El 53 por ciento de los españoles con estrés desarrolla una enfermedad física o problemas psíquicos o emocionales, según el VII Estudio CinfaSalud sobre percepción y hábitos de la población de este trastorno. Este trabajo, avalado por la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), recoge que hasta 12 millones y medio de personas se sienten estresados frecuente o continuamente
El estrés repercute directamente en la salud física y mental
Este estudio sobre el estrés de laboratorios CINFA y la SEAS se basa en un cuestionario online realizado a una muestra representativa de 3.009 mujeres y hombres españoles de entre 18 y 64 años de todas las Comunidades Autónomas.
Datos
- Cuatro de cada 10 encuestados afirman que el estrés le genera problemas de concentración y rendimiento.
- Un 4,6% asegura que les ha hecho perder amigos.
- Un 4,3% que le ha llevado a renunciar a su empleo.
- Un 1,7 declara que ha sido el motivo de divorcio o separación.
- Un 1,5 por ciento dice que es la causa de despido laboral.
Síntomas del estrés y características
Los síntomas que más a menudo afectan a quienes sufren estrés son: irritabilidad (46,8%); ansiedad (39,5%); insomnio (38%); dolores de cabeza y musculares (32,2%) y fatiga física (29,9%).
El estrés afecta más a menudo a la mujer que al hombre, ya que una de cada dos (48,7%) declara sentirlo frecuente o continuamente, frente a uno de cada tres varones (31,5 %).
Los menores de 45 años presentan un mayor grado de estrés que quienes han superado esa edad.
Tener hijos estresa más que no tenerlos, y un segundo hijo aumenta su intensidad.
Los estudiantes son quienes más indican sufrir estrés (55,6%), seguidos de las personas en busca de su primer empleo (50,7%), y en tercer lugar, de los trabajadores tanto por cuenta ajena como propia (41,4% en ambos casos).
Los factores familiares (74,3%) generan más estrés que los económicos (49,7%). Quienes sufren estrés, el 50,9% lo atribuye al exceso de actividades y la falta de tiempo, y las siguientes causas son cansancio o sueño (46,2%), conflictos laborales (43,2%), la enfermedad propia o de un familiar (41,4%) y problemas emocionales (40%).
También las nuevas tecnologías, señala el estudio, son fuente de estrés. Casi un 30 por ciento así lo asegura. Un 68,2 % indica sitúa las coordenadas de este estrés en la imposibilidad de “desconectar”. Para el 54,6 % es la necesidad de respuesta inmediata lo que les genera estrés, y para el 33 por ciento el temor a la adicción o la dependencia.
Combatir el estrés

¿Qué hacen los encuestados para controlar el estrés? Conversar con amigos o la familia (43,9%), más común en las mujeres; aceptar su causa e intentar evitarla (40%); y practicar deporte (38,1%), más frecuente en los hombres.
Un 7,1 por ciento de los encuestados que sufren estrés no hacen nada al respecto, y solo el 4,4% buscan apoyo profesional.
A la mitad de las personas que acuden al médico o al psiquiatra se les recomienda aprender hábitos saludables y técnicas de autocontrol, mientras que a un casi a un 60 por ciento se les prescribe medicación. De hecho, el 16,4 por ciento de quienes tienen estrés recurren a ansiolíticos, relajantes, antidepresivos o somníferos con prescripción médica; un 3,1 por ciento declara automedicarse.
La voz de los expertos
- Doctor Julio Maset, médico de Cinfa: “El estrés es una reacción rápida del cuerpo ante una demanda o desafío, que no tiene por qué ser negativa. Un nivel moderado de estrés es normal. El problema surge cuando el individuo no cuenta con los recursos suficientes para atender esta demanda y se siente sobrecargado”.
- Doctor Antonio Cano, presidente de la SEAS: “El estrés laboral se está convirtiendo en un problema endémico, cuyas consecuencias sobre la calidad de vida y la salud del trabajador pueden ser muy graves”.
- Doctor Maset: “Cuantos más recursos y energía tenga nuestro organismo y más ocupada esté nuestra mente en aspectos positivos, mejor preparados estaremos para afrontar las demandas externas y más resistentes seremos al estrés”.
Identificar una actividad que nos gustaba hacer en las vacaciones, como dar un paseo, y continuarla una vez comenzadas nuestras actividades ordinarias, es muy recomendable. Foto EFE/EPA/JULIAN STRATENSCHULTE
Decálogo de consejos para mantener el estrés bajo control
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Afronta las situaciones difíciles. En vez de postergarlas o evitarlas, hazles frente, ya que dejarán de angustiarte una vez las identifiques y resuelvas.
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Entrénate en la solución de problemas. Aprende a analizarlos de una manera lógica: define el problema de manera clara, haz una lista con las posibles soluciones y otra de los pros y contras de cada una. Evalúa estas ventajas e inconvenientes y selecciona la alternativa más beneficiosa o menos perjudicial. Tras esta toma de decisiones, es importante que dejes de darle vueltas al problema.
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Organiza bien tu tiempo. Planifica bien tu agenda del día, sin sobrecargarla de actividades y gestionando los imprevistos con flexibilidad. En caso de falta de tiempo, selecciona las tareas más importantes de acuerdo a las prioridades y, si es necesario, delega. Y, si aun así, la presión es excesiva, aprende a decir “no”.
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Te mereces un descanso. Asigna un espacio diario al ocio y a las relaciones personales, de manera que te quede tiempo para descansar y estar con tu familia, y también practicar tus aficiones o salir con amigos. El fin de semana, descansa, y tómate vacaciones de vez en cuando.
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Aprende técnicas de autocontrol. Practicar de manera regular actividades como relajación, meditación, mindfulness o yoga te ayudará a neutralizar la activación fisiológica del organismo que produce el estrés y te proporcionará un mayor control de los pensamientos y de las emociones.
El estrés es uno de los estimulantes de las crisis que se puede vencer con meditación. EFE/JULIEN WARNAND -
Fomenta las relaciones personales y sociales y apóyate en ellas. Cuando sientas que no sabes cómo resolver un problema, pide ayuda o consejo a las personas en quienes más confías. Y ofrécete para apoyarles tú a ellos también: ayudar a los demás mejora tu propio estado de ánimo y reduce el impacto del estrés.
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Cuida tu dieta. Sigue una dieta saludable, variada y equilibrada, que incluya una gran cantidad de frutas y verduras. Mantén horarios regulares y tómate siempre tu tiempo para comer con calma. Además, evita las bebidas con cafeína o alcohol o, si las consumes, hazlo con moderación.
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Haz deporte de manera regular. El ejercicio físico reduce la intensidad del estrés y ayuda a que los episodios duren menos, además de fomentar una sensación de bienestar, siempre que no se haga por obligación. La mayoría de los expertos recomiendan dos horas y media de actividad aeróbica a la semana como correr, montar en bicicleta o nadar, siempre de acuerdo a tus capacidades.
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No restes horas de sueño. Descansado, afrontarás mejor cualquier conflicto o situación amenazante. Así, trata de ir a dormir siempre a la misma hora y descansa, al menos, siete u ocho horas cada noche.
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Recurre a ayuda profesional si es necesario. Si sigues sin ser capaz de manejar el estrés, recurre a la ayuda profesional. Tu médico de cabecera podrá ayudarte a identificar el problema y derivarte a un especialista o terapeuta. Este te enseñará a modificar tus pensamientos y emociones y a desarrollar conductas que te ayuden a afrontar los problemas con una actitud más positiva y eficaz.
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