El virus del ébola fue identificado hace 40 años y desde entonces se han producido varios brotes; el último dio lugar en 2014 a la epidemia de mayor magnitud de la historia, entre otras razones, porque nunca se había desarrollado una vacuna para prevenir su propagación. Desde los micrófonos de “El Bisturí” se analiza en qué punto se encuentra el ébola en 2017 y los avances en investigación

El ébola en 2017: ¿En qué punto se encuentra?
El ébola deja secuelas en los ojos a los que sobreviven al virus. Revisión en Sierra Leona de la supeviviente Aminata Koroma. Foto: Tommy Trenchard
  • 1 de marzo, 2017
  • Madrid/EFE/H.Fernández/A.M.Belinchón

Tras dos años siendo el principal foco de atención de la agenda mediática, el 9 de junio de 2016 se dio por finalizada la última epidemia de ébola, dejando un balance de más de 11.300 muertes, cerca de 30.000 personas infectadas y miles de supervivientes en todo el mundo.

El primer foco se inició en diciembre de 2013 en Guinea-Conakry y se extendió a Sierra Leona y Liberia, pero la alarma también saltó a Occidente con el contagio de cooperantes y miembros del personal sanitario.

El 7 de agosto de 2014 llegaba a España el primer enfermo europeo, el misionero Miguel Pajares, que había sido trasladado desde Liberia y moriría cinco días después en el Hospital Carlos III de Madrid. El 25 de septiembre de ese mismo año fallecía también de ébola otro misionero, Manuel García Viejo, que había sido repatriado desde Sierra Leona.

Teresa Romero, auxiliar de enfermería, se convirtió en la primera contagiada fuera de África tras atender a este último. Después de 30 días ingresada en el Hospital Carlos III siendo tratada con medicamentos y plasma de la religiosa Paciencia Melgar, quien contrajo la enfermedad en Liberia y la superó, el equipo de médicos que la atendió anunció su alta médica el 5 de noviembre de 2014.

El ébola en 2017

“La epidemia está controlada y ahora mismo no hay cadenas de transmisión en seres humanos, lo que existe es una zoonosis, es decir, el virus probablemente sigue estando en murciélagos y en en primates, pero no ha producido recientemente algún salto al ser humano”, informa José Ramón Arribas, especialista en enfermedades infecciosas y coordinador de la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel de La Paz-Carlos III.

ébola en 2017
Investigación para encontrar la vacuna contra el ébola. EFE/LEONARDO MUÑOZ

Si bien hay virus que pueden dejar de existir, como ha ocurrido con la viruela, que está prácticamente erradicada, en el caso del ébola podría surgir otro brote si se produce un contagio de un animal a un ser humano y si además, el virus se transmite después entre dos personas.

A juicio del experto, no prestamos atención a este tipo de enfermedades tan agresivas hasta que no se producen contagios en Occidente: “Cuando el virus del ébola empezó a afectar a occidentales fue cuando se pusieron en marcha muchas acciones para controlarlo in situ. África está muy cerca y todos los países tienen que saber que cuando hay una epidemia de estas características no pueden mirar para otro lado porque si no egoístamente les va a acabar afectando”, declara durante la entrevista en “El Bisturí”.

Avances sanitarios en los últimos dos años

El mundo es un lugar muy pequeño si lo observamos desde el punto de vista de las enfermedades infecciosas. José Ramón Arribas valora la última crisis: “Ha sido un aldabonazo para seguir investigando. Claramente hay un antes y después del ébola y un esfuerzo muy grande para estar mejor preparados cuando vuelva a suceder”, expresa.

En el hospital La Paz-Carlos III

La Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital Carlos III atendió tres casos  de ébola y tuvo 14 pacientes en investigación durante la última epidemia. También es la unidad que más fiebres hemorrágicas ha atendido en Europa, por lo que se ha convertido en un centro de referencia.

ébola en 2017
El Hospital Carlos III de Madrid presenta la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel para atender casos infecciosos de gran complejidad, tras las obras de remodelación llevadas a cabo en la planta en la que fueron atendidos enfermos de ébola en el 2014. EFE/Zipi

El doctor Arribas afirma que no había ninguna unidad de estas características en España cuando se produjo la crisis del ébola. “Se trata de unidades de biocontención destinadas a atender a los primeros casos de enfermedades infecciosas de alto riesgo y diseñadas de manera que todos los patógenos que entran en la sala no puedan salir”, explica.

Estas enfermedades se llaman de alto riesgo porque son muy contagiosas y tienen mucha mortalidad, por lo que es muy importante atender los primeros casos para impedir que se diseminen al resto de la población.

Después de la experiencia con los pacientes con ébola, la unidad se ha modernizado: “Tenemos dos habitaciones perfectamente equipadas para garantizar la seguridad de nuestros trabajadores y del resto de la población”, explica el especialista en enfermedades infecciosas.

La Paz-Carlos III también cuenta con un laboratorio in situ y programa intensivo de formación y entrenamiento del personal sanitario.

“Las crisis también son oportunidades para poder salir adelante y la conciencia que hay en todos los servicios del hospital si alguna vez tenemos que atender patógenos de este tipo ha cambiado mucho”, afirma José Ramón Arribas.

La vacuna

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el pasado 23 de diciembre que los ensayos realizados con una vacuna para el ébola dieron resultados muy positivos y que el procedimiento para su comercialización se completará en 2018.

ébola en 2017
Una enfermera inyecta vacuna experimental contra el ébola. EFE/Jean-Christophe Bott

La vacuna VSV-ZEBOV, que fue desarrollada por la Agencia de Salud Pública de Canadá y está producida por la farmacéutica estadounidense Merck, fue probada en 5.837 personas en Guinea Conakry.

Los ensayos se realizaron en la primera mitad de 2015, cuando la epidemia había decaído ligeramente, aunque el letal virus del ébola continuaba circulando.

“Tenemos una vacuna que podría ser útil en una próxima epidemia, siempre y cuando estemos hablando de la misma cepa, la Zaire, que fue la que produjo el brote último de ébola, pero también hay otros prototipos en desarrollo”, analiza José Ramón Arribas, quien participó en una parte del estudio de esta vacuna en voluntarios sanos para comprobar su seguridad en La Paz-Carlos III.

Además, este hospital, junto con el 12 de Octubre y algunos centros de investigación madrileños, están trabajando para determinar la capacidad neutralizante de los sueros de los supervivientes y sintetizar anticuerpos monoclonales frente a este virus que puedan ser utilizados para el diagnóstico y el tratamiento.