El científico Juan Carlos Izpisúa ha defendido hoy que el futuro de la medicina regenerativa está en formar células in vitro que puedan sustituir a aquellas células que se pierden con la edad o durante una enfermedad

Aunque, según ha explicado el investigador: “aún nos falta mucho para que las células que fabricamos sean exactamente iguales a las que puede producir el cuerpo humano”.
Izpisúa se ha pronunciado así hoy, en una rueda de prensa en Albacete, donde ha participado en el ciclo de seminarios de Investigación en Biomedicina que el Área Integrada del Sescam en Albacete realiza en colaboración con el Instituto Roche, el Instituto de Investigación de Enfermedades Neurológicas (IDINE) y la Facultad de Medicina de Albacete.
Izpisúa, natural de Hellín (Albacete) y profesor en Salk Institute for Biological Studies, en San Diego (Estados Unidos), que dejó recientemente la investigación en España por falta de fondos, ha impartido una conferencia sobre medicina regenerativa titulada: “¿Pueden los modelos de células madre suministrar nuevas perspectivas sobre los mecanismos de enfermedades humanas?.
El experto ha explicado que está trabajando en dos vías de investigación, una de ellas para estimular la regeneración endógena, es decir, que se puedan regenerar las propias células maduras. Y la segunda es “tratar de conseguir células y tejidos humanos dentro de un ser vivo para después utilizarlas nosotros”.
A pesar de esto, Izpisúa ha añadido que “la medicina regenerativa todavía no está cerca de su aplicación en la clínica, salvo en células de la visión”.
El profesor del Salk Institute for Biological Studies ha explicado también que el presente y futuro de la medicina personalizada pasa por “las técnicas de reprogramación para obtener células individuales de cada uno de nosotros y poder trabajarlas en el laboratorio”.
Una técnica que, según Izpisúa, “es fundamental para el desarrollo de la medicina personalizada”.