“Muchas mujeres no desean tener hij@s porque son mujeres libres, con trabajo, nómina y vivienda… ¿Lo habéis entendido?… Son mujeres valientes, seguras de sí mismas, que toman esta decisión de manera voluntaria, expresando abiertamente sus deseos más íntimos y personales”, afirma la Dra. Carmen Sala Salmerón
La decisión valiente de no ser madre
A pesar de que las mujeres en España manifiestan en las encuestas que quieren tener al menos dos hijas o hijos, la realidad, tozuda, nos habla de que la tasa de fecundidad ronda la cifra de 1,3 por mujer, una de las más bajas de Europa y el mundo, según se indica en un informe del Observatorio Social de la Fundación La Caixa titulado “Estado del bienestar, ciclo vital y demografía” publicado en 2021.
“También cabe subrayar que cerca del 20% de las mujeres de más de 45 años no tienen hijos y otro grupo numeroso de ellas solo son madres de un único hijo o hija; las cuales, además, bajo ningún concepto quieren volver a quedarse embarazadas”, sostiene la ginecóloga, obstetra y especialista en suelo pélvico de la Clínica Gine-3 de Barcelona.
De hecho, la última proyección de población del Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que el número de nacimientos aumentará en el periodo 2023-2041 siempre y cuando la fecundidad progrese al alza y llegue a la cifra de 1,27 hijos por mujer de media en 2036, frente al 1,19 actual.
La tasa de natalidad más baja de Europa
Asimismo, en el estudio ‘Natalidad en España’ realizado por la escuela de negocios TBS Education-Barcelona se destaca que la tasa de natalidad de nuestro país fue de 7,6 nacimientos por cada mil habitantes entre 2017 y 2021, por debajo de la media europea (9,3 nacimientos), lejos de Irlanda, que encabeza la lista con un promedio de 12, y solo por delante del 7,1 de Italia.
En cuanto a la tasa de natalidad en las autonomías españolas, en dicho periodo bajó más de un 10 % en todas, aunque donde menos decreció fue en Aragón (10 %), Murcia (11 %) y Baleares (12 %).
El estudio refleja que Madrid alcanza un decrecimiento de aproximadamente el 18 %, mientras que Cantabria y Canarias caen en la tasa de natalidad un 21 % y 22 % respectivamente.
Los valores de las comunidades que más caen son alarmantes comparados con el promedio de decrecimiento de la tasa de natalidad en España (16 %).
Algunos de los factores determinantes que afectan la evolución demográfica son de tipo cultural, económico y social, como pueden ser las migraciones, la fuerte subida del coste de vida, el envejecimiento de la población y el rol de la mujer en la sociedad.
Pero la variable más significativa en la reducción de la tasa de natalidad es la incorporación de la mujer al mundo laboral, puesto que existe una alta correlación entre el número de mujeres que trabajan en España y la tasa de natalidad (-0,74 de 2017 al 2021).
Esta relación negativa indica que si aumenta el número de mujeres ocupadas bajará la tasa de natalidad.
Ser madre… o no, esta es la cuestión
Con estos datos, para la Dra. Carmen Sala, basándose también en su dilatada experiencia ginecológica, “la clave para descartar el embarazo no está centrada en el tema económico, como mucha gente pueda pensar, sino en el desarrollo personal”.
A la doctora Sala le resulta especialmente llamativo escuchar en la consulta, donde se respira libertad plena, que las mujeres de entre 35 y 40 años explicitan esta postura, sin ambages, con palabras sencillas de entender:
“Voy muy en serio con mi pareja, que ya tiene dos hijos, y hemos pensado que un tercero no sería lo más conveniente… Mira, Carmen: estoy bien con mi pareja, somos muy felices, hacemos lo que queremos y un bebé nos desestabilizaría, nos crearía dificultades y discusiones; en fin, no estamos preparad@s para criar hij@s”.
“Otras muchas mujeres me dicen la siguiente frase: “Carmen, a mí el niño que tengo me ha salido bien y, la verdad, no quiero arriesgarme a tener problemas con un segundo hijo”.
“Algunas, con poco más de cuarenta años y alguna duda, afirman que no desean tener hijos, pero a renglón seguido comentan que les gustaría saber si están en condiciones de ser madres”, expone la ginecóloga.
¿Y qué opina la gente de estas mujeres que deciden no ser madres?
“¡Uy, pobres, son mujeres incompletas!… ¡Pobrecilla, no tiene hijos!… ¡A esta no le ha llegado nunca el instinto maternal!… Como si el instinto maternal se valorara en un análisis sanguíneo o de fluidos con el que se pudiera determinar el nivel de instinto maternal que tiene una mujer”, observa.
Con mayor pena, la médica experta en la calidad de vida de las mujeres escucha otras frases del estilo: “¡Qué lástima, cuando sea mayor no tendrá hijos que la cuiden”; u otras todavía más hirientes: “No conocerán nunca lo que es el amor verdadero”.
“En mi caso, apoyo a estas mujeres sin fisuras y sin adoptar una posición paternalista. Ni siquiera les digo ‘No, mujer, piénsatelo’. Acepto totalmente su decisión y en el fondo las encuentro muy valientes y muy seguras de sí mismas”.
Dra. Carmen Sala Salmerón
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