Los ministros de Salud de 14 países de América Latina han acordado en Montevideo una hoja de ruta para combatir el virus del Zika que apuesta por la coordinación internacional de acciones y conocimiento y la posibilidad de destinar presupuestos adicionales para enfrentarlo. Brasil y EE.UU. investigarán una vacuna y en el país latinoamericano se agita el debate del aborto por las consecuencias del virus.
Los ministros de Salud de los países miembros del Mercosur y de la Celac tras una reunión en la que analizaron el avance del Zika en la región en el Edificio Mercosur de Montevideo (Uruguay)./ EFE/Juan Ignacio Mazzoni
4 de febrero, 2016
MONTEVIDEO/RÍO DE JANEIRO/EFE
Los ministros han aprobado una declaración conjunta que contiene 16 puntos para combatir “la grave situación epidemiológica” que sufre la región a causa del mosquito “Aedes aegypti”, que además del zika contagia el dengue y el chikunguña.
Los mismos establecen la coordinación de acciones conjuntas en el diseño y ejecución de campañas de educación para preparar a la población ante el problema, su prevención y control, así como para generar conocimientos y capacidades de apoyo recíproco para el diagnóstico de casos de zika.
Al tiempo, el manifiesto final establece el compromiso de establecer protocolos y directrices clínicas para el tratamiento de las enfermedades transmitidas por ese mosquito, fomentar los servicios de atención al neonato y la primera infancia y solicitar a la cooperación internacional mayores recursos.
En ese sentido, se apuesta igualmente por fortalecer el rol de las autoridades sanitarias para coordinar la respuesta a la epidemia, algo que “podrá implicar la necesidad de disponer de presupuestos adicionales”, según la declaración. A ello se suma la consideración de participar en rondas de negociación conjunta para la adquisición de medicamentos de alto costo.
Los 16 puntos fueron leídos al término de la reunión por el ministro de Salud de Uruguay, Jorge Basso, quien en conferencia de prensa destacó los resultados obtenidos en el abordaje de esta epidemia que “no tiene ni vacunas, ni tratamientos”.
El ministro uruguayo de Salud Pública, Jorge Basso./ EFE/Juan Ignacio Mazzoni.
“Lo que ha quedado muy claro es que no hay medidas mágicas, no hay respuestas sencillas y el tema de la comunicación va a ser un aspecto clave para lograr involucrar a la población e involucrar también fuertemente a las estructuras académicas y a los investigadores, porque hay muchas respuestas por aclarar”, ha dicho.
Además, ha manifestado que “el desafío” es resolver las preguntas en las que no se ha consolidado su evidencia científica y remarcó el compromiso que asumió la Organización Mundial de la Salud (OMS) de generar un grupo de expertos que trabajarán en encontrar respuestas como la relación entre la microcefalia y el zika.
Pese a que la OMS no estableció una relación directa entre los casos de microcefalia y de desórdenes neurológicos vinculados en Brasil con el virus del zika, el ministro de Salud de ese país, Marcelo Castro, ha declarado que los análisis realizados por los investigadores y científicos del país sí pudieron constatar tal conexión.
“Nuestros investigadores y científicos están afirmando de manera categórica la correlación positiva entre la epidemia de microcefalia (…) y la epidemia del virus del Zika. Las evidencias de que el virus zika causa la microcefalia son múltiples e incuestionables”, ha asegurado.
Brasil y EEUU se ponen en marcha para encontrar la vacuna contra el zika
El ministro de Salud brasileño ha anunciado de manera previa a la reunión con sus homólogos que el próximo 11 de febrero llegan a Brasil técnicos estadounidenses para iniciar un proyecto de cooperación entre ambos países para desarrollar una vacuna contra el virus del Zika.
La acción conjunta entre Brasil y Estados Unidos, acordada por teléfono entre los presidentes de ambos países, Dilma Rousseff y Barack Obama, respectivamente, se llevará a cabo por organismos públicos de los dos países.
La microcefalia agita el debate del aborto en Brasil
Esta rápida proliferación de casos de microcefalia en recién nacidos ha reabierto el debate sobre la legalización del aborto en Brasil.
La ONG feminista Instituto de Bioética Anís anunció que pretende presentar ante el Tribunal Supremo una petición para que se autorice, por vía judicial, el aborto en el caso de que la madre contraiga el zika.
“Hablar hoy del virus del Zika y de proteger los derechos de las mujeres es hablar de derechos sexuales y reproductivos de una manera amplia: acceso a medios anticonceptivos, diagnóstico por imagen, un prenatal seguro y el derecho al aborto”, ha señalado la antropóloga Debora Diniz, que forma parte de la ONG.
La actual legislación brasileña autoriza el aborto en casos de violación, riesgo para la vida de la madre o en el supuesto de anencefalia en el feto (algo que logró el Instituto de Bioética Anís en 2012) , pero en todas esas situaciones solo puede ser practicado mediante una expresa autorización judicial.
El exministro de Salud José Gomes Temporão, quien actualmente es el director ejecutivo del Instituto Suramericano de Gobierno en Salud (ISAGS), se ha sumado a la causa y afirmando, en declaraciones a BBC Brasil, que se ha puesto a disposición del Instituto de Bioética Anís para llevar su propuesta al Supremo.
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