La humanización en neonatología no consiste sólo en sonreír a la madre y al padre, sino que debe fundamentarse en una estructura asistencial bien preparada, dotada y profesionalizada para que el bebé y su familia puedan ser atendidos de forma adecuada en los momentos vitales, que pueden ser muy felices o muy críticos

Humanización neonatal: salud del bebé y alegría familiar

Humanización neonatal: salud del bebé y alegría familiar

"La humanización en la sanidad es uno de los aspectos que más nos preocupa a las personas que trabajamos en el Sistema Nacional de Salud en España", asegura el Dr. Manuel Sánchez Luna, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid.

"Desde hace ya algunos años vivimos un antes y un después en la asistencia sanitaria en cuidados neonatales, ya sea en relación a los bebés que nacen sanos o hacia los que precisan algún tiempo de hospitalización después del parto", enmarca el también presidente de seNeo.

La implantación y desarollo de los niveles asistenciales en las Unidades Neonatales, señalados son los hitos de 2004 y 2013, ha provocado una evolución signficativamente positiva en la natalidad, en la universalización del conocimiento y en las técnicas y dispositivos de los tratamientos de sus pacientes.

Los criterios asistenciales se basan en definir grupos de neonatos que puedan ser atendidos en cada unidad en función de la edad gestacional, el peso al nacer, la experiencia del personal sanitario, la cantidad y tipo de material disponible o de las técnicas que se puedan emplear según la complejidad de cada caso.

Los niveles van desde gestaciones de bajo riesgo, recién nacidos a término sanos y aquellos recién nacidos de 35-37 semanas de edad gestacional clínicamente estables (nivel I), hasta neonatos que requieran un espectro completo de cuidados médicos y quirúrgicos pediátricos subespecializados (nivel IIIC).

“Es una mejora asistencial íntimamente relacionada con los avances médicos y tecnológicos, basada en los conocimientos, en la instrumentación, en las técnicas o en los resultados empíricos de los diferentes tratamientos”, destaca el Dr. Sánches Luna.

Pero también se asienta en un factor de suma importancia: la sensibilización del sistema sanitario hacia el verdadero protagonista: el bebé y su familia, que son personas.

“Siempre debemos tener presente que la inmensa mayoría de las personas que acuden a un centro de Neonatología no viene por una enfermedad acuciante o crónica, sino para celebrar el acontecimiento más feliz de su vida”, apunta.

En la actualidad cabe otra vuelta de tuerca, ya que la difusión en línea de los conocimientos y de la experiencia clínica mundial (telefonía, televisión, internet, etc.) potencian, sin lugar a la duda, la preparación del personal médico y de enfermería, otra de las claves de la calidad asistencial.

Medicina y Humanización

Humanización, objetivo de la Neonatología de vanguardia

"Y los aspectos relacionados con la humanización son trascedentales en la calidad asistencial. Estamos hablando de un conjunto de factores que tienen que ver con el entorno en el que se van a realizar los procedimientos sanitarios", recalca el neonatólogo.

"El nacimiento de un recién nacido puede ser una fiesta, pero, a veces, no es así cuando el recién nacido está enfermo o nace de forma prematura, lo que lleva aparejado una estancia hospitalaria de cierta consideración, más aún en situaciones críticas", centra el propósito.

El entorno donde van a estar estas familias hay que cuidarlo, porque es preciso que tengan un espacio apropiado en el que puedan interactuar con rel ecién nacido que se encuentra hospitalizado.

"Todos los miembros que forman parte del núcleo familiar afectados por el nacimiento o la hospitalización del bebé tienen que sentirse entre algodones para mitigar la preocuapación, la tensión o el dolor" subraya.

Incluso, es prioritario que se sientan como en su casa, aunque solo sea por unas horas.

Medicina y Humanización

Un buen ejemplo se muestra en la "Sala de Padres Alvarete" de la Maternidad del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

"Tanto el bebé como su madre y el padre se encuentran, debido al nacimiento con prematuridad o con problemas de salud, en un medio hostil; por lo que es esencial ofrecer un espacio amigable donde ellos puedan mejorar los vínculos emocionales con sus hijos e hijas".

"Estas familias necesitan nuestro apoyo y mucha confianza; que sientan que forman parte de un gran equipo profesional que está sanando y cuidando a su recién nacido. Todos y todas estamos en el mismo baco cuyo destino es sacar adelante al bebé... Necesitan, ante todo, seguridad".

Enfermera Carmen Varea Rodríguez, jefa de la UCI intermedios de Neonatología

"El personal sanitario tiene que estar altamente formando y entrenado en el conocimiento de los aspectos relacionados con la humanización", refuerza el neonatólogo jefe del HGUGM.

"Desde la etapa universitaria, con sus respectivas facultades de Medicina y Enfermería, pasando por el MIR, debemos inculcar el proceso de la humanización en los diferentes servicios de la asistencia sanitaria, sobre todo en Neonatología", expone.

Y no sólo a nivel personal, sino que el entorno físico es determinante.

"La arquitectura del centro hospitalario, su estructura, el diseño de las diferentes Áreas y Unidades, especialmente en Neonatología, tiene que estar cimentada en el humanismo: los espacios con sus metros cuadrados deben cumplir su labor de confortabilidad e intimidad familiar", reitera el Dr. Sánchez Luna.

"Todavía más cuando es necesario desde el punto de vista espiritual, para que estas familias obtengan tiempos de descanso y dedicación mutua", continúa.

"También cuando debemos dar malas noticias... Desde el punto de vista profesional, a través de equipos o grupos perfectamente formados y entrenados para realizar esta labor tan humanitaria: el espacio donde se abordará este tipo de comunicación deberá estar preparado antes, durante y después de la reunión", completa.

¡Y cómo no!, mientras perdure el control médico asistencial a las familias afectadas, fuera del ambiente hospitalario.

"Debemos realizar un seguimiento específico de aquellas familias que hayan tenido problemas en la gestación, en el proceso del parto o, de forma especial, a quienes recibieron atención médica hasta el momento del alta hospitalaria", indica.

"Todos estos bebés y sus familias, algun@s de las cuales recibirán cuidados de por vida, necesitan espacios de rehabilitación, de recuperación o de estimulación... Y les tenemos que dedicar nuestro tiempo y profesionales formados y entrenados en el área de la humanización", concluye el Dr. Manuel Sánchez Luna,

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