Un informe monográfico impulsado por la Fundación Merck Salud asegura que la Inteligencia Artificial es un factor clave para conseguir una medicina centrada en el paciente, así como para mejorar la organización de sus datos y avanzar en una atención personalizada

Desde hace tiempo, los profesionales de la salud ya no hablan de una sanidad individualizada, sino de intentar llegar a una atención médica donde el epicentro sea el paciente.
Ante una pandemia que ha colapsado y puesto en evidencia las deficiencias del Sistema Nacional de Salud, la Fundación Merck Salud ha reunido a un grupo de expertos para impulsar un estudio que señala a la Inteligencia Artificial (IA) como una herramienta necesaria para transformar el sistema sanitario.
Bajo el nombre de ‘Inteligencia Artificial en el campo de la Salud. Un nuevo paradigma: aspectos clínicos, éticos y legales’, esta monografía pone en valor, explican sus autores, el carácter interdisciplinar de la IA y su transversalidad.
Con ella también quieren recalcar “la importancia de su aplicación para avanzar hacia una nueva medicina 5P: más preventiva, participativa, personalizada, predictiva y poblacional“, según Carmen González Madrid, presidenta de la Fundación Merck Salud.
No obstante, los expertos se lamentan de que exista una falta de compromiso en la innovación por parte de sectores sanitarios.
Por ello, los autores creen fundamental resolver las dudas acerca de la IA y así llegar a “un nuevo paradigma sanitario donde debemos estar, sí o sí”.
Menos errores, mejor prevención

Este grupo de expertos ven un “alto potencial” en la aplicación de la Inteligencia Artificial en el área de la salud: desde ayudar en el diseño de nuevos fármacos con tiempos y costes de su producción más reducidos, hasta disminuir errores de diagnóstico, entre otros.
Estos beneficios están presentes hoy en día a “pequeña escala con las interconsultas por videollamada en el quirófano o el desarrollo de Xenobots, que pueden servir para una administración más inteligente de medicamentos”, expone la presidenta de la Fundación.
En el área de oncología, por ejemplo, el doctor Jaime del Barrio, presidente de la Asociación Salud Digital, afirma que “cada tumor es único y ninguno se ajusta a un protocolo, y es ahí donde actúa la IA, en hacer real la personalización de tratamientos y diagnósticos”.
Asimismo, para el doctor Del Barrio es importante ver que el modelo sanitario ya no actúa de forma individual, es decir, que al igual que muchos otros conceptos, este también se ha globalizado.
“Tenemos que insistir en este concepto de globalización. Ya nada es individualizado, ya nada es independiente y, cualquier cosa que ocurra en cualquier sitio del mundo, tiene un impacto en el resto de la población“, detalla.
Y, como era de esperar, indica Del Barrio, es normal que existan dudas sobre la privacidad, la propiedad y los derechos de los datos, con la amenaza de que estos puedan ser manipulados.
Sin embargo, “no podemos discutir que tenemos a nuestro alcance esas herramientas que son necesarias, que son soluciones y que pueden dar respuesta a preguntas que nos han acompañado desde el origen de la humanidad”, añade.
Retos éticos y de implantación
A lo largo del trabajo, los autores desgranan problemas éticos que plantea la Inteligencia Artificial.
En esta línea, el doctor Federico de Montalvo, presidente del Comité de Bioética de España, destaca que “se debe reflexionar sobre la utilidad de las máquinas en la medida que pueden ayudar a los seres humanos para su aplicación”.
Del mismo modo, recalca que el sistema español tiene los instrumentos jurídicos suficientes para permitir a los médicos y sanitarios actuar bajo la incertidumbre y el conocimiento de los riesgos de la IA.
“Creo que el futuro del ordenamiento jurídico español va a caminar más por principios que por reglas. Los principios son mucho más flexibles, mucho más inseguros, pero se adaptan mucho mejor a un contexto de incertidumbre“, opina el doctor.

Por otra parte, la implantación de herramientas de la IA en el Sistema Nacional de Salud presenta dificultades a la hora de abastecerse de recursos humanos especializados, así como mostrar riesgos técnicos, según Jaime del Barrio.
En este sentido, considera que el reto actual del sistema sanitario español es crear perfiles profesionales más tecnológicos.
“Debemos luchar para que la formación de los futuros profesionales se acerque aún más a lo que la sociedad necesita: una atención más precisa y personalizada, ayudada de las nuevas tecnologías”, afirma.
Su lado más humano, sin llegar a serlo
Había quienes aseguraban que la Inteligencia Artificial y el Big Data podrían predecir futuras pandemias. No obstante, opina Federico de Montalvo, no han sido capaces.
Y, aunque la IA “ha demostrado su mayor fracaso” en este aspecto, este experto asegura que también ha mostrado su lado más humano, pues gracias a ella hemos podido estar cerca de otras personas en la distancia.
“Nos ha permitido seguir con nuestras clases, conferencias, incluso seguir con nuestros amigos y poder brindar alguna noche, aunque fuese online“, subraya.
Federico de Montalvo sostiene que la Inteligencia Artificial no va a superar al humano en todos sus aspectos, pues las máquinas están “muy por detrás de él”.
“La Inteligencia Artificial no es ciencia ficción, está cambiando la forma de la atención médica. Tenemos que vivirla y plantearla como una oportunidad, una puesta segura para el futuro“, concluye.
El estudio ha sido coordinado por Javier Sánchez-Caro y Fernando Abellán-García, y además de Jaime del Barrio y Federico de Montalvo, han participado Francisco Javier Barón, Óscar Fernández, Xosé Ramón García-Bustelo, Jesús García-Foncillas, Andrés Iñíguez, Julio Lorca, César Pascual, Laura del Puerto, Sergio Raposeiras y Antonio Urries.
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