La COVID-19 ha puesto el foco en tres especialidades médicas que se han situado en primera linea contra esta pandemia. Inmunólogos, microbiólogos e infectólogos reclaman su lugar tras aportar conocimiento, investigación y asistencia clínica en los hospitales españoles.

Inmunología, microbiología e infecciosas: Especialidades en el foco de la COVID-19
EFE/EPA/Rolex dela Pena

Los representantes de estas especialidades desean, asimismo, que la sociedad conozca cuál es su papel en el “ojo del huracán” de esta crisis sanitaria de la COVID-19 y reclaman al Ministerio de Sanidad y a Salud Pública, los gestores de la epidemia, que cuenten más con el asesoramiento y experiencia de los profesionales de los hospitales públicos para abordar conjuntamente este desafío sanitario.

Microbiología: “Hemos sido los vigías”

“Hemos sido los vigías, los primeros que nos dimos cuenta de la avalancha que venía”, relata el microbiólogo Julio García, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), entidad que avisó al Ministerio de Sanidad a través de una carta de la necesidad de prepararse frente al virus.

“Los microbiólogos hemos estado ahí, dándolo todo. Nuestro papel ha sido fundamental en el diagnóstico de la COVID-19 mediante la realización de pruebas PCR. De la noche a la mañana hemos tenido que reconvertirnos para dedicarnos casi en exclusiva no solo a este diagnostico, también para gestionar la información que se generaba, había mucha demanda dentro y fuera de los hospitales”, explica el también jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

especialidades COVID-19
El doctor Julio García, portavoz de SEIMC y jefe del Servicio de Microbiología del Hospital La Paz de Madrid. Foto cedida

También realizan los test de seroprevalencia para conocer el grado de inmunidad de la población y observan la secuenciación del genoma del nuevo coronavirus para estudiar sus mutaciones y vigilar que aparezcan cepas especialmente agresivas.

“Estamos en la primerísima línea, si de pronto hay un rebrote a los primeros que tienen que preguntar es a los microbiólogos”, advierte el experto.

Estos profesionales desean que la sociedad conozca más su papel como parte del engranaje del hospital, pero también demandan más sensibilidad por parte de las autoridades “que se han reunido con las especialidades que consideraban que han cargado con la parte más dura de la pandemia y no han llamado a los microbiólogos”, lamenta Julio García.

“Eso denota -añade- que todavía queda mucho trabajo por hacer para dar a conocer nuestra labor, que es imprescindible”.

La microbiología, explica, es una de las especialidades más antiguas y está creciendo “de forma exponencial” hasta el punto de permitir, en otros países, subespecializaciones como virología o parasitología, cada día con mayor peso específico en las enfermedades infecciosas, como las tropicales.

Está especialidad mixta se nutre de médicos pero también de farmacéuticos, biólogos o químicos que realizan su labor tanto en los laboratorios como en la práctica clínica en los hospitales.

Y trabajan , según Julio García, codo con codo con los infectólogos, “somos las dos caras de la misma moneda”, otro grupo de expertos en enfermedades infecciosas que han visto de frente a la COVID-19.

Infectólogo: Debemos estar preparados para una segunda ola

Los infectólogos son especialistas en enfermedades infecciosas pero no cuentan con una especialidad propia, algo que sí existe en otros países de nuestro entorno.

Hay hospitales públicos que tienen servicios de enfermedades infecciosas, otros unidades dentro de otros servicios y otros ni una cosa ni otra. Y esto cambiará cuando el Ministerio de Sanidad reconozca la especialidad, asegura, a finales de este año.

El doctor José Ramón Paño del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico de Zaragoza y portavoz de SEIMC. Foto cedida

Lo que está claro es que el infectólogo asesora al resto de especialidades en procesos infecciosos más complejos: “Una de nuestras virtudes es el manejo del paciente sabiendo a que a veces una infección no es una parte única sino que ocurre en un contexto”, explica el doctor Ramón Paño, médico del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico de Zaragoza.

