La composición de tierra y mar hacen de la gastronomía de Castellón todo un repertorio de platos tradicionales con productos locales. Sin embargo, el arroz y la harina son sus productos estrella
La gastronomía de Castellón
Tras pasar por Cantabria y Cádiz, el Abecedario de la Nutrición reúne los platos y productos alimenticios de la gastronomía castellonense, de la mano de la responsable de Salud y Nutrición de Nestlé, Laura González.
Durante el programa ‘El Bisturí’, coordinado por Henar Fernández, la nutricionista destaca la huerta de Castellón por ofrecer “sabrosas” frutas, hortalizas, verduras, legumbres… Sin olvidar el arroz.
Aunque en general la variedad de vegetales es muy grande, las alubias, detalla González, son especialmente populares en guisos, “algo muy característico de la zona”.
Diferentes harinas, diversas recetas
Con las harinas de trigo, maíz o garbanzo que se obtienen de estas huertas, la nutricionista expone algunas opciones culinarias en las que este alimento es protagonista.
Como, por ejemplo, las gachas o farinetas. O los guixassos, que se preparan con harina de garbanzo y agua, una mezcla a la que se le añade un sofrito de aceite y ajo.
Con la pasta, que también es un derivado del trigo, González asegura que se pueden hacer recetas “muy emblemáticas”. Por ejemplo, los fideos rossejats, un plato humilde, originario de los pueblos pescadores.
“De hecho, eran los mismos pescadores los que cocinaban este plato en sus barcas, aprovechando los restos de pescado“, constata.
La clave para preparar bien esta receta es añadir el caldo hirviendo.
“Tenemos que dorar bien los fideos crudos con el sofrito, en aceite, pero hay maneras de sacar partido a los cereales, como el trigo o el maíz“, prosigue.
Cocas para todos los gustos

Más allá de fideos y mezclas, la nutricionista habla de otra receta a base de harina de estos cereales, aceite, sal y cerveza: las cocas saladas. Aunque también pueden ser dulces, con pescado o vegetarianas, entre otras combinaciones.
“Le podemos poner otros alimentos encima. Por ejemplo, la coca de tomate que es muy popular, pero también encontramos la de cebolla, la de verduras, de barrets, la coca en sal“.
También hay otras “tan típicas” de Castellón, como el bizcocho de patata o coca de Castellón, que lleva patata, en lugar de harina, almendras y huevo.
Otra coca típica en desayunos y meriendas castellonenses, indica González, es la coca de boba o de llanda. “Sencilla y a base de harina”.
Dulces tradicionales
Dejando las cocas dulces a un lado, Laura González explica que existen otros dulces tradicionales de la zona que se pueden encontrar en cualquier pastelería, como los manjòvenes, “que son de origen musulmán”, o los panets, elaborados con higos y almendras.
Asimismo, la experta resalta otros dulces como los rosegons. Un dulce peculiar, comenta, pues es duro, en forma de rebanadas.
“En Castellón también se puede encontrar el tradicional panoli, una especie de torta rellena con una confitura de boniato y cabello de ángel, o los flaons de Morella, rellenos de requesón“, amplía González.
Alimentos de la tierra

Los agricultores de las excelentes tierras de Benicarló trabajan muy bien el cultivo de la alcachofa.
Esta variedad, explica la experta, se puede distinguir por su forma chata y su distintivo hoyuelo.
“Es una verdura buenísima, con muchísimas propiedades y que podemos cocinar al vapor, hervidas, al microondas, dentro de tortilla, en crema, frita y, por qué no, encima de alguna coca típica de la zona“.
Del mismo modo, González asegura que Castellón tiene cítricos valencianos entre los que destacan las naranjas, además de las mandarinas y los limones.
“También podemos comprar melones de calidad, manzanas, cerezas de la salzadella y los apreciados robellons de la zona”.
Y, aunque su producción sea baja, la nutricionista indica que existe un aceite de oliva de denominación de origen de la comunidad valenciana, que se distingue por ser aromático, afrutado, y con un equilibrio entre el amargor y el picante.
Platos principales
Con el foco puesto en la carne castellonense, la experta habla de recetas como el tumbet, originario de Mallorca, pero con su propia variante. “Se elabora a base de carnes como pollo, conejo, caracoles y hortalizas también”.
Además, menciona la olla de la plana, un plato caliente, dice, con muchos vegetales, patata, chirivías, espinacas y calabaza, así como legumbres (garbanzos o alubias), arroz, y derivados del cerdo.
Otra receta a destacar es la nogada, un guiso de patatas con una salsa de origen sefardí y medieval, que se prepara con nueces peladas, leche evaporada, cebolla, azúcar, vino blanco, aceite de oliva y pimienta negra.
A base de mariscos y pescados
Entre las recetas castellonenses, González señala las que contienen pescado y marisco. La cercanía al mar ha incluido en la gastronomía de Castellón platos como la zarzuela de pescado, que se puede preparar con unos langostinos de Vinaroz.
“Y si queremos cocinar una receta de pescado menos laboriosa y que nos ayude a preparar un ‘pica-pica’ o un tapeo más informal, tenemos el ximo de Castellón, una especie de panecillo relleno de atún, huevo y tomate“, propone la experta.
Arroz, producto estrella
Castellón, al igual que en el resto de la Comunitat Valenciana, es “el mundo de los arroces”.
Según González, podemos encontrar en cualquier restaurante de la zona recetas como la paella de montaña.
Algunas ideas más innovadoras que ofrece la nutricionista basadas en arroz son la paella de tomate y alcachofas, de pollo o de marisco.

Otras más originales son la paella de verduras y parmesano, o la paella con bacalao y verduritas de primavera.
Sin embargo, existen otros platos elaborados con arroz que no son paella y que son distintivos de la zona.
“Encontramos el arròs amb espardenyes, el arròs negre, el arrossejat, con albóndigas, arroz con pato o con peras rojas. Lo importante es empezar con una receta y seguir con otras nuevas“, concluye Laura González.
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