La ansiedad generada por situaciones de inseguridad, desórdenes como el déficit de atención, o el síndrome postraumático pueden tratarse con un entrenamiento cerebral llamado “neurofeedback” que inhibe las ondas cerebrales dañinas y potencia las positivas.

Gimnasia para el cerebro contra la ansiedad
EPA/EVERT ELZINGA
  • 23 de enero, 2013
  • CARACAS/EFE/NÉLIDA FERNÁNDEZ

El entrenamiento cerebral, que también se conoce como biorretroalimentación por electroencefalografía computada, no es nuevo, pues se empezó a poner en práctica en los años sesenta como tratamiento para la hiperactividad en niños.

Sin embargo, en los últimos cinco años se han publicado nuevos estudios que avalan su eficacia en el manejo de la ansiedad y sus consecuencias.

“Se usa para el manejo de la ansiedad en deportistas, en niños autistas, con déficit de atención, personas que sufren de síndrome postraumático como sucede con quienes estuvieron en la guerra o han sido víctimas de situaciones de violencia”, ha declarado a Efe el psiquiatra venezolano Álvaro Villegas, quien aplica la técnica en Caracas.

Villegas señala que este “entrenamiento cerebral” sirve para tratar a personas víctimas de la violencia, lo que resulta útil en un país como Venezuela donde la tasa de muertes por violencia es de 50 homicidios por cada 100.000 habitantes, según datos del  Gobierno.

Ni riesgo ni efectos secundarios

La técnica, que según el psiquiatra y los estudios que la avalan, no reviste ningún riesgo ni ha reportado efectos secundarios, consiste en detectar las zonas del cerebro que se han visto afectadas según el diagnóstico, para después inhibir las ondas cerebrales inadecuadas a través de un software diseñado para este fin.

“Se inhiben las ondas anormales o indeseadas que son las que dan paso a la ansiedad (…) esas ondas originan una conducta determinada, en unas es ansiedad, en otras crisis de pánico, en otros es hiperactividad, otros no duermen”, explica.

El cerebro, dice el psiquiatra, aprende “más fácilmente” cuando la técnica se aplica a “ultrabaja” frecuencia, que es la que se usa.

“Cambia la actividad del cerebro, y cuando estás con eso, con esa especie de pesadilla, eso cambia definitivamente, la gente anda más tranquila y se vive mejor”, agrega.

El especialista aclara que “no es una receta de cocina” pues los sensores se colocan de forma personalizada, de acuerdo con los síntomas que presente el paciente.

Un análisis del método publicado en 2009 en la revista de Electroencefalografía Clínica y Neurociencias concluye que la biorretroalimentación tiene efecto contra la falta de atención e impulsividad.

“Al cabo de un promedio de 30 sesiones de media hora de duración cada sesión con un promedio de tres sesiones por semana, el cerebro ha aprendido a funcionar de la forma adecuada, gracias a la  plasticidad que tiene”, apunta el psiquiatra al destacar que en Venezuela la técnica se aplica desde hace 11 años.

Los deportistas agrega, también se han beneficiado por la técnica y se sirven de ella para bajar los niveles de ansiedad cuando deben enfrentarse a partidos o competencias.

“En Los Ángeles, donde está la cuna de este tratamiento, los atletas van a los centros de neurofeedbak cuando van a celebrar encuentros importantes”, asegura.

El tratamiento, dice Villegas, sirve para mejorar la actividad física de la persona cualquiera que esta sea.