El suicidio sigue siendo la primera causa de muerte externa en España. Las cifras aumentan incluso en la población más joven. Examinar las notas que dejan las personas antes de morir sirve como fuente de conocimiento y motor de prevención para el suicidio

Tan solo en un tercio de los suicidios que se producen se encuentran notas o cartas escritas por la persona que ha decidido quitarse la vida.
Las notas, escritas en su mayoría por hombres (77 %), reflejan el diagnóstico o empeoramiento de una enfermedad como una de las principales causas de suicidio.
Son datos que se recogen en un estudio realizado por Investigadoras de la Universidad de Granada (UGR), el Instituto de Investigación Biosanitaria (ibs.Granada) y el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada.
El objetivo es conocer a través de las notas encontradas en los suicidios de la provincia de Granada, cómo se sentía la persona antes de poner fin a su vida.
La investigación parte de las observaciones recogidas por el forense sobre las circunstancias y el contexto de la muerte.
El análisis recogido en el historial forense muestra la relación de la muerte por suicidio con situaciones de la vida vinculadas a la familia, la salud o con el estado emocional de la pérdida, la soledad o la tristeza.
¿Cómo se llevó a cabo la investigación?
Este estudio forma parte de la tesis doctoral de Yolanda Mejías Martín, enfermera especializada en salud mental e investigadora de la Universidad de Granada.
La información que recogen los forenses, principal recurso del estudio, es necesaria para confirmar que la persona ha muerto por suicidio.
Para poder acceder a ella, las investigadoras solicitaron la autorización de la Comisión de Investigación del Instituto de Medicina Legal.
La recopilación de los datos duró unos 3 años, ya que solo podía ir cuando estaba la forense en presencia física, asegura la investigadora Yolanda Mejías.
Las autoras exploraron 743 historias de informes forenses donde el resultado pericial de la autopsia había determinado muerte por suicidio en la provincia de Granada, entre los años 2007 y 2013.
De ellas se seleccionaron los casos que contenían observaciones del forense sobre el fallecido y las circunstancias del suicidio, lo que resultó un total de 286 casos.
Lo más complicado no ha sido la cantidad de datos, si no el tiempo que hemos tardado en poder tenerlos todos, añade la experta.
¿Quiénes dejan las notas antes del suicidio?
De los 286 casos estudiados, tan solo 105 habían dejado una nota antes de morir.
Según el estudio, las personas que se suicidan y dejan un nota son generalmente hombres (77 % de los casos), con una edad comprendida entre los 41 y los 50 años.

El contenido de las notas de suicidio
Las notas generalmente son breves. Yolanda Mejías explica que las personas las escriben en lugares aleatorios con lo que tienen a mano como una servilleta, un trozo de papel o una hoja de cuaderno.
La presencia de una nota indica que la persona tiene necesidad de comunicar sus pensamientos o emociones y muestra su conexión con los demás en el momento de escribirla, informa la especialista.
Analizando el contenido de cada una de las notas de suicidio, las investigadoras han encontrado los siguientes tipos de mensajes:
- Notas o mensajes de despedida: mensajes donde las personas enlazan el recuerdo con apelaciones a distintos familiares.
- Notas que explican el porqué: otro alto porcentaje de las notas tienen como objetivo explicar las razones del acto y justificar la decisión que se ha tomado.
- Notas con instrucciones: aquellas en las que las personas dejan su última voluntad, cómo quieren ser tratados o cómo proceder a la distribución de sus bienes.
- Notas de cariño para alguien especial: son las menos frecuentes.
Diferencias entre hombres y mujeres
Uno de los objetivos principales del estudio era descubrir las emociones, los sentimientos o incluso los motivos que han llevado a las personas al suicidio.
Del análisis del contenido de las notas se observa que las enfermedades físicas influyen mucho más en los hombres y se convierten en uno de los motivos principales del suicidio.
Pensar que son una carga o perder determinadas facultades, les supone un autentico sufrimiento, añade Yolanda Mejías.
Sin embargo, los suicidios motivados por enfermedades mentales o problemas psicológicos son tan habituales en hombres como en mujeres.

Algunas de las conclusiones del estudio
La investigadora Yolanda Mejías nos explica que no solo se buscaba conocer los motivos del suicidio, también descubrir si la decisión de morir estaba relacionada con sucesos o emociones recientes.
Hemos descubierto que en muchos de los casos analizados existe una relación directa entre la decisión tomada y el estado emocional de la persona, analiza la investigadora.
Los sucesos traumáticos recientes o la pérdida de familiares o seres queridos son algunos de motivos más relevantes que han encontrado las investigadoras en el estudio. Los diagnósticos negativos de salud o el empeoramiento de una enfermedad se convierten en los motivos clave.
Además, la profesional señala que en algunos casos la acción suicida está motivada por un suicidio previo a nivel familiar o del entorno social.
En un porcentaje menor de casos, las dificultades económicas, los procesos judiciales, las rupturas amorosas o familiares han sido los desencadenantes.
En cuanto a los sentimientos, la investigación desprende de las notas sobre todo la sensación de abandono, soledad, la falta de un cariño afectivo o la culpa.
Con la información obtenida se puede construir una narrativa en la que predomina sobre todo la explicación o disculpa por el propio suicidio, el perdón, el desamor, el dolor, la enfermedad, la discapacidad y el deseo de evitar ser una carga para los demás.
Fallos en el sistema sanitario: prevenir los suicidios inminentes
Una parte de los casos analizados habían acudido al medico los días previos a cometer el suicidio con distintas demandas. Muchas veces, no con la idea específica de querer acabar con su vida, pero si con mayor ansiedad, problemas para dormir o sentimientos de tristeza y soledad.
La experta aboga por capacitar a los sanitarios de atención primaria para poder detectar y prevenir los pensamientos suicidas de los pacientes.
Además, Yolanda Mejías defiende que es necesario establecer una estrategia de atención específica a las personas que tienen más riesgo de suicidio como por ejemplo las personas mayores o aquellas que viven en soledad.
No valen todas las medidas para todos. Dependen del rango de edad o de las características de las personas, añade la experta.
Este estudio ofrece, entre otros aspectos, información sobre la experiencia de vida y la angustia que conduce a una persona al suicidio. lo que resulta útil para el diseño de las estrategias preventivas.
Las investigadoras señalan que es necesario un mayor enfoque hacia las personas, teniendo en cuenta su estado emocional, psíquico y físico.
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