El brote del virus ébola que afecta actualmente a África Occidental es bastante "significativo" y presenta muchos "desafíos", ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS); Guinea Conakry, el país más castigado

La OMS advierte de que el brote de ébola es significativo y supone desafíos
Guinea Bissau refuerza la vigilancia fronteriza para evitar el ébola/EFE/Tiago Petinga
  • 9 de abril, 2014
  • GINEBRA/EFE/MARTA HURTADO

"Estamos ante uno de los brotes más desafiantes de los que debimos afrontar hasta la fecha. Empezó en Guinea Conakry, ya se ha expandido hasta Liberia, y hay varios focos. El hecho de que sea en diferentes localidades complica su control", advirtió en conferencia de prensa el director general adjunto para Seguridad Sanitaria de la OMS, Keiji Fukuda.

Hasta la fecha se han detectado 157 casos en Guinea Conakry -donde surgió el pasado 22 de marzo-, de los cuales 101 enfermos han muerto y 67 pudieron ser confirmados por pruebas de laboratorio.

En Liberia, país que colinda con la región sudeste del país, donde primero se detectó el brote, se han detectado 21 casos, 10 muertes, y de éstas, cinco fueron confirmadas en laboratorio.

Por ahora, los supuestos casos en otros países de la región, han dado negativo.

En Sierra Leona, dos pacientes de los que se sospechaba dieron negativo en los test; en Mali, se duda de cuatro pacientes enfermos, dos de los cuales han quedado descartados con las pruebas de laboratorio, y de otros dos se está a la espera; y en Ghana todos los casos sospechosos han quedado descartados.

El principal problema del ébola es que es una enfermedad altamente contagiosa, que no tiene tratamiento específico para curarla, y que tiene tasas de mortalidad que se elevan hasta el 90 por ciento, aunque por ahora, el porcentaje de pacientes infectados y que han fallecido se sitúa entorno al 65 por ciento.

Se contagia mediante el contacto directo con la sangre y con los fluidos y tejidos corporales de las personas o animales infectados.

Otro de los aspectos que complican el control de este brote es el hecho de que haya surgido en África Occidental, una zona donde la enfermedad no había aparecido antes.

Este hecho, explicó Fukuda, es en cierto sentido negativo, no sólo por el hecho de que el virus se ha expandido, sino porque no hay conocimiento general del mismo, ni médico ni entre la población, lo que aumenta la psicosis.

Una buena noticia es el hecho de que entre los 50 expertos enviados por la OMS a Guinea se encuentran varios médicos de Uganda, República Democrática del Congo (RDC) y Gabón, países que padecieron brotes con anterioridad y saben como actuar para atajarla.

Precisamente, el tercer aspecto "desafiante" destacado por Fukuda son "los rumores que se generan" y que dificultan el control epidemiológico al surgir falsas alarmas, o a la inversa, al esconder casos por miedo a la discriminación.

Finalmente, el cuarto aspecto que contribuye a dificultar el control es que la enfermedad haya llegado a la capital, donde los contactos entre las personas son más asiduos y, sobre todo, pueden ocurrir con desconocidos, lo que dificulta enormemente la tarea de rastrear la trayectoria del virus.

De los 157 casos surgidos en Guinea, 20 han sido detectados en Conakry.

Por ahora, las personas que están más en peligro de contraer la enfermedad son los trabajadores sanitarios, los familiares de los enfermos, y las personas que participan en funerales y que entran en contacto con el cadáver del fallecido.

Hasta la fecha, la mayor epidemia de ébola la padeció Uganda en el año 2000, cuando 425 personas contrajeron la enfermedad.

El periodo de incubación del virus es de entre dos y 21 días, es por ello que la OMS podrá hablar de control del brote una vez hayan transcurrido 42 días sin que se haya detectado ningún nuevo caso, un escenario que por ahora no se vislumbra a corto plazo.

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