El Ébola es una fiebre hemorrágica mortal, que actúa con rapidez y se contagia con facilidad, de ahí el temor que despierta. Los primeros síntomas: vómitos, fiebre y diarrea. Luego, la infección se extiende rápidamente por todo el organismo.

Cuando ya está en el cuerpo empieza por destruir las células del hígado y agujerear los vasos sanguíneos impidiendo la coagulación. En ese momento comienzan las hemorragias incontroladas. A las dos semanas, aproximadamente, el enfermo muere en medio del llamado “vómito negro”, una hemorragia interna generalizada.
¿Cuál es el origen de la ébola?
Ya en “La historia de las guerras del Peloponeso”, Tucidides hacía mención a una gran plaga que mató a 300.000 personas en Atenas desde el 430 al 425 antes de Cristo. Algunos científicos creen que el historiador griego pudo asistir a una de las primeras epidemias del virus Ébola. Aunque este caso sigue siendo indemostrable, desde 1967 ha habido a nivel mundial aproximadamente 1850 casos de infectados de los cuales solo han sobrevivido 650.
Uno de los casos más virulentos fue el que afectó a el Zaire en 1995 cuando 315 personas contrajeron el virus tras haberse extendido por los hospitales. La mortalidad en aquella ocasión fue del 81 por ciento. En el año 2000 después de más de 21 años sin dar señales, la variante Sudán atacó a Uganda causando 224 muertes de los 427 infectados.
Desde entonces tanto Uganda como otros países de la región como Gabón, Sudán o el Congo han tenido sucesivos casos de fiebre hemorrágica del Ébola. Por ello la OMS advierte en su página web de las medidas de contención que se deben llevar a cabo en casos de detección del virus como mantener aislados a los infectados, la localización y seguimiento de quienes puedan haber sido contagiados y tomar estrictas medidas de protección en el caso del personal hospitalario.
¿Cómo se transmite el virus del ébola?
Según la OMS se transmite por contacto directo con sangre, líquidos orgánicos -vómito, saliva, sudor u orina-, excrementos, prendas de vestir o incluso por tejidos de las personas infectadas, como el simple contacto de la piel, a través de las córneas de los ojos o de las mucosas de la boca. También se han dado casos de transmisión asociada a la manipulación de animales salvajes enfermos o muertos infectados (chimpancés, gorilas, monos, antílopes selváticos, murciélagos fruteros).
¿Qué enfermedad causa el virus de la ébola?
El virus Ébola causa la enfermedad infecciosa conocida como el “Síndrome del Virus de Ébola” (SEV), que es una enfermedad aguda y potencialmente fatal con síntomas que incluyen fiebre alta, dolor de cabeza intenso, debilidad, diarrea y vómitos. Puede causar daño intestinal grave, hemorragia interna y externa e incluso la muerte si no se trata adecuadamente.
Variantes
El virus Ébola pertenece a la familia de los filovirus (denominados así por su aspecto filamentoso) en la que se encuadran el virus Marburg y cuatro variedades del Ébola: Sudán, Zaire, Reston, y una mutación descubierta en 1995 procedente de Costa de Marfil.
Marburg, fue el primero en detectarse, en la ciudad alemana que le dio nombre, en agosto de 1967. Una partida de monos importados desde Uganda por los laboratorios Nehring Works iniciaron el contagio. En aquella ocasión murieros seis personas de las 31 infectadas.
En Sudán en 1976 a orillas del río Ébola apareció la segunda variedad y de aquí cogió su nombre. Después de matar a centenares de personas se extendió a Zaire y llegó hasta una región de bosque húmedo donde se transformó para adaptarse al clima tropical dando origen a la variedad Ébola-Zaire, la más mortífera de todas.
El virus en su variante Reston se descubrió en diciembre de 1989 en monos procedentes de Filipinas y destinados a Estados Unidos, concretamente al laboratorio de Reston, Virginia pero los cuatro contagiados tuvieron más suerte y no enfermaron.
La denominada Ébola Tai o Costa de Marfil se aisló en 1995 en la sangre de una zoóloga suiza que enfermó después de haber practicado una autopsia a un chimpancé del Parque Nacional Tai, en Costa de Marfil. La zoóloga sobrevivió a la enfermedad.
Hoy en día poco se sabe del ébola, solo como actúa y como mata pero sigue sin conocerse en qué animales se esconde, cuando ataca al hombre y si existe un agente portador del virus, que puede ser un insecto, un roedor, o cualquier otro animal.