Y un ejemplo son las infecciones que pueden tener los pacientes inmunodeprimidos, que por su enfermedad o por el tratamiento que requieren tienen defensas más bajas de lo normal y riesgo de adquirir otras infecciones cuyo manejo requiere un conocimiento especial”, señala el infectólogo.

Esta disciplina transversal ha cobrado especial relieve en la crisis del coronavirus. Estos médicos han sido los coordinadores del resto de especialidades creando equipos multidisciplinares que combatían la enfermedad a la vez que la iban conociendo en unos hospitales saturados de pacientes.

En esta crisis sanitaria, asegura el también portavoz de SEIMC, “hemos asesorado en los hospitales de los problemas y posible soluciones, hemos contribuido a la preparación de los planes de contingente, hemos formado parte de los equipos de coordinación y respuesta ante el coronavirus y hemos asistido a pacientes”.

Y como saben muy bien lo que han visto son los primeros que advierten no de posibles rebrotes, sino de una segunda ola de COVID-19 porque se trata de un virus que no está controlado.

Por eso, no hay que olvidar lo vivido: “No estábamos preparados y no supimos reaccionar a tiempo y esto debe servir para cambiar el diseño de alertas, para que Salud Pública, aunque lidere, cuente con los especialistas del sistema sanitario” para gestionar la pandemia.

Inmunólogo: La inmunología está en la base y en la solución

“La COVID-19 ha puesto el foco en los inmunólogos, cuando ya teníamos un papel importante en los tratamientos de inmunoterapia en cáncer, en los trasplantes o en las enfermedades autoinmunes. Ahora es cuando los medios de comunicación y la población han visto el papel de esta especialidad”, considera el presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), Marcos López Hoyos.

Una de las sorpresas que nos ha deparado el coronavirus es su capacidad para desatar, en los casos graves, una respuesta desmedida del sistema inmune que al no poder con el virus ocasiona una reacción inflamatoria en el sistema respiratorio y en otras partes del organismo.

“Se está investigando la causa por la que hay personas que no son capaces o les cuesta más eliminar esa carga viral. La respuesta inmunitaria, que cambia en el tiempo, en un momento dado no es suficientemente efectiva y puede disparar mecanismos en otros componentes celulares. Puede haber un factor genético, puede depender de la carga viral que alcanza el individuo y también cómo han influido los tratamientos empleados”, explica el doctor.

El presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos. Foto cedida

Pero también la inmunidad se ha convertido en un tema de interés social y por eso nos preocupamos en saber si hemos desarrollado anticuerpos tras pasar la infección por coronavirus, si es posible alcanzar algún día la inmunidad de grupo que nos proteja frente a nuevas olas o si existe la posibilidad de inmunidad cruzada ya que los virus del resfriado son familia del SARS-COV-2.

En esta crisis del coronavirus, “fuimos los inmunólogos los que desde el principio pedimos hacer estudios inmunológicos, estudios de anticuerpos, y también estudios celulares, además de valorar el empleo de determinados anticuerpos monoclonales o participar en el desarrollo de las vacunas”.

Y es que “la inmunología está en la base y en la solución de todo el proceso”, asegura el presidente de la sociedad médica sobre una especialidad cada día con más peso. “En cualquier órgano hay una parte de la patología medida por procesos inmunológicos”.

“Durante mucho tiempo se nos ha considerado un servicio central, de laboratorio, pero no solo hacemos medicina de laboratorio, también hacemos clínica, atendemos pacientes con inmunodeficiencias”, señala el también jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander.

Por esa razón, reclama que todos los hospitales públicos tengan un servicio de inmunología, “porque somos esenciales”, asegura.

Esenciales han sido y son cada una de estas tres especialidades médicas, inmunología, microbiología y enfermedades infecciosas, en el abordaje de una enfermedad cuyo origen, el SARS-COV-2- todavía no está controlado.