilibrada y actividad física.

Las estatinas reducen los niveles de colesterol y, por tanto, el riesgo cardiovascular, pero todavía sigue quedando un riesgo residual de que aparezcan eventos cardiovasculares como infarto, angina de pecho… Y ahí entraría nuestra investigación, en diseñar una estrategia terapéutica que no sustituya a las ya establecidas, sino que pueda ser adicional.

  • Su proyecto de investigación ha recibido una ayuda económica de la Fundación Salud 2000, una ayuda privada en estos tiempos de crisis económica.

Sin esta financiación privada no podríamos llevar a cabo este proyecto. No hay dinero para proyectos, ni para contratar investigadores, se cierran departamentos, laboratorios, institutos…Creo que es fundamental salir al extranjero para formarte pero hay que dar la posibilidad a que esta gente que está fuera, gente bien preparada, vuelva a España para que su trabajo repercuta en el país.  Yo he sido becario, he estudiado con dinero público y sería una pena que lo que han invertido en mí no beneficie a la sociedad que me ha formado.

  • ¿Qué aportan los jóvenes a la investigación?

Frescura. Salimos del doctorado con ideas nuevas, otras formas de hacer las cosas.

  • ¿Cuál es su reto profesional?

El primer reto es conseguir un trabajo remunerado y estable en el futuro, seguir en la investigación, seguir trabajando en ateroesclerosis y que pueda repercutir en beneficio de la sociedad